La Secretaría de la Función Pública (SFP) informó que se dio por concluida la investigación contra Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), iniciada después de que se recibiera una denuncia en la que se señalaba su supuesta participación para facilitar que funcionarios del gobierno, familiares y amigos se vacunaran contra COVID-19, como parte de los ensayos de la vacuna CanSino en México, cuando todavía la población no tenía acceso al fármaco y las muertes se contaban por cientos.
En respuesta a una solicitud de información realizada por este portal, la SFP señaló que “el Órgano Interno de Control en la Secretaría de Relaciones Exteriores (OIC-SRE) informó que, después de una búsqueda exhaustiva en los registros electrónicos con los que cuenta, se encontró que la investigación correspondiente al oficio SFCC/200/273/2020 se concluyó mediante archivo por falta de elementos”.
La SFP no dio más detalles al respecto, solo que el Órgano Interno de Control de la SRE concluyó la investigación “mediante resolución del 5 de febrero de dos mil veintiuno”. Es decir, la cerró menos de dos meses después de haberla iniciado.
Animal Político también solicitó información a la SRE sobre esta investigación, pero la respuesta fue que el sujeto obligado para brindarla era la Función Pública.
También se pidió una entrevista con la subsecretaria, pero, a través de la oficina de comunicación de la SRE, solo se informó que la investigación estaba concluida y que a ella no le pidieron información ni la llamaron a comparecer.
Fue en 2020 cuando se abrió la investigación en la Contraloría de la SRE, después de que Roberto Salcedo Aquino, entonces subsecretario de Combate a la Corrupción en la SFP —y hoy titular de la dependencia—, pidió, a través del oficio SFCC/200/273/2020, al titular del Órgano Interno de Control que investigara una denuncia recibida el 5 de diciembre de ese año. En ella, se señalaba que Delgado y su entonces número dos, Javier Jileta, operaron un centro de vacunación clandestino en las oficinas de Epic, una empresa ubicada en el número 19 de la calle Ciruelos, en la colonia Ciudad Jardines de la Ciudad de México.
En la denuncia se señalaba que Delgado y Jileta hicieron pasar a funcionarios, familiares y amigos como voluntarios en la fase 3 del ensayo de la vacuna CanSino y se aseguraron de que recibieran el fármaco y no placebo, como el que recibiría la mitad de los participantes.
De acuerdo con el oficio SFCC/200/273/2020, hecho público por el portal Latinus, la denuncia señalaba que Delgado y Jileta incurrieron “en cohecho, utilización indebida de información, abuso de funciones, etcétera, al dar acceso a vacunas (no placebo) no autorizadas por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a diversos funcionarios dentro de la administración pública y al convertir ese predio (el de la colonia Ciudad Jardines) en centro de vacunación no autorizado (por Cofepris)”.
La denuncia se hizo en un momento cuando todavía no iniciaba la vacunación ni siquiera para el primer grupo de trabajadores de la salud en México, que arrancó hasta el 24 de diciembre de 2020. Por ello, la acusación señalaba a los dos funcionarios de poner a disposición de políticos y conocidos un fármaco que aún estaba negado al resto de la población, mientras cientos de personas morían a causa de COVID-19.
La Contraloría de la SRE sí inició una investigación por este tema, pero la dio por concluida al no encontrar elementos probatorios.
En un comunicado, hecho público en sus redes sociales en enero de 2021, Delgado negó las acusaciones de la supuesta vacunación clandestina. “Pido que se realicen las investigaciones necesarias para poder esclarecer las acusaciones realizadas y transparentar el manejo de las vacunas de CanSino Bio, que se utilizan para la realización de su Fase III en México, en total apego a la transparencia y para la tranquilidad de la ciudadanía”.
En México, el estudio clínico de CanSino comenzó el 13 de noviembre de 2020. Los voluntarios se enrolaron en 11 centros ubicados en Aguascalientes, Coahuila, Ciudad de México, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Nuevo León, aprobados por la Cofepris.
CanSino realizó el ensayo con la empresa mexicana Epic Research CRO (Contract Research Organization, por sus siglas en inglés), representante de la empresa china en México y encargada del estudio. Este portal también solicitó información a esta compañía, pero no se obtuvo respuesta.
CanSino fue la primera empresa que hizo ensayos en México de una vacuna contra COVID-19. Después le seguiría Jonhson & Jonhson. La vacuna llamada AD5-nCoV la crearon el Instituto de Biotecnología de Beijing y la farmacéutica CanSino Biologics e incorpora la proteína en espiga del coronavirus SARS-CoV-2.
Para el estudio de fase 3, se reclutó a alrededor de 15 mil voluntarios mexicanos, de los que la mitad recibió la vacuna y la otra mitad un placebo o sustancia inerte. Esto se hace así para poder comparar al grupo de vacunados contra otro sin vacunar.
Los objetivos principales del estudio fueron observar la proporción de participantes vacunados que se infecta y si algún voluntario vacunado desarrollaba efectos adversos graves. El estudio se llevó a cabo de forma simultánea desde agosto de 2020 en varios países como China, Reino Árabe Saudi, Pakistán y Rusia.