–¿A poco sí duermen en el suelo?, –pregunta a los reporteros un agente de la Guardia Nacional (GN) de la sección Caminos sobre sus compañeros que están en el campamento de la caseta de Palo Blanco por encargo de mandos superiores para desactivar las protestas de los movimientos sociales.
–Sí, claro, ¿a poco usted duerme en un hotel?, –le contesta uno de los reporteros.
–No, qué va, dormimos frente al Crea (Unidad Deportiva Chilpancingo), –revira el agente, quien se refiere al edificio de la desaparecida Policía de Caminos, ubicada en la avenida de La Juventud, en la zona sur de Chilpancingo.
El tema del que hablan es el de los agentes instalados a unos metros de la caseta de Palo Blanco de la autopista del Sol. Los guardias denunciaron a través de las redes sociales las malas condiciones en que duermen en su campamento.
En el pavimento del lugar, cercano a la caseta, todavía hay regados clavos que se desprendieron de los petardos de la refriega entre policías estatales y normalistas de Ayotzinapa del viernes 4 de febrero pasado.
Después de ese enfrentamiento en el que una de las demandas principales de los normalistas fue la presentación con vida de sus 43 compañeros desaparecidos en Iguala, el gobierno federal y el gobierno estatal pusieron en marcha la operación policial Caseta Segura, que en realidad es una acción para evitar que grupos sociales la tomen.
Dicha operación consiste (que se instaló en las tres casetas de la autopista que están Guerrero: Paso Morelos, Palo Blanco y La Venta) en que decenas de elementos de la Guardia Nacional y policías estatales permanecerán en ese lugar día y noche.
En el caso de la caseta de Palo Blanco escogieron un lugar cercano para que los elementos de la Guardia Nacional descansen y realicen sus necesidades fisiológicas.
A cinco meses de que se puso en marcha esta operación, los agentes federales empezaron a denunciar las malas condiciones en que está su campamento.
“Todos compramos casas de campaña porque si no lo hacemos estamos expuestos a mordeduras de alacranes, tarántulas y ratones y, además, aquí dormimos en el piso”, se escucha decir a un agente en un audio que compartieron por WhatsApp y que después difundieron por otras redes sociales.
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El sitio donde los agentes tienen su campamento está a un costado de la caseta. Un grupo de policías estatales también se protege del sol y de la lluvia; amarraron una manta de los troncos de dos pequeños árboles.
Son las doce del día y los agentes estatales (tres hombres y una mujer) apenas desayunan.
Al fondo donde están los policías estatales hay una gran lona que cubre las casas de campaña donde duermen los agentes de la Guardia Nacional.
De la base salió un mando de la Guardia Nacional que se identificó como teniente Renato y ordena a sus subordinados que pregunten el nombre de cada uno de los reporteros que cubrían esta información y su número de teléfono celular.
En un aparente tono amable, el mando militar les dijo a los periodistas que para dar alguna declaración ellos debían tener la autorización de sus superiores.
Quien se identificó como teniente Renato se paseó por el lugar y se le vio por un largo rato llamar por teléfono. Luego le dijo a los reporteros que lo esperaran.
El miércoles pasado por la noche, los agentes de este campamento subieron a las redes sociales fotografías y videos del lugar donde duermen. En mensajes denunciaron que la comida que les daban era antihigiénica, y que carecían de baños limpios; utilizan sanitarios portátiles. Denunciaron que no hay agua suficiente y que tardan días sin bañarse.
En julio del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha un cuartel de la GN en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, cerca de la comunidad de Petaquillas.
Hace siete días, otro grupo de agentes que tienen sus operaciones de seguridad en Acapulco denunciaron, también a través de las redes sociales, que en el lugar donde viven, el sótano del edificio inteligente ubicado en la avenida costera Miguel Alemán, carece de literas, comedores y baños.
La alcaldesa morenista del puerto, Abelina López Rodríguez, dijo que su gobierno siguen sin adquirir un terreno para que construyan un cuartel para la GN.
Agentes de la GN asignados a Acapulco denunciaron que el gobierno dispuso como cuartel un sótano, el del edificio del C-5 dispuesto para las oficinas de la Secretaría de Salud federal. En las redes sociales circula un video donde se escucha la voz de un elemento denunciando las malas condiciones del lugar donde descansan cuando están de francos.
En ese mismo inmueble a veces despacha el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer, por la decisión del presidente Andrés López Obrador de que las secretarías estén en los estados. La administración estala de Guerrero ofreció a la federación ese inmueble.
“Como pueden ver es una situación muy denigrante, ya que no contamos con literas para descansar, no tenemos un espacio digno para injerir nuestros alimentos, tampoco área de los baños para el aseo personal y realizar nuestras necesidades fisiológicas”, dice un agente en el video.
El agente hace un paseo del lugar y se ven varias filas de cubetas donde cae el agua de lluvia que se filtra por el techo del edificio. También a decenas de agentes que duermen en el suelo encima de colchonetas.
“Aquí nos tienen día y noche sin poder descansar y nos mantienen encerrados exigiendo una ardua labor”, comenta.
Denunció también que les prometieron descansar de dos a tres meses, pero que sólo les dan de dos a tres días. “No se cumple con esos principios de que en la Guardia Nacional haya un vínculo familiar”.
Desde noviembre del 2021, después de la llegada a la gubernatura de la morenista, Evelyn Salgado Pineda, el gobierno federal envió más elementos del Ejército, Marina y GN, a municipios como Acapulco y Chilpancingo, por la inseguridad medida con los homicidios dolosos.
Hace dos semanas llegaron a Chilpancingo 300 elementos de la GN, y el lunes 10 de julio otros más a Acapulco.