El Estado de México no solo es la entidad más poblada del país. También es la de mayor número de electores y, durante años, se le ha considerado el termómetro rumbo a las elecciones presidenciales. Políticos y analistas señalan que esto no será distinto en 2023, pues en la contienda por la gubernatura Morena y el bloque opositor PRI-PAN-PRD medirán sus fuerzas hacia 2024.
El PRI, en particular, intentará no perder uno de los pocos bastiones que le quedan, mientras que para Morena ganar el Edomex sería ‘la cereza del pastel’, pues en los últimos años ha ganado más gubernaturas que sus adversarios. Tras los comicios de este año, Morena se encamina a gobernar 20 estados —22 si se cuentan los gobernados por sus aliados PVEM y PES—, por 10 de la oposición.
La entidad históricamente ha estado vinculada con el tricolor debido a que forjó la carrera de varios políticos. Es cuna del llamado Grupo Atlacomulco, de donde surgieron funcionarios como Carlos Hank, Isidro Fabela, Arturo Montiel, el expresidente Enrique Peña Nieto y la familia Del Mazo, a la que pertenece al actual gobernador, Alfredo del Mazo Maza.
Sin embargo, el PRI viene de un proceso electoral en el que perdió dos gubernaturas: Oaxaca e Hidalgo. Esta última no había tenido alternancia partidista, igual que el Edomex.
De perder el próximo año, el PRI no solo dejaría ir una entidad que ha gobernado ininterrumpidamente por casi un siglo, sino el control del presupuesto mexiquense.
En la otra esquina está Morena, el partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que en los últimos años ha demostrado que puede ser competitivo. De hecho, según una encuesta realizada por El Financiero, Morena encabeza las preferencias electorales rumbo al 2023.
Una muestra de músculo político que decidió dar el partido fue el mitin en Toluca del pasado 12 de junio, cuando Morena presentó a sus posibles candidatos: Delfina Gómez, actual secretaria de Educación —quien en 2017 quedó en segundo lugar detrás de Del Mazo—; Horacio Duarte, titular de la Agencia Nacional de Aduanas, y el senador Higinio Martínez.
A esta triada se le conoce como Grupo Texcoco, por la amplia influencia que estos políticos han tenido en ese municipio.
Además, actualmente Morena es la primera fuerza política en el Congreso mexiquense, ya que en la elección para renovar diputaciones obtuvo el 32.99% de los votos, contra el 29.26% del PRI.
Más allá de la influencia política, el Estado de México es de suma importancia electoral por ser la entidad con el mayor número de votantes, ya que tiene una lista nominal de 12 millones 118 mil 263 ciudadanos.
Por ejemplo, en la elección presidencial de 2018, el Edomex aportó una votación total de 8 millones, de los cuales 4.3 millones fueron para López Obrador, quien resultó vencedor en la contienda.
En la elección presidencial de 2012, los mexiquenses aportaron 6.7 millones de votos, de los cuales 2.9 millones fueron para el candidato del PRI, Peña Nieto, quien resultó ganador.
En segundo lugar en 2012 quedó López Obrador. En ese año, el territorio mexiquense le aportó 2.3 millones de votos.
Aunque por más de 90 años el Estado de México ha sido gobernado por el PRI, en 2017 Morena estuvo a punto de quedarse con la entidad.
En ese entonces, su candidata Delfina Gómez obtuvo el 31% de los votos, cifra histórica para un partido de oposición. El ganador, Alfredo del Mazo, obtuvo 34%. Sin embargo, esta votación la consiguió sumando los votos de la alianza conformada por PRI, PVEM, Nueva Alianza y Encuentro Social. Morena compitió solo.
Si se consideran los distritos ganados, la alianza del PRI se quedó con 21, equivalentes al 46.67%, mientras que Morena ganó en 19, equivalentes al 42.22%.
Ese 2017 fue relevante para Morena, pues logró ser primera fuerza en municipios clave como Ecatepec, Acolman, Cuautitlán Izcalli y Texcoco, entre otros. En total, Delfina Gómez ganó en 38 municipios.
Aunque el PRI ganó en 77, esos números fueron la antesala de lo que pasaría en 2021, cuando se renovaron alcaldías y el avance de Morena se tradujo en que arrebató al priismo puntos importantes como Nezahualcóyotl, Chimalhuacán —tierra de Antorcha Campesina, una organización con bases priistas—, Ixtapaluca, Chalco, Texcoco, Valle de Bravo, Tultitlán, Tultepec y Ecatepec.