Las autoridades federales de salud buscarán enviar a médicos cubanos a zonas alejadas y pobres del país —a donde los especialistas mexicanos han rechazado acudir—, y planean enviarlos ahí sin un empleo fijo ni prestaciones.
Así lo revela el acuerdo firmado el 8 de mayo en La Habana, Cuba, entre Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud de México, y José Ángel Portal Miranda, titular del Ministerio de Salud en Cuba.
Animal Político obtuvo el documento vía transparencia y en este se señala que los médicos no tendrán una relación laboral con la institución para la que vengan a colaborar.
“El personal comisionado por cada parte para la ejecución de las actividades de cooperación continuará bajo la dirección y dependencia de la Institución a la que pertenezca, por lo que no se crearán relaciones de carácter laboral ni de seguridad social con la otra parte, a la que en ningún caso se le considerará como patrón sustituto o solidario”, enfatiza el acuerdo.
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Al regreso de su visita a La Habana, en la que estuvo acompañado por el secretario de Salud y otros funcionarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que vendrán a México 500 médicos cubanos, para dar atención en zonas alejadas y marginadas a donde los médicos mexicanos no quieren ir.
Esto causó la indignación entre el personal de salud mexicano, algunos de cuyos integrantes aseguraron que no van no porque no quieran, sino porque no existen las condiciones para ejercer su labor ni para garantizarles su seguridad.
“Vamos también a contratar médicos de Cuba que van a venir a trabajar a nuestro país. Podemos tener hospitales, pero no tenemos pediatras, y más si se trata de ir a trabajar a hospitales en zonas pobres, porque los profesionales de la medicina pues tienen familia y quieren trabajar donde puedan ir sus hijos a la escuela o tengan mejores condiciones para su desarrollo. Esto es lo que nos lleva a tomar la decisión de contratar a 500 médicos cubanos”, dijo el presidente López Obrador en su conferencia matutina del 9 de mayo.
El secretario Alcocer agregó: “Los médicos aducen inseguridad en principio, pero también no buscan estar en lugares remotos del país, donde se les olvida lo que es el principal sentimiento y derecho que tienen los pacientes de ser atendidos estén donde estén, y esto es lo que nos señala el porqué se tiene que recurrir a otras modalidades como es la contratación del extranjero”.
Gustavo Nigenda, investigador y especialista en recursos humanos para la salud, dijo en entrevista que, en efecto, no es fácil llevar médicos a zonas alejadas de las ciudades. “No solo es cuestión de salarios, también se trata de sus aspiraciones, porque la mayoría se quiere seguir preparando y donde les ofrecen trabajo no hay forma de hacerlo ni pueden ejercer la práctica privada, con la que muchos completan ingresos”, dijo.
En las últimas semanas, políticos de oposición y algunos ciudadanos cuestionaron si los médicos cubanos llegarán a México con mejores salarios y plazas fijas. El acuerdo entregado señala que no será así.
Estos 500 médicos médicos, a los que no se les dará un trabajo fijo ni prestaciones laborales, no van a resolver la carencia que tiene el país, indican cifras y expertos.
Como reconocieron las propias autoridades de salud, en México hay 135 mil 046 médicos certificados, lo que equivale a 107.2 por cada 100 mil habitantes, cuando la recomendación internacional es 230 médicos por cada 100 mil personas.
De la convocatoria que lanzó el gobierno el 24 de mayo —y que cerró en el último minuto del 3 de junio—, se quedaron sin postulaciones más del 63% de las vacantes que las autoridades ofertaron en las seis especialidades con mayor carencia de médicos: medicina interna, urgencias, ginecología, pediatría, anestesiología y cirugía general.
Estados como Veracruz no recibieron una sola postulación para cubrir los faltantes de pediatras, ginecólogos y médicos internistas.
Ante carencias de esta dimensión, traer a especialistas del extranjero y las nuevas convocatorias no bastarán para solucionar el problema.
“Para que los médicos especialistas vayan a zonas alejadas y con marginación, hace falta que haya instalaciones de salud dignas, donde puedan desarrollar bien su trabajo, que estén equipadas, que haya medicamentos. Si ahorita vamos a Tlapa, en La Montaña de Guerrero, no vamos a encontrar un solo centro de salud digno, donde haya equipo para hacer ultrasonidos o donde siquiera haya instrumental médico”, dijo Felipe Cruz Vega, secretario del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem).
El especialista agregó que, por estas razones, llevar médicos a todas las zonas del país va a ser un proceso lento, que requiere la intervención de varias áreas y autoridades.
Nigenda señaló que lo mejor sería fortalecer el primer nivel de atención con un mayor número de médicos generales, dar esa atención de primer contacto y solo trasladar a los hospitales a los casos que ya requieran la intervención de un especialista.
Según Nigenda, la organización civil Compañeros en Salud hace esto en Chiapas: tiene médicos generales para que atiendan a la población y, en caso necesario, hacen los traslados. “Claro, no solo es tener las ambulancias y llevar a los pacientes, es que se haga esta función de navegadores, que entregan al paciente, dan el parte clínico y hacen el seguimiento”, dijo.
Respecto de otros aspectos, el acuerdo que firmaron México y Cuba para cooperación en salud es un documento general que habla de cooperación técnica, científica y académica.
En la formación de especialistas médicos, se podrá proponer y poner a disposición de la otra parte espacios anuales de formación.
En medicinas y vacunas, asienta que, conforme a las necesidades y procedimientos jurídicos correspondientes, las partes podrán adquirir entre ellas medicamentos, fármacos y toda clase de equipo médico de manufactura.
También constituirán un comité técnico-científico-regulatorio para desarrollar investigación científica, y se harán reuniones para determinar la viabilidad de desarrollar un programa integral de atención a los pacientes diabéticos.
Los detalles de todos estos puntos van a quedar definidos en lo que México y Cuba llaman proyectos específicos de cooperación, que deberán contener los datos de las instituciones ejecutoras, objetivos generales y específicos, actividades a desarrollar, calendario de trabajo y, de ser el caso, el perfil, el número y la estadía del personal asignado, el lugar en el que se ejecutarán las acciones y la responsabilidad de cada parte.
El acuerdo está ya vigente y lo estará por los próximos dos años. Se podrá modificar con el mutuo consentimiento de las partes y cualquiera de estas podrá darlo por terminado en cualquier momento, aunque deberá notificar a la otra con 90 días de antelación.