El Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) se transformará en el Sistema Nacional de Posgrados (SNP), a través del cual el Consejo de Ciencia y Tecnología (Conacyt) entregará becas a los estudiantes, privilegiando que cursen sus estudios en instituciones públicas y que los programas sean de materias de interés para el propio Conacyt. Según la institución, el fin es formar a profesionales que sean de utilidad, principalmente al sector público del país.
Habrá cinco categorías donde cada programa de posgrado será ubicado, y dependiendo de dónde se encuentre, será la prioridad que tendrá en la obtención de becas para sus estudiantes.
Por ejemplo, de acuerdo con lo que anunció la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, los posgrados que se verán mayormente beneficiados serán los que se impartan en instituciones de educación superior pública y que el objetivo sea la investigación de alguna de las áreas prioritarias, como física, matemáticas, ciencias de la tierra, biología y química. También, medicina y ciencias de la salud, artes y humanidades, ciencias sociales, biotecnología, ciencias agropecuarias e ingenierías en campos de atención prioritaria.
Todos los posgrados que cumplan estos requisitos tendrán garantizada su beca, informó la funcionaria.
En tanto, si el posgrado se imparte en una institución pública o privada y está orientado en la investigación y profesionalización de áreas no prioritarias, será de los que menos preferencia tendrán a la hora de entregar las becas, pues estas características lo ubicarán en el criterio 5, el último de la categorización dada a conocer este lunes por el Conacyt.
En la entrega de becas del primer periodo del 2022, ya se hizo uso de estos criterios. De hecho, la titular del Conacyt informó que se entregaron 7 mil 990 becas. De ellas, se dieron 5 mil 105 correspondientes al criterio 1 y solo 519 al criterio 5. La entrega de apoyos también estará sujeta a la suficiencia presupuestal con la que se cuente.
De momento, las áreas prioritarias de estudio están orientadas a salud, seguridad humana, apoyo a empresas del Estado y cuidado ambiental. Sin embargo, la titular del Conacyt detalló que, conforme el Sistema Nacional de Posgrados vaya madurando, será su junta de gobierno quien, con apoyo y orientación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), decida cuáles serán todas las que el Conacyt priorice para la entrega de apoyos.
Para justificar la necesidad de transformar el Programa Nacional de Posgrados de Calidad, la funcionaria dijo que, de acuerdo con un diagnóstico realizado, se demostró que el PNPC dejó de tener pertinencia nacional para convertirse en un instrumento que mediante simulaciones fue desvirtuando lo académico y lo público. Esto —subrayó— debilitó a los posgrados que terminaron privatizados.
Otro de los cambios más importantes tiene que ver con la inclusión de la SEP, dependencia ante la cual se deberán registrar todos los programas de posgrado del país. Pero no solo eso: será la encargada de validar y acreditar a cada uno de ellos. Anteriormente, la dependencia participaba en la evaluación de los programas de posgrado.
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“Hoy inicia una nueva fase y damos un paso decisivo para el cambio y ordenamiento certero y congruente en donde el reconocimiento de la validez y acreditación de los programas de posgrados nacionales estará en manos de la SEP a través de la Subsecretaría de Educación Superior, en tanto que el Conacyt se encargará de concentrar el registro de los programas que las coordinaciones realicen en las plataformas del sistema y, sobre todo, establecer categorías estructurales y estructurantes para definir a dónde se irán los apoyos públicos”, dijo Álvarez-Buylla.
“Esta estrategia incorpora áreas del conocimiento que habían sido limitadas en el PNPC, tales como algunas de las áreas científicas que al principio podían recibir becas, pero que, al recibir cuotas pequeñas de becas, por la pulverización de las mismas, provocaban que estudiantes aceptados, matriculados en algunas de las maestrías y doctorados del más alto nivel de las mejores instituciones de educación superior del país, se quedaran sin beca”, argumentó.
De acuerdo con datos presentados por la titular del Conacyt, el 64% de la matrícula de estudiantes de posgrado en 2021 (257 mil 082 estudiantes) realizaba sus estudios en instituciones privadas. En tanto, solo el 36% (146 mil 232) lo hacía en instituciones públicas.
Además, reclamó que son las ciencias sociales, el derecho, la administración y la educación las áreas de conocimiento en donde se concentra la entrega de becas, mientras que áreas como matemáticas, física, ciencias naturales e ingenierías reportan un número mínimo de apoyo.
En el campo de las ciencias ambientales y sustentabilidad —expuso—, se dio privilegio a un enfoque privatizador y de despacho por lo que hoy no se tiene a los expertos que requiere la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para “hacer lo que está mandatado que es ordenamiento territorial comunitario participativo y una evaluación realmente imparcial de las manifestaciones de impacto ambiental”.
Paralelamente, Álvarez-Buylla enfatizó que el Conacyt no asignará becas a posgrados que se impartan en una institución de educación superior que cobre cuotas.
“Aunque estén dentro de una institución de educación superior, no van a ser sujetas a obtener (becas) para sus estudiantes. Generalmente (imparten) especialidades profesionalizantes, puesto que, al privatizarse, aunque estén al seno de instituciones de educación superior, ya están respondiendo a intereses creados, a intereses particulares”, dijo.