El Comité 68 Pro Libertades Democráticas, organización que se creó para exigir castigo a los responsables de la masacre ocurrida el 2 de octubre de 1968 −durante la protesta de estudiantes en la plaza de Tlatelolco−, rechazó cualquier acto que pretenda convertir a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad y violación de derechos humanos en héroes, ya que consideran, con esas acciones se atenta contra el derecho a la verdad y la justicia.
Este posicionamiento ocurre luego de que se anunciara que el presidente Andrés Manuel López Obrador autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos durante la Guerra Sucia en el monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas.
Entre gritos de protesta de familiares de los desaparecidos, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, afirmó que la acción es un tributo y homenaje a los “soldados que cumplieron con su deber aún a costa de su vida”.
Sin embargo, para el Comité 68, durante la ceremonia protocolaria para poner en marcha la comisión de la verdad por la Guerra Sucia, se justificaron los actos de represión de los gobiernos de 1965 a 1990, argumentando que fueron “medidas implementadas para garantizar la seguridad nacional, el orden constitucional o el restablecimiento del estado de derecho”.
“Lo cierto es que el Ejército siempre actuó reprimiendo a los movimientos sociales y organizaciones que luchaban por la justicia y por las libertades democráticas, su actuación nada tuvo que ver con garantizar la seguridad nacional o restablecer el orden constitucional”, señaló el Comité 68.
Les compartimos nuestro posicionamiento sobre la ceremonia realizada el día de hoy en el Campo Militar No. 1. #FueElEstado #NoMasImpunidad #EjercitoRepresor pic.twitter.com/sLUlrbFc1e
— Comité 68 Pro Libertades Democráticas (@comite68) June 23, 2022
Destacó lo que ocurrió el 2 de octubre, durante periodo de la guerra sucia en que desapareció a cientos de activistas opositores al gobierno; así como las masacres en Acteal, Chiapas, en Aguas Blancas y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, entre otros crímenes.
“Ningún militar está obligado a cumplir órdenes que violenten los derechos humanos y sus garantías que se establecen en nuestra ley fundamental. Por lo que, ningún militar puede ser declarado héroe por asesinar a su pueblo”, destacó el Comité 68.
“Lo acontecido en el Campo Militar Número 1 es una deshonra cometida en contra de las víctimas del Estado Mexicano durante el periodo que pretende investigar la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990. Y desde luego, pone en duda la actuación y el alcance de los trabajos de dicha Comisión”.