Por las recientes elecciones en Colombia, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo sentirse contento e incluso aseguró que la llegada de Gustavo Petro al gobierno de ese país es un hecho “histórico”.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que el nuevo gobierno en Colombia abre camino a movimientos democráticos en América Latina y el Caribe.
“Yo estoy contento porque nosotros iniciamos una nueva etapa en el resurgimiento de los movimientos con dimensión social, debemos de recordar que hace poco los gobiernos progresistas tenían la responsabilidad en varios países de la región”, comentó el presidente.
Desde Palacio Nacional, López Obrador informó que este domingo 19 de junio llamó al futuro presidente de Colombia para expresarle sus felicitaciones.
El triunfo de Gustavo Petro es histórico.
Los conservadores de Colombia siempre han sido tenaces y duros. El escritor José María Vargas Vila relataba que los dictadores de su país "mojaban en agua bendita su puñal antes de matar". 1/3
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) June 19, 2022
Además, el presidente se defendió ante las críticas recientes luego de su reconocimiento a Petro, ya que se le recordó que con el triunfo de Joe Biden en Estados Unidos tardó en felicitar al político del Partido Demócrata.
“Son cosas distintas, con Biden no había todavía resultados, estaba un recuento de votos, y cuando ya lo felicité ya había salido a reconocer su triunfo, y yo sabía que había triunfado legal y legítimamente”, declaró.
López Obrador, quien envió un saludo al pueblo de Colombia, dedicó minutos de su conferencia matutina para escuchar “La pollera colora”, interpretada por Margarita ‘la Diosa de la Cumbia’, para celebrar las elecciones en dicho país.
Sin embargo, a principios de junio, el gobierno de Colombia se mostró en desacuerdo con López Obrador luego que este asegurara que el entonces candidato Petro, político de izquierda, era víctima de una guerra sucia.
La Cancillería colombiana manifestó su inconformidad con las expresiones del presidente de México, ya que las consideró “una injerencia desobligante en los asuntos internos de nuestro país”.