México es un país con más de 100 mil personas desaparecidas —según cifras oficiales— y con un sistema de búsqueda que ha sido señalado como violatorio de los derechos humanos de las víctimas y de sus familias, de acuerdo con el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU.
Ante esa realidad, familiares de personas desaparecidas y activistas comparten consejos sobre qué se puede hacer para buscar a alguien, al tiempo que subrayan que nadie debería tener que pasar por una experiencia de este tipo.
“Voy (a) abrir un hilo que espero jamás nadie tenga que usar…”, escribió en abril pasado Baruc Sánchez, hermano de Wendy Sánchez —una joven desaparecida en Nayarit en 2021—, en una serie de mensajes en Twitter en los que expuso sus recomendaciones. Entre ellas, mencionó rastrear en redes sociales indicios de dónde podría estar alguien no localizado o contactar cuanto antes a las últimas personas con las que tuvo comunicación.
Voy abrir un hilo que espero jamás nadie tenga que usar, esto es en la experiencia que me ha dejado buscar a Wendy, ¿qué hacer en caso de desaparición?
— Baruc (@_baruc_) April 12, 2022
Para este texto, Animal Político recopiló las voces de Anna Karolina Chimiak, codirectora de la organización civil CEPAD, y de Liliana López, integrante del Grupo de Investigación en Antropología Social y Forense (GIASF), quienes dieron sus consejos y reflexiones derivadas de su experiencia de acompañar a personas con familiares desaparecidos.
“Una persona se considera como desaparecida cuando no se sabe sobre su paradero, sobre su cuerpo, eso sin importar el tiempo transcurrido y además también sin importar si se haya cometido un delito o no”, explicó Chimiak.
Una desaparición es diferente de un secuestro. “Si alguien no se ha comunicado contigo para decirte que tiene a tu familiar y no te ha pedido favores, dinero, algo a cambio, entonces no estamos frente a un secuestro. Lo que caracteriza la desaparición es que no sabes nada, no sabes dónde está, no sabes quién lo tiene, nadie se comunica contigo”, agregó López.
Las especialistas enfatizaron que cada caso de desaparición es diferente y, dependiendo de la ruta o actividades de la persona, es como los familiares pueden darse cuenta pronto de si hay o no rastros de su paradero.
Por ejemplo, si una persona desaparece camino a su trabajo, muy pronto se va a saber sobre su ausencia. En cambio, es posible que la desaparición de una persona en situación de migración se conozca hasta mucho después de que ocurrió.
En estos casos, es de esperar que las familias no sepan qué hacer, pues nadie está capacitado para enfrentar este tipo de sucesos. Tampoco deben sentirse culpables por no haberse dado cuenta de la situación con rapidez.
Lo primero que se debe hacer, de acuerdo con López, es confirmar que la persona no fue localizada, además de recopilar pistas sobre quién le vio por última vez y, de ser posible, identificar a dónde se dirigía.
Chimiak explicó que las familias pueden hacer dos tipos distintos de reportes.
Se puede presentar un reporte ante las comisiones estatales o locales de Búsqueda. Los datos de cada una se pueden encontrar en internet tecleando en un buscador “Comisión Estatal de Búsqueda” o “Comisión Local de Búsqueda”, más el nombre del estado o del municipio correspondiente.
No es necesario acudir presencialmente, por lo que el reporte puede ser anónimo. También es posible mandar un correo electrónico, marcar por teléfono e incluso, en algunos casos, esas instancias reciben los reportes en sus páginas de Facebook.
A partir de ahí, las comisiones deben comenzar una búsqueda inmediata. Acudir ante ellas es una alternativa para las familias amenazadas por las fiscalías o que desconfían en dichas instituciones.
La otra opción es presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado, ya sea ante el Ministerio Público o la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas.
En este caso, la denuncia debe ser presencial. Puede ser presentada por un representante legal, un familiar o un conocido. Levantarla puede tardar aproximadamente un día.
Se recomienda que, al momento de denunciar, esté presente la persona que tenga la mayor información sobre la desaparición. También se sugiere usar una libreta para anotar todos los datos que brinde la fiscalía.
Además, se necesitará una fotografía de la persona buscada, para que las autoridades vean sus características físicas.
A partir de la denuncia, se abre una carpeta de investigación y la autoridad debe de comenzar la búsqueda.
Esta denuncia permite que la familia acceda a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que a su vez otorga asesoría jurídica, atención médica y psicológica de manera gratuita. Asimismo, la denuncia también permite que se pueda solicitar una declaratoria de ausencia.
Ambos reportes —el presentado ante una Comisión de Búsqueda y la denuncia ante una fiscalía— se pueden realizar de manera simultánea. Para consultar dudas puntuales sobre cada paso, CEPAD publicó esta guía.
Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), publicó recientemente en Twitter un hilo sobre el tema.
de manera anónima: https://t.co/LWaWJQaz8c Acá una explicación: https://t.co/v32DPpXL1S
— Karla Quintana O. (@kiquinta) May 21, 2022
Aunque las autoridades están obligadas a hacer su trabajo, es posible que las familias se topen con trabas. Por ejemplo, que encuentren omisiones o malas prácticas.
En algunas ocasiones, al momento de levantar un reporte, la autoridad cuestiona si el denunciante está seguro de que la persona no se marchó por su voluntad o no se fue con alguien más. Eso es revictimización.
“Hay toda una activación de los prejuicios y de los estereotipos sexistas: si es mujer, que se fue con el novio; si es un joven, que a lo mejor se fue de farra”, dijo López.
La revictimización puede provocar que las familias desistan de denunciar en medio de los nervios, el miedo y la incertidumbre, coincidieron las especialistas.
Aunque algunas personas creen que deben esperar 72 horas para levantar una denuncia por desaparición, eso va en contra de la misma Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas. Es decir, una persona desaparecida puede ser reportada sin importar el tiempo transcurrido.
De acuerdo con Tus derechos, una guía de CEPAD para familiares de personas desaparecidas, otra omisión es que se abra una carpeta por otro delito, como secuestro, y no por desaparición.
Por ello, al levantar la denuncia, la autoridad debe mostrar el documento redactado y el cual firmará el denunciante. Además, en todo momento, la familia tiene derecho a acceder a la copia del expediente del caso y revisar los delitos imputados, así como los avances.
Tras el reporte, la autoridad debe otorgar una ficha de búsqueda. Por eso es importante —aunque no obligatorio— contar con una fotografía de la persona que se busca.
Esta ficha muestra una imagen de la persona, su nombre y datos personales, además de un número telefónico de la autoridad, para que la ciudadanía pueda ponerse en contacto en caso de que tenga conocimiento sobre su paradero.
Cuando se tiene la ficha, la familia puede difundirla en redes sociales u otras vías, como medios de comunicación. Solo en algunos casos, el análisis de riesgo determina no hacerlo porque esto podría entorpecer la propia búsqueda.
Chimiak subrayó también que en ningún caso una desaparición es culpa de la víctima. “Puede tener algún problema de consumo de sustancias o no, no lo sabemos; puede estar en algún otro tipo de problemática social, y aunque algunos de estos elementos existieran, eso no justifica de ninguna manera que una persona sea desaparecida”, dijo.
Dentro de los ámbitos legales, administrativos o laborales, existe un vacío para saber qué hacer luego de que una persona desaparece.
Por ejemplo, la familia no puede acceder a la cuenta bancaria de la persona desaparecida, deja de recibir el sueldo de la persona que no aparece, continúa con un crédito de vivienda y hasta se presentan problemas con la guardia y custodia de menores de edad.
Por eso, es importante que las familias hagan una declaración especial de ausencia.
“Existe una figura jurídica que es resultado de la diligencia de familiares de personas desaparecidas, se llama declaración especial de ausencia por desaparición, nos ayuda a brindar esa certeza jurídica a familiares de personas desaparecidas”, explicó Chimiak.
De acuerdo con la ley, esta solicitud se puede realizar tres meses después de la denuncia por desaparición realizada ante la fiscalía.
La solicitud puede ser presentada por la familia, un representante legal, el Ministerio Público —a petición de los familiares—, un asesor jurídico o cualquier persona relacionada afectivamente con la persona desaparecida.
Para ello se pedirán datos laborales y patrimoniales de la persona desaparecida, con el fin de que sus bienes sean protegidos.
Algunos beneficios de esto son que no se retiren los bienes que estaban siendo pagados por la persona desaparecida a través de un crédito o una hipoteca. También, que se siga otorgando servicio médico a los familiares directos, de acuerdo con los derechos laborales de la persona desaparecida.
Quienes buscan a sus desaparecidos se preguntan todos los días por qué desaparecen las personas. Al respecto, las especialistas señalaron que se trata de un fenómeno con diversas causas.
“No existe una sola modalidad que atraviese todas las formas de desaparición en el país, sino que está delineada por los contextos locales y regionales. Incluso, dentro de un mismo territorio, las modalidades van cambiando“, dijo López.
Al corte del 16 de mayo, los estados del país con las mayores cifras de personas desaparecidas son Jalisco, con 14 mil 951; Tamaulipas, con 11 mil 971; Estado de México, con 10 mil 994, y Nuevo León, con 6 mil 2018.
En todos ellos se registran actividades de grupos del crimen organizado dedicados al narcotráfico o la extorsión, aunque en otras entidades del país, como Tlaxcala o la propia Ciudad de México, especialistas en seguridad relacionan las desapariciones con trata de personas.