Un tribunal de apelaciones de Texas suspendió este lunes la ejecución de Melissa Lucio, una mujer estadounidense de origen mexicano condenada a muerte acusada por el asesinato de su hija, tras un polémico juicio. La suspensión se da dos días antes de la fecha prevista para que Lucio fuera ejecutada.
Otro tribunal de Texas examinará la información de sus abogados, según documentos judiciales.
La defensa afirma que nuevas pruebas científicas exoneran a su clienta y que la condena fue motivada por un falso testimonio. Asegura que la muerte de la hija de Lucio, Mariah, fue un accidente, no un asesinato.
“Le estoy agradecida a la corte por darme la oportunidad de vivir y demostrar mi inocencia” y “por tener más días para ser una madre para mis hijos y abuela para mis nietos”, declaró Lucio, quien lleva 15 años clamando su inocencia.
En las últimas, semanas se multiplicaron los llamamientos de clemencia, como el de Kim Kardashian, a favor de esta mujer con 14 hijos.
Muchos congresistas del Partido Republicano, que con frecuencia defiende la pena de muerte, habían pedido su indulto, y uno de los miembros del jurado que la condenó expresó su “profundo pesar” por haberla sentenciado a muerte.
En 2007, Mariah, de dos años, fue encontrada muerta en su casa, cubierta de moretones, días después de haberse caído por las escaleras.
Melissa Lucio, quien ha sufrido en su vida agresiones físicas y sexuales, además de drogadicción y pobreza, fue declarada sospechosa de haberle pegado.
Tras un largo interrogatorio le arrancaron una confesión, asegura Sabrina Van Tassel, directora del documental El estado de Texas contra Melissa.
“Supongo que lo hice”, respondió Lucio a los investigadores, refiriéndose a los moretones.
Después de un polémico juicio, fue condenada a muerte. Según su defensa, los peritos no tuvieron en cuenta las minusvalías de la niña, que podrían explicar la caída, ni el hecho de que las contusiones podrían deberse a un trastorno circulatorio. Ninguno de los hijos de Melissa la acusó de ser violenta.
Más tarde, el fiscal fue condenado a prisión por cohecho y extorsión, en un caso sin vínculos con el de Melissa Lucio.
“Melissa tiene derecho a un nuevo juicio justo”, dijo Tivon Schardl, uno de sus abogados.
“Hubiera sido una injusticia histórica que la ejecutaran por un crimen que no cometió, un crimen que, de hecho, nunca tuvo lugar”, comentó Burke Butler, directora de la asociación Texas Defender Service.
Es inusual que se ejecute a mujeres en Estados Unidos: solo 17 en más de mil 500 desde 1976, cuando la Corte Suprema restableció la pena de muerte, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
Melissa Lucio habría sido la primera mujer de origen hispano en ser ejecutada en Texas.
El viernes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA), instó a Estados Unidos a abstenerse de ejecutar a Lucio y a garantizar “condiciones de detención consistentes con los estándares internacionales”.
En un comunicado, recordó que Lucio es beneficiaria de medidas cautelares desde el 18 de febrero y llamó nuevamente “a eliminar la pena de muerte, o en su defecto, a imponer una moratoria sobre las ejecuciones como un paso hacia su abolición gradual”.