Las siete alcaldías de la Ciudad de México gobernadas por Morena fueron donde la gente más acudió a participar en la consulta de revocación de mandato del domingo 10 de abril, pero no en todos los casos hubo el mismo nivel de apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador: dos de ellas —Venustiano Carranza e Iztacalco— se encuentran entre las demarcaciones capitalinas donde se registraron más votos para que se le revocara del cargo.
De las 16 alcaldías, Venustiano Carranza tuvo el porcentaje más elevado de participación ciudadana, con el 24.1% del listado nominal. A nivel nacional, el promedio de participación fue del 17.77%, y a nivel CDMX, de 19.7%. Incluso, entre las siete alcaldías morenistas —Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A. Madero, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac y Venustiano Carranza—, el promedio fue de 21.5%.
De acuerdo con los cómputos distritales definitivos del INE, Venustiano Carranza, donde gobierna Evelyn Parra, fue la primera alcaldía en votos nulos, con el 1.77%. También fue la tercera que más votó a favor de la revocación de López Obrador, con el 14.1% de los sufragios emitidos en esa demarcación, solo después de dos alcaldías de larga tradición panista —Benito Juárez y Miguel Hidalgo—, en las que dicha opción fue la más apoyada por los ciudadanos, con 17.9% y 15.9%, respectivamente.
Al mismo tiempo, Venustiano Carranza fue la alcaldía de Morena que menos votos dio a favor de la “ratificación” de López Obrador (84.1%), y la número 14 de 16 en apoyar esa opción. Incluso, hubo alcaldías gobernadas por la alianza PAN-PRI-PRD, como Tlalpan, Cuajimalpa o Coyoacán, donde el presidente recibió más respaldo que en Venustiano Carranza.
Iztacalco fue la sexta alcaldía que más votó a favor de que López Obrador fuera removido de la presidencia, con el 11.06% de respaldo a dicha opción. Esa demarcación, gobernada por Armando Quintero, fue noveno lugar estatal en apoyar la opción de “ratificar” a López Obrador, con 87.4%.
Las expresiones de castigo a la administración de López Obrador también se dieron de manera aislada en otras alcaldías gobernadas por Morena.
Por ejemplo, en Gustavo A. Madero se localizó la casilla en la que la opción de la revocación fue la más votada de toda la ciudad, con 400 sufragios; se trata de la contigua 1 de la sección 910. Ahí, en contraste, la opción de “ratificar” a López Obrador fue apoyada por apenas 18 personas.
Otro ejemplo destacable se dio en Tláhuac. Allí, en la sección 3659, se ubica la segunda casilla a nivel estatal en la que fue más votada la opción de la revocación, con 356 sufragios. Solo 21 ciudadanos apoyaron la “ratificación” del presidente.
En Iztapalapa, hubo otras dos casillas —la básica de la sección 2802 y la contigua de la sección 2786— donde, con 350 y 306 votos, respectivamente, la revocación de López Obrador fue la opción más votada, contra los 14 y 18 sufragios que apoyaron la “ratificación”.
En la elección federal intermedia de 2021, Morena recibió un voto de castigo ciudadano y perdió cuatro alcaldías frente a candidatos de la alianza PAN-PRI-PRD, en lo que significó la derrota electoral más contundente para López Obrador, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y el partido de ambos en ese año.
En promedio, el principal apoyo al presidente tuvo lugar en Xochimilco y Milpa Alta, alcaldías que comparten distrito electoral, seguidas de Tláhuac, Iztapalapa y Gustavo A. Madero. En esas demarcaciones de Morena, López Obrador obtuvo del 88% al 90% de votos favorables a su gestión, los más altos de la capital.
La alcaldía que sigue en quinto lugar en la lista de apoyo no es, sin embargo, gobernada por el partido del presidente. Se trata de Tlalpan, donde Sheinbaum fue alcaldesa y donde López Obrador tuvo durante años su residencia. Se trata de una de las demarcaciones que Morena perdió en 2021.
En esa alcaldía, López Obrador recibió el 87.6% de votos favorables a su “ratificación”, contra un 10.9% de ciudadanos del listado nominal que pidió la revocación de su cargo.
Después de Tlalpan, las demarcaciones que más respaldaron al presidente fueron Cuajimalpa, Álvaro Obregón y Coyoacán, también gobernadas por la alianza PAN-PRI-PRD, con una aceptación de más del 87%.
En noveno lugar de apoyo aparece Iztacalco, donde aún gobierna Morena, y, después, otras tres alcaldías de la oposición: Magdalena Contreras (87.4%), Coyoacán (86.8%) y Cuauhtémoc (85.5%).
Venustiano Carranza (Morena), Miguel Hidalgo y Benito Juárez (PAN-PRI-PRD) están hasta el fondo del respaldo a la gestión de López Obrador y, a la inversa, en la cima de la votación negativa.
Consejeros del INE afirmaron que las causas por las que la participación ciudadana varió entre alcaldías son multifactoriales y no están necesariamente relacionadas con la figura o gestión de López Obrador, sino con la naturaleza misma de la elección.
La consejera Dania Ravel, presidenta de la Comisión de Vinculación con OPLES, señaló que no se deben establecer comparaciones entre la participación registrada en la revocación de mandato y otros procesos de elección ordinarios, como los comicios presidenciales de 2018 o los intermedias de 2021, pues se trata de instrumentos diferentes.
En entrevista, señaló que el nivel de participación en la capital fue elevado, e incluso superior al promedio registrado a nivel nacional. Refirió que la cifra fue tan positiva que de hecho fue también mayor a la registrada en la consulta popular del año pasado, el proceso participativo que por sus características es más próximo —y comparable— a la revocación.
“Para mí no son comparables las elecciones con un proceso de democracia directa; incluso entre propias elecciones nosotros hemos hecho análisis en donde hay diferencia. No es la misma votación o participación cuando está en juego una diputación federal que cuando está en juego la Presidencia de la República y todo el Congreso de la Unión. Son distintos factores que se tienen que revisar”, explicó.
“Creo que sí tenemos que esperar un poco más a tener la oportunidad de hacer otra implementación similar (de revocación de mandato) para empezar a hacer estos comparativos”.
Ravel reconoció, sin embargo, que sí existen elementos de la ley que pueden mejorarse para favorecer la difusión del ejercicio de revocación y fomentar que la ciudadanía adopte la herramienta.
“Hay muchos factores que se tienen que considerar, por ejemplo, el corto tiempo de socialización que se tuvo para el tema de revocación de mandato, incluso la restricción de difusión que se tuvo también para este tema, en donde se dejó toda la responsabilidad al INE. Nosotros nos apoyamos en los OPLE, pero también en la legislación había algo muy extraño que no ocurre en las elecciones: que los tres días previos a la jornada consultiva se tenía que suspender la promoción y difusión que hace el INE de la revocación, pero eso es inaudito. Esas cuestiones sui generis de diseño legislativo se tienen que revisar para poder llegar a una respuesta”, comentó.
“Otra de las cuestiones es un tema de educación cívica, la gente se tiene que ir familiarizando con estos procedimientos de democracia directa, tiene que apropiarse de ellos conociendo más para que eso motive una mayor participación; es una de las cuestiones en las que tenemos que trabajar. Desde luego que también es importante tener los recursos para hacer una implementación óptima de estos ejercicios”, consideró.