Aunque el representante de Estados Unidos para el clima, John Kerry, dijo que en la reunión que tuvo con el gobierno mexicano se acordó un grupo de trabajo conjunto para la reforma eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que “no se aceptó” tal propuesta y que tampoco considera modificar la iniciativa.
“Sí hubo un planteamiento de que se mantuviese la comunicación sobre el tema y que participara un grupo, pero ellos plantearon eso y yo me quedé callado. No se aceptó”, dijo el mandatario mexicano durante la conferencia matutina de este 1 de abril.
López Obrador manifestó que “no podría aceptarse” la participación del gobierno estadounidense en la discusión de la reforma eléctrica, y agregó que la iniciativa “se queda como está”.
En cambio, dijo, el compromiso fue enviarles una copia de la propuesta de reforma, y aseguró que no violaría el tratado comercial con Canadá y Estados Unidos (T-MEC), porque busca terminar con prácticas que considera corruptas.
Tras la reunión de la comitiva estadounidense con el presidente mexicano y miembros de su gabinete, Kerry afirmó: “Acordamos tener un equipo encabezado por [Ken] Salazar aquí en México que trabajará con la Casa Blanca y con nuestra oficina para asegurarnos que lo que salga del esfuerzo de la reforma refleje la mejor forma para avanzar”.
“La reforma energética está sobre la mesa aquí en México y presentamos junto con nuestro embajador, el exsenador Ken Salazar, presentamos ideas de cómo esa reforma puede reflejar de mejor forma las posibilidades de avanzar efectivamente”, agregó el enviado de Estados Unidos.
“Acordamos un conjunto de principios que tenemos la esperanza de que serán incorporados en la reforma de energía”, dijo Kerry en una entrevista con el diario Reforma.
En febrero pasado, López Obrador defendió ante Kerry la reforma eléctrica de su gobierno, argumentando que respeta lo convenido en el T-MEC y que favorece las energías limpias, además de combatir “negocios sucios”.
Los críticos de esa reforma, además de advertir que podría contravenir el T-MEC, afirman que apuesta por la generación de energías fósiles.
La iniciativa del presidente reserva al menos 54% de la producción de electricidad a la estatal CFE, contra el 38% actual y el 62% que detenta el sector privado.