Como cada temporada de estiaje la captación de agua en los sistemas para municipales se reduce y las familias deben comprarla en pipas, lo que afecta la economía familiar. Sonia Fernández y su familia, habitantes de la colonia Alianza Popular de Chilpancingo, quienes llevan tres meses sin recibir agua potable en sus casas, gastan en promedio 1,000 pesos mensuales en pipas, lo que representa un 35 por ciento del salario mínimo.
“Ya tenemos bien calculada el agua, cada 20 días sin falta llamamos a la pipa de 10,000 litros, que nos cobra 750 pesos”, comentó Sonia. Con esta cantidad se calculó el gasto mensual de agua de esta familia de cinco integrantes.
Por los tres meses transcurridos sin agua potable lleva 3,000 pesos gastados. “Nosotros ya ni marcamos a la pipa, al contrario, ellos ya saben y a los 20 días nos marcan preguntando si ya nos traen el agua”, contó Sonia.
Te puede interesar: Chilpancingo: sin agua y con obras inconclusas desde el sexenio de Peña Nieto
Si tomamos como base el salario mínimo, que es 172 pesos diarios, una persona con esa percepción necesita trabajar cinco días, destinando todo su ingreso, para adquirir una pipa de agua de 10,000 litros.
La familia de Sonia compró una pipa cada 20 días, entonces, su gasto para tener agua fue similar a un 35 por ciento del salario mínimo, aun cuando la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) cobra a la población por el servicio.
La realidad es que el organismo no cuenta con los recursos para abastecer completamente de agua a la ciudad. A Chilpancingo no entra el agua suficiente para abastecer a las 700 colonias que existen.
Se requieren de 600 a 700 litros de agua por segundo para que el tandeo de agua sea una vez a la semana; sólo ingresan en temporadas buenas, no como en esta de estiaje, 250 litros.
Además de la falta de agua para abastecer a la ciudad, la Capach tiene una deuda de 73 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que genera un bombeo de agua insuficiente.
El monitor de sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) indica que este año se observaron lluvias por arriba del promedio en Tabasco, Chiapas y la Península de Yucatán, pero no son suficientes para contrarrestar la sequedad del suelo en 15 de 32 estados de la República que “en estos momentos sufren de sequía extremadamente alta”, se lee en el informe de Conagua.
Aun cuando Guerrero no figura en los estados con sequía extrema, la realidad es que la falta de agua obliga a los colonos de Chilpancingo a manifestarse para exigir agua.
El jueves 7 de abril ocurrieron cinco bloqueos en distintos puntos de la ciudad para exigir a la Capach el suministro eficiente de agua: dos en el antiguo Libramiento a Tixtla, a la altura del cuartel de la Policía Municipal; dos en el barrio de San Mateo, calle s Corregidora y Humberto Osorio Regino, y otro en la colonia Emilia Zapata, donde es la tercera que protestan.
En el barrio de San Mateo, los vecinos denunciaron que llevan seis meses sin agua potable; por es razón de bloquearon las calles.
A ese punto de la ciudad llegó Arturo Carranza Martinez, del área de atención a usuarios de Capach, y se comprometió a darles dos pipas de agua para minimizar la escasez de agua en el barrio.
Dos horas después de que inició el bloqueo llegaron al barrios las pipas gestionadas por Capach, y fue que los vecinos se retiraron.
De manera simultánea en el Libramiento a Tixtla, vecinos de la colonia CNOP, Paraíso, Atlitenco de Altamira, y Ahuiyuco bloquearon la circulación, y una cuadra más adelante, en la esquina de la calle Heroico Colegio Milita, estaban los vecinos de la Alianza Popular.
En ambos bloqueos, los vecinos pedían lo mismo, el suministro de agua.
Moisés Olivares Peña, vecino de la colonia Atlitenco de Altamira, dijo que llevan de tres a seis meses sin agua, por lo que decidieron manifestarse.
Aún con los bloqueos constantes, el ayuntamiento municipal no ha presentado una estrategia o proyecto para dar solución a la problemática del agua.
Este texto se publicó originalmente en Amapola Periodismo