Más de 300 ambulancias que circulan actualmente en la CDMX, y que representan el 37.5 por ciento de todas las que hay en la capital, no han sido verificadas por las autoridades para saber si cuentan con todos los requisitos humanos y materiales para dar servicio, sin poner en riesgo a las personas. El plazo para verificarlas vence en menos de tres meses. Durante más de tres años, las autoridades solo han conseguido evaluar a 500.
La verificación sirve para corroborar que la ambulancia cuenta con el personal debidamente capacitado para ofrecer el servicio, también para revisar que los equipos funcionan adecuadamente y que los insumos y medicamentos utilizados son de calidad y no están caducos, entre otros aspectos importantes para salvaguardar el bienestar de los usuarios. De manera que en el caso de las 300 no verificadas, esto no se puede garantizar.
De acuerdo con datos obtenidos por Animal Político, de un total de 800 ambulancias que se calcula hay en la Ciudad de México, 500 ya están regularizadas, pero faltan alrededor de 300 que no han hecho el trámite para verificar si cumplen con la normativa, de estas, unas 100 son privadas. De no cumplir con el requisito, en junio próximo ya no podrán circular.
Entre 2019 y 2021, el gobierno de la capital, a través de la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México (Agepsa) y otras instancias regularizó 417 ambulancias entre públicas, sociales y privadas. En este 2022, cuando se cambió la normativa y se lanzó un programa especial para eliminar las ambulancias patito, se han logrado regularizar otras 80.
La mayor parte de las ambulancias de la Ciudad de México reúnen los requisitos establecidos, precisó Ángel González, director de la Agepsa, en una entrevista respondida por escrito a Animal Político; sin embargo se ha observado la existencia de vehículos que carecen de personal debidamente capacitado por instituciones educativas reconocidas, con equipos básicos para la atención médica que no funcionan o inexistentes y medicamentos o insumos caducos o no autorizados.
También es de conocimiento público, agregó, los reportes de algunos usuarios que son maltratados por los tripulantes de dichas ambulancias clandestinas llamadas “patito”, que son víctimas de engaño, fraude, cobros indebidos o del abandono en la vía pública de personas que requieren atención inmediata. Además se han señalado violaciones continuas a las disposiciones de tránsito y su involucramiento en accidentes en la vía pública.
Ante esto, y para reforzar la regularización que ya llevaban desde 2019, el pasado 21 de febrero se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, el reglamento para garantizar la circulación de las ambulancias de la capital del país, con el objetivo de que otorguen un servicio oportuno, eficaz y eficiente en las acciones de diagnóstico, traslado y tratamiento de pacientes ambulatorios y hospitalizados.
La verificación inició el 22 de febrero. Las unidades tienen como plazo hasta el 29 de junio para aprobarla. Desde febrero se han verificado 85 ambulancias, 31 de ellas privadas. Del total han aprobado el trámite 80, 28 de ellas particulares.
Entre las irregularidades que más se han encontrado, explicó el director de Agepsa, están que las constancias de capacitación del personal técnico de atención prehospitalaria no corresponden con el servicio prestado, por ejemplo, tienen capacitación en urgencias básicas y están dando servicio en una unidad de cuidados intensivos.
También se han encontrado equipos con mantenimiento preventivo y correctivo insuficiente, insumos inadecuados o medicamentos obsoletos, que la unidad tiene placas de otro estado o que presentan documentación sin placas, pero se tiene antecedente de registro previo de placas para esa unidad.
La verificación sanitaria de las ambulancias tiene dos componentes: el técnico que se basa en constatar que cumple con la NOM 034 enfocada a regular la atención prehospitalaria y este tipo de unidades, y que establece que el personal abordo debe tener los certificados y acreditaciones escolares de preparación para la atención médica.
Esta NOM 034 también especifica cada uno de los equipos, medicamentos y demás insumos para la atención médica indispensables para el tipo de servicio que otorga la ambulancia, que puede ser solo de traslado, de urgencias básicas, avanzadas o cuidados intensivos.
El segundo componente de la verificación es de carácter administrativo y se refiere a que la ambulancia, como toda unidad de salud, tenga Aviso de Funcionamiento ante Cofepris, lo que incluye: domicilio de base o encierro y un responsable sanitario de su funcionamiento. Debe estar debidamente identificada al exterior como ambulancia, con membretes de la empresa, placas AM emitidas por la SEMOVI y tarjeta de circulación, así como que los conductores tengan licencia tipo E, y cumplan con la verificación ambiental, entre otros.
También se exige la presentación de constancias de estudios del personal técnico o profesional, emitida por instituciones educativas reconocidas por la SEP.
El procedimiento para el trámite es primero presentar vía electrónica la solicitud de verificación de la ambulancia y aplicar la Guía de autoverificación para constatar que el vehículo cumple con los requisitos establecidos en la NOM 034. Estos se pueden consultar en https://agepsa.cdmx.gob.mx/ .
Una vez cumplido este paso se fija una fecha para que se presente a la Agepsa el vehículo y el personal, para comprobar el cumplimiento técnico y administrativo de la unidad. En caso de que falte cumplir con algún requisito o varios, se otorga un plazo de 15 días hábiles posteriores a la visita, para volver a comparecer ante la Agencia e informar las acciones realizadas para la mejora, a través de un escrito y evidencia fotográfica.
Si la unidad cumple con todos los requerimientos, se otorga un dictamen positivo y el holograma correspondiente. Este programa de regularización termina en junio, para entonces las ambulancias que no estén verificadas no podrán ya circular.
Ante la pregunta de qué se hará para suplir a las unidades que no puedan seguir dando servicio, Ángel González, director de la Agepsa, explicó que el gobierno de la Ciudad de México cuenta con una red de unidades de atención prehospitalaria, mismas que también están siendo verificadas, para garantizar la atención de urgencias a los habitantes y visitantes de la Ciudad de México y está fortaleciendo su número y capacidad de respuesta.
Se está trabajando también, aseguró, para mejorar el Sistema de Atención Prehospitalaria, al establecer mayor coordinación entre la Secretaría de Salud (SEDESA), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y el Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM).