Tras inundación en Tula, autoridades ampliarán el río para aumentar su capacidad y evitar desbordamientos
Luego del desbordamiento del río Tula, que causó la muerte de 14 personas en septiembre pasado, el gobierno federal implementará un Plan Hídrico consistente en ampliar, rectificar y revestir de concreto un tramo del río, así como desazolvar, colocar bordos, remover árboles y retirar puentes, a fin incrementar su capacidad de drenaje.
El plan, elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), también contempla incluir a representantes del gobierno de Hidalgo en el Mecanismo de Drenaje Metropolitano, órgano interinstitucional que administra el sistema de drenaje profundo del Valle de México y que el pasado 6 de septiembre tomó la decisión de enviar al río Tula aguas negras y pluviales en exceso, lo que causó su desbordamiento. Actualmente, en dicho órgano participan únicamente representantes del gobierno federal, la CDMX y el Estado de México.
Las medidas de ampliación, rectificación y revestimiento del río Tula ya habían sido ordenadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde 2017 y tenían que realizarse antes de la entrada en operación del Túnel Emisor Oriente (TEO), precisamente para aumentar la capacidad de drenaje del río y evitar desbordamientos. No obstante, la administración de Andrés Manuel López Obrador decidió no implementar dichas obras sino hasta después del desbordamiento y las muertes de septiembre.
Animal Político obtuvo documentos sobre el nuevo Plan Hídrico de la Conagua que fueron presentados en reuniones privadas del 29 de diciembre y el 15 de febrero. A ellas asistieron autoridades del gobierno federal, la CDMX, el Estado de México e Hidalgo, así como de municipios colindantes con el río Tula.
La documentación reconoce que, la noche de la inundación, por el río Tula circuló un caudal de 610 metros cúbicos por segundo (m3/s), cuando, en la actualidad, la capacidad del río es de 230 m3/s. Tan solo las descargas enviadas desde la CDMX por el Túnel Emisor Oriente y el Central aportaron por sí mismas un caudal adicional de 150 m/3.
Critican obras tardías e insuficientes
En la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto Obras y acciones de protección contra inundaciones sobre el río Tula ante la descarga del Túnel Emisor Oriente, la Semarnat ordenó a la Conagua en 2017 que, previo a la entrada en operación de dicha instalación hidráulica, se debían revestir de concreto 12 kilómetros del río y rectificar otros siete kilómetros.
Dichas obras de infraestructura y otras medidas relacionadas con el cambio de uso de suelo, tala de árboles, reforestación, reubicación de fauna y liberación de la zona federal, nunca se llevaron a cabo. Aun así, y sabiendo que el río Tula no tenía capacidad natural para drenar grandes descargas de agua enviadas desde la CDMX, autoridades federales y estatales encabezadas por el presidente López Obrador inauguraron el TEO en diciembre de 2019.
Cinco años después de la recomendación de la Semarnat para evitar inundaciones, el nuevo Plan Hídrico de la Conagua prevé obras de rectificación y ampliación del río Tula en una longitud de 3.7 kilómetros, así como obras de revestimiento de concreto a lo largo de 2.4 kilómetros, es decir, en una tercera parte del plan original.
Esos trabajos irán acompañados de labores de desazolve del cauce, despalme y retiro de árboles, instalación de bordos, relleno de estructuras y retiro y modificación de puentes, en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar).
Para Dean Chahim, ingeniero civil y antropólogo experto en el funcionamiento del sistema hidrológico del Valle de México, el plan de Conagua está diseñado únicamente para proteger de inundaciones a Tula, dejando en riesgo a comunidades ubicadas más arriba o abajo del río.
“El proyecto realmente contempla proteger nada más el centro de Tula. Lo peligroso es que esto le dará más confianza a Sacmex y Conagua de echar tanta agua al río como el 6 de septiembre pasado”, plantea el especialista.
“Es muy probable que ello inunde igual o peor Ixmiquilpan, ya que toda el agua va para allá. No hay ninguna obra de mitigación contemplada para los que viven abajo de la Presa Endhó. Es trasladar más lejos el problema. Y aunque se menciona que ‘se analizará la necesidad de ampliar la capacidad de regulación en el Valle de México’, no hay, al parecer, un verdadero plan para hacerlo”.
Incluyen a Hidalgo en toma de decisiones
El Plan Hídrico para Tula también prevé una actualización del Protocolo de Operación Conjunta del Sistema Hidráulico del Valle de México, que rige la gestión del sistema de drenaje del Valle de México.
Actualmente, aunque gran parte de las descargas de aguas negras y pluviales de la CDMX es enviada a Tula a través de túneles emisores, ni las autoridades de Hidalgo ni los cuerpos hidrológicos de ese estado estaban contemplados en la gestión y toma de decisiones.
Por ejemplo, la noche del 6 de septiembre, la decisión de activar el Protocolo de Operación Conjunta para enviar aguas al río Tula fue tomada únicamente por representantes de la Conagua, el Sacmex y la CAEM. Aunque es la parte afectada, Hidalgo no ha tenido voz ni voto.
De acuerdo con el nuevo proyecto de la Conagua para Tula, en el Mecanismo de Drenaje Metropolitano tendrá ahora lugar un representante del gobierno de Hidalgo, cuyas decisiones tendrán igual peso que las de los representantes de la Federación, la CDMX y el Edomex.
Además, el nuevo protocolo incluirá la operación de las presas Danxhó, Requena, Taxhimay y Endhó, y de los ríos Taulta y Rosas. Al día de hoy, el Protocolo de Operación Hidráulica únicamente contemplaba la gestión de las estructuras del sistema de drenaje de la CDMX.
El Plan Hídrico diseñado por la Conagua también prevé la instalación de una red de estaciones de medición automática para monitorear variables meteorológicas (como precipitación, temperatura, entre otras) e hidrométricas (nivel y caudal de ríos), con el objeto de tener en tiempo real elementos para la toma de decisiones sobre la operación de la infraestructura hidráulica.
