Frente a los ojos de todos había una camioneta, pero no cualquier camioneta. Se trataba de una que en todo su contorno sujetaba fichas de búsqueda de personas desaparecidas. Por ejemplo, anunciaba la búsqueda de Sandra Nayeli y Fátima Arisbeth, por mencionar algunas de las más de 15 mil personas desaparecidas en Jalisco.
Con ello, colectivos coordinados por la red YoVoy8deMarzo dejaron en claro que la intención de la marcha de este #8M era exigir a las autoridades el regreso de todas las mujeres desaparecidas en el estado y la investigación de los feminicidios.
A lo largo del trayecto, entre la salida en la glorieta de las y los desaparecidos y la llegada a la antimonumenta en la plaza Imelda Virgen, las manifestantes corearon una y otra vez: “¡Ni una más!”.
“Décadas de repetirlo: nos están matando. No nos hemos cansado de gritarlo, pero siguen sin escucharnos. Aquí estamos de nuevo en las calles marchando por violencias que nos atraviesan y nos hieren de frente todos los días, 11 feminicidios al día en México y más de 14 mil desaparecidos en Jalisco. Estamos hartas de que nos digan que no es para tanto”, señaló la red en un comunicado.
Mientras se repetía la frase “¡Ni una más!”, familias repletas se abrazaban y clamaban por justicia o pronunciaban el nombre de su familiar que ya no está.
Tal es el caso de la familia de Rosario, una joven de 22 años asesinada por su esposo a finales de 2021 en el municipio de Zapopan. Pese a que tenía cuatro meses de embarazo y que el esposo la había amenazado con armas, las autoridades decidieron que no había suficientes pruebas y dejaron en libertad al agresor.
Este mismo #8M, la red de Unión Diversa Jalisco recordó que el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU mantiene las exigencias de búsqueda de Kenia Duarte Pérez y Karla García Duarte, dos mujeres trans que fueron desaparecidas en septiembre de 2020 en Zapopan y de cuyas investigaciones no hay avances.
En cada momento de fractura, las familiares de las víctimas recibían amor y esperanza. Así ocurrió con Aurora, que busca a Sandra desde 2018, cuando fue vista por última vez en Guadalajara mientras se dirigía a su casa. Las asistentes, al verla sollozar, le corearon “Justicia para Sandra” y la abrazaron.
Además, en las esquinas se podían ver madres, hijas e hijos que sostenían carteles para mostrar apoyo a las manifestantes y reconocían que no querían que sus hijos fueran machos, sino hombres. Otras regalaban flores en solidaridad en la búsqueda de justicia.
También se podían ver escenas de adultas mayores que salían a sus balcones o a sus ventanas para saludar, mientras las manifestantes les gritaban “Mujer, esta es tu lucha”.
#8M22 | En Guadalajara, las familias de personas víctimas de feminicidio y desaparición se proclaman a un costado de la antimonumenta Imelda Virgen.
Piden justicia para las asesinadas y el regreso a casa de todas las desaparecidas.
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— Animal Político (@Pajaropolitico) March 9, 2022
Entre las asistentes se ayudaban a desplegar impresiones con imágenes que denunciaban a un violador, un acosador o un golpeador. “El sistema no hizo caso de mi denuncia, ayúdenme a pegar esto hermanas”, dijo una de las jóvenes mientras repartía algunas de las hojas con manos temblorosas.
Cuando el contingente llegó a la antimonumenta, en la plaza Imelda Virgen, los familiares de víctimas pudieron expresarse sobre lo que ha implicado la búsqueda y la impunidad.
Las hermanas de Imelda Virgen, una académica que fue asesinada por matones que recibieron órdenes de su esposo y cuyo caso fue el primero tipificado como feminicidio en el estado, reconocieron la serie de violencias y revictimizaciones que han vivido durante los últimos 10 años, por su proceso de acceso a la justicia y reparación del daño.
Otros familiares de víctimas exigieron la presencia del gobernador Enrique Alfaro. “Se necesita aquí de ti más que en el estadio Jalisco”, dijo el padre de Dulce, una joven que fue asesinada por su pareja, empleado del Congreso estatal.
Finalmente, algunos menores de edad clamaron por el regreso de sus madres y, con una voz quebrada, las asistentes les recordaban no están solos.