Moce Yax Cuxtal, organización civil ambientalista de Quintana Roo, denunció que las obras de desmonte y deforestación de árboles en la selva virgen de Playa del Carmen ya arrancaron para abrir paso al nuevo trazado del Tramo 5 del Tren Maya.
Hasta el momento, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) no ha dado a conocer oficialmente cuál será el nuevo trazado de la obra, ni tampoco las conclusiones de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el nuevo proyecto, luego de que en enero pasado anunció que el Tren Maya ya no irá por un paso elevado en la carretera federal 307 —que va de Playa del Carmen a Tulum—, sino por el interior de la zona selvática.
Sin embargo, Moce Yax Cuxtal registró ayer en fotografías y videos que la tala de árboles ya comenzó en un área aproximada de 12 kilómetros al norte del municipio, a unos pocos kilómetros del relleno sanitario y del fraccionamiento Marsella, y también al poniente de la localidad.
Laura Patiño Esquivel, presidenta de Moce Yax Cuxtal, explicó en entrevista que en la organización recibieron reportes ciudadanos de que se estaban produciendo labores de tala en la selva, y se trasladaron personalmente a dos puntos.
En uno de ellos, dijo la activista, vieron vehículos de Grupo México, una de las empresas contratadas por Fonatur para la construcción del tren en el Tramo 5, y operarios les comentaron que, en efecto, la tala y el desmonte eran parte de las obras del nuevo trazado que correrá por la selva de Playa del Carmen hasta Tulum.
Hasta el cierre de edición la noche de este martes, Fonatur no había respondido a los mensajes de este medio preguntando si las imágenes de tala registradas por la organización civil ambientalista corresponden al nuevo trazo de la obra.
“En ninguno de los dos lugares que visitamos vimos algún letrero que dijera qué es lo que se está construyendo en ese lugar, ni cuáles eran los permisos de construcción, nada. Por eso denunciamos ante la Dirección de Medio Ambiente del municipio”, señaló Patiño Esquivel.
La activista también denunció que la tala haya comenzado sin contar con estudios de ningún tipo, ni de impacto ambiental, ni geológicos, ni hidrológicos, ni tampoco socioeconómicos.
“Es algo sumamente grave. Es un ecocidio total”, insistió Patiño Esquivel, quien recordó que al interior de la zona selvática por donde se pretende pasar el nuevo trazo del Tren Maya hay múltiples sistemas de ríos subterráneos, cavernas y cenotes, que estarían en riesgo ante este megaproyecto en el que se invertirán al menos 180 mil millones de pesos.
“Es muy preocupante que no conozcamos los estudios de impacto ambiental, porque no sabemos cuál es la viabilidad del proyecto en un ecosistema que es tremendamente frágil, en el que abajo, en el subsuelo, tenemos cavernas, ríos subterráneos y cenotes, y arriba hay una selva con infinidad de flora y fauna como jaguares”, expuso la presidenta de Moce Yax Cuxtal. Añadió que en la organización están preparando un escrito en el que activistas y ciudadanos demandarán al presidente Andrés Manuel López Obrador detener las obras del nuevo trazo del Tren Maya en Playa del Carmen.
El pasado 22 de febrero, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), tras una revisión de la Cuenta Pública 2020, señaló en un informe que el proyecto del Tren Maya no tiene identificados cuáles serán los impactos ambientales que generará la construcción de más de 600 kilómetros de vías en los tres primeros tramos, que van de Palenque, Chiapas, hasta Izamal, Yucatán, ni cuáles serán las medidas de prevención, mitigación y recuperación ecológica, ni cuánto invertirá para restablecer las zonas afectadas.
Además, la ASF observó que en los tramos 2 y 3 del proyecto las obras del tren arrancaron sin contar antes con la MIA que detallara tanto los daños ecológicos previstos con la construcción como las medidas de mitigación y restauración.
La Auditoría también advirtió que ante la premura de las obras del Tren Maya —el proyecto debe estar listo para finales de 2023, la fecha fijada públicamente por el presidente López Obrador— existe el riesgo de que las labores de salvamento arqueológico de todas las piezas que se van encontrando durante las obras no se lleven a cabo con el tiempo que requieren.
En su informe, la ASF expuso que Fonatur informó que, en 2020, se identificaron 3 mil 728 monumentos en áreas de afectación en los tramos 1 al 4, de los cuales 292, el 9%, requieren de excavación, conservación, restauración, análisis y, en su caso, reubicación de la obra. A estos 292 monumentos arqueológicos se les clasificó con el código número 4.
Mientras, otros 136 monumentos, el 4%, requieren de medidas técnicas para la conservación y protección en el derecho de vía del tren.
En cuanto a los tramos 5, 6 y 7, se identificaron hasta 957 monumentos arqueológicos, de los cuales 58 se ubicaron dentro del trazo.
“El grupo auditor de la ASF identificó que existe un riesgo relacionado con el tiempo necesario para desarrollar los procedimientos asociados al cumplimiento del salvamento arqueológico”, recalcó la Auditoría en su informe, en el que agregó que el Fonatur no contó con un protocolo que detalle las etapas a seguir para orientar las acciones de excavación, conservación y restauración, así como el análisis de los materiales arqueológicos que se encuentren.