En lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador más de 1 mil 400 policías han sido asesinados en enfrentamientos, emboscadas y agresiones directas con personas armadas. En promedio, tan solo en lo que va de 2022 al menos un policía ha perdido la vida, todos los días, en este tipo de eventos.
El recuento de agresiones y asesinatos contra policías, realizado por la organización civil Causa en Común –a partir de registros públicos– muestra que el estado de Guanajuato es, por mucho, la entidad en donde más agentes de seguridad han sido asesinados con más de 200. En contraste, Campeche es la entidad con menos agresiones contra policías con apenas un caso.
Zacateas es un foco rojo. En tan solo tres años, de 2019 a 2021, la cifra de policías asesinados se ha disparado 300%, más que cualquier otro estado del país. El crecimiento de los homicidios de policías en la entidad ha sido paralelo al avance de la violencia homicida en el estado.
De acuerdo con el registro, el nivel de violencia en contra de los agentes del orden en lo que va de este sexenio se mantiene en niveles similares a lo registrado en 2018, el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, y en el que fueron asesinados 452 policías en todo el país, en promedio 1.2 casos diarios.
Para 2019, ya en el actual sexenio, la cantidad de policías que perdieron la vida en circunstancias de violencia llegó a 446 casos, el mismo promedio de 1.2 casos todos los días. En 2020 la cifra creció hasta 524 policías muertos en enfrentamientos o agresiones del crimen, un promedio de 1.4 casos todos los días. Y en 2021 el dato preliminar es de por lo menos 400 agentes asesinados, un promedio de 1.1 todos los días.
Si a estos casos se le suman los de 37 policías que fueron asesinados tan solo en enero de 2022, la cifra de policías muertos en situaciones de violencia durante el sexenio de López Obrador llega a los 1 mil 407 casos.
Al analizar los datos por estado se advierten contrastes importantes. Por mucho los policías municipales, estatales y judiciales de Guanajuato son los que registran la mayor cantidad de bajas en sus filas este sexenio: en total 213 bajas en sus filas, prácticamente el doble de lo que registra la segunda entidad con mas casos, el estado de México, que acumula 113 agentes asesinados.
Desde junio de 2020 Animal Político documentó la escalada de violencia que se registraba en Guanajuato en contra de agentes policiales, principalmente municipales. Varios de ellos fueron agredidos cuando no se encontraban en funciones, o estaban en labores de vigilancia, pero desarmados. En emboscadas o agresiones directas, sin posibilidad siquiera de que pudieran defenderse.
El tercer estado con más policías asesinados es Chihuahua con 95 uniformados que han perdido la vida; le sigue Guerrero con 90 policías abatidos; y Michoacán y Veracruz con 89 casos cada uno respectivamente.
Y en séptimo sitio ya se encuentra Zacatecas, entidad que acumula 83 policías asesinados. En dicho estado la situación se ha ido agravando progresivamente para las fuerzas de seguridad. Pasaron de registrar nueve policías asesinados en 2019, a 26 en 2020, y hasta 36 en 2021. Y tan solo en enero de este año la entidad acumula 12 nuevos casos, mucho más que cualquier otro estado.
Un común denominador en estos estados es la fuerte presencia del crimen organizado. La muerte de los uniformados se ha dado en contextos de una fuerte violencia desatada por las rivalidades de grupos criminales, como han reconocido las propias autoridades. Entidades como Guanajuato, Chihuahua y Zacatecas registra, de hecho, las mayores tasas de violencia homicida en el país.
La lista de 10 entidades con más policías asesinados la cierran Jalisco que acumula 76 casos, Sonora con 60 de ellos, y Ciudad de México con 57. En el caso de la capital del país, la cifra tienen la atenuante de que se trata de la corporación local con la mayor cantidad de elementos.
En contraste con los casos mencionados, hay ocho entidades que ni aun sumando todos sus casos alcanzan a una sola de los estados mencionados en los diez primeros lugares. Se trata, al menos en términos del riesgo de perder la vida en funciones, de las entidades más seguras para trabajar como policía.
Campeche es la entidad con menos casos de acuerdo con los registros de Causa en Común con un policía asesinado en tres años. Su único caso se registró apenas en 2021. Después se ubica Yucatán con dos policías que han perdido la vida en circunstancias de violencia, y Aguascalientes con tres de ellos. De manera coincidente, se trata de las entidades con las menores tasas de homicidio en general.
Baja California Sur reporta cuatro policías asesinados, un promedio de un caso al año. Después está Nayarit con cinco agentes caídos; Querétaro con siete; y Tlaxcala e Hidalgo con ocho casos respectivamente.
En resto de las entidades del país registra entre 10 y 50 casos de policías que han perdido la vida en sus calles.
En las primeras cinco semanas de este año la cifra de policías asesinados ya asciende a 37 casos; las agresiones, hasta el momento, se concentran en 13 entidades federativas. Si se mantiene este promedio el año cerraría, nuevamente, con más de 400 elementos agentes de seguridad abatidos.
En el caso de Zacatecas, el municipio de Fresnillo es el foco rojo. El 11 de enero pasado, por ejemplo, tres policías municipales fueron literalmente emboscados pro un grupo de sujetos armados que les disparó en múltiples ocasiones con armas largas, cuando circulaban en un recorrido de patrullaje. No tuvieron ni oportunidad de defenderse.
El 26 de enero se confirmó otro multihomicidio en contra de policías de Zacatecas. Los cuerpos de tres agentes municipales de Sombrerete fueron abandonados, sin vida, dentro de una camioneta estacionada en una de las avenidas de esa localidad. Todos tenían heridas por armas de fuego.
Luego de Zacatecas hay tres entidades que registran, cada una, cuatro policías asesinados: Sonora, Veracruz y el estado de México.
Uno de esos casos se registró el 2 de febrero en Guaymas, Sonora. De nuevo, y con el mismo modus operandi, sujetos armados dispararon en múltiples ocasiones en contra de una unidad de la policía municipal sin mediar ningún tipo de provocación. El saldo fue de dos elementos que perdieron la vida.
Otro caso, pero en circunstancias distintas, se registró el pasado 28 de enero en la alcaldía de Azcapotzalco, Ciudad de México. En este caso los hechos ocurrieron cuando policías capitalinos desplegaron un operativo en torno a un domicilio en el que se tenían registros de distribución de drogas. Al llegar al sitio los agentes fueron recibidos a balazos pro las personas que se encontraban en el interior, lo que dio pie a un enfrentamiento entre ambos bandos.
El saldo final de este choque fue de cuatro personas muertas, entre ellas dos elementos de la policía capitalina, mientras que otro mas resultó lesionado.