El ferrocarril del Istmo de Tehuantepec se descarriló a la altura de la comunidad de Palomares, en el municipio de Matías de Romero, Oaxaca.
El hecho ocurrió al mediodía del pasado sábado 19 de febrero, cuando los últimos cuatro vagones del tren se salieron de la vía y destruyeron los durmientes -los retablos de madera-. De acuerdo con Protección Civil del Estado, los daños solo fueron materiales.
Una página de noticias en Facebook muestra cómo se veían los daños.
El tren salió de la localidad de Medias Aguas, en Veracruz, con un cargamento de cemento que se dirigía hacía el municipio de Ixtepec, Oaxaca.
Por el hecho se cuestionó a Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec ( FIT), pero solo mencionó que ya investiga las causas, aparentemente la falta de balastro -piedra- que mantiene fijas las vías fue lo que ocasionó el descarrilamiento.
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El tramo afectado es parte del ‘Corredor Interoceánico Istmo de Tehuantepec’, uno de los megaproyectos impulsados por el Gobierno Federal que contempla la rehabilitación de las vías férreas para conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico.
En junio de 2020 se anunció la rehabilitación de 185 kilómetros de estas vías y se estima se tuvo una inversión de más de 3 mil millones de pesos.
Para noviembre de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo -los puertos, ferrocarriles y parques industriales- serían manejados por una empresa que esta bajo custodia de la Secretaría de Marina.