El cuerpo de un bebé, de aproximadamente tres meses, fue hallado en la basura del penal de San Miguel, ubicado en la ciudad de Puebla.
La Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) informó que fue el lunes cuando se localizó el cuerpo del bebé varón, que presentaba una cirugía a nivel abdomen.
La dependencia informó que se tiene abierta una carpeta de investigación y se sigue con el caso.
Saskia Niño de Rivera, presidenta de la organización ReInserta, denunció la muerte del menor y señaló que éste ingresó en una visita familiar.
“El bebé no vivía en el penal, ingresó, venía de visita, se sospecha que murió adentro del penal, no especifican si murió asesinado, sólo reportan que tenía una herida en el abdomen”, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula.
En un comunicado, la organización ReInserta denunció que la muerte del menor pasó desapercibida y que fue un interno del mismo penal quien notificó el hecho “al encontrarlo en los contenedores de basura de este penal”.
Por lo que condenaron el hecho y afirmaron que las autoridades, encabezadas por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, están completamente rebasadas para mantener el control del penal.
Denunciaron la falta de protocolos para el ingreso y espacios seguros para que los menores que están directa o indirectamente en contacto con las cárceles.
“Reprobamos la falta de implementación de los protocolos de ingreso y la falta de espacios seguros para que las niñas y niños que están directa o indirectamente en contacto con las cárceles puedan convivir con sus familiares de forma segura.
“Estos menores de edad están expuestos constantemente a la violencia derivada por el descuido de la autoridad al interior de los Centros Penitenciarios. Esta normalización de la violencia repercute y pone en peligro sus vidas”, señaló la organización.
Por los hechos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación y solicitó medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios del estado de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de la entidad, a fin de que se colabore con la investigación que permita esclarecer lo que ocurrió.
“La CNDH, además de repudiar tales actos y el destino dado al cuerpo del menor, hace un llamado puntual a la Fiscalía General del estado de Puebla a efecto de realizar una investigación seria, comprometida, diligente y eficaz que permita el esclarecimiento de los hechos y determine las responsabilidades correspondientes”, sostuvo en un comunicado.
A las autoridades del gobierno de Puebla exigió reforzar los controles de vigilancia, seguridad, revisión e ingreso en dicho CERESO y en todos los centros de ese estado, a fin de evitar que hechos como estos se repitan.
El organismo alerto que durante su visita de supervisión penitenciaria a este CERESO se han detectado importantes irregularidades en el rubro de gobernabilidad, respecto a las deficiencias en el ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno); insuficiencia de personal de seguridad y custodia.