La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo las expectativas de crecimiento para México para este año y 2022.
El organismo prevé que la economía mexicana cierre 2021 con un Producto Interno Bruto (PIB) de 5.9%, menor al 6.3% de la estimación previa de septiembre. Para 2022 el nuevo pronóstico es de 3.3%, debajo del 3.4% estimado apenas hace dos meses.
Destacó que con una proporción creciente de la población vacunada y la mejora del mercado laboral, el consumo interno será un motor clave del crecimiento.
Prevé que la inflación cierre 2021 en 5.6% y que para el próximo año desacelere a 4.4%. Aunque advirtió que “puede ser más alta durante más tiempo de lo anticipado, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, y requiriendo un endurecimiento de la política monetaria mayor que el proyectado, lo que debilitaría la recuperación”.
Además, puntualizó que la política monetaria debería endurecerse gradualmente más si la inflación no converge con el objetivo del 3% del Banco de México.
También planteó que México debería mejorar su nivel de recaudación para atender las necesidades de gasto sociales.
“La proporción de impuestos en el PIB de México es la más baja de la OCDE y es inferior a la de otros países de la región. Para atender las necesidades crecientes de gasto en educación, sanidad o protección social, sin renunciar al compromiso de sostenibilidad de la deuda, sería necesario aumentar los ingresos tributarios”, dijo.
La OCDE advirtió que la variante de COVID ómicron puede ser una amenaza para la recuperación económica global y recortó sus proyecciones para el crecimiento mundial en 2021, abogando por una distribución más rápida de las vacunas.
La economía mundial podría crecer 5.6% este año, anticipó en sus proyecciones la organización, es decir un retroceso de 0.1 puntos en comparación sus anteriores previsiones hechas en septiembre.
En tanto, las proyecciones para la actividad en 2022 siguen acorde a sus anteriores pronósticos de una expansión de 4.5%.
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El organismo indicó en esta actualización de sus pronósticos que los focos de baja vacunación pueden terminar siendo el “caldo de cultivo” de formas más letales del virus.
Este informe no contiene estimaciones sobre el surgimiento de la variante ómicron, detectada hace unos pocos días y cuyas consecuencias para la economía mundial todavía son inciertas.
En la conferencia de prensa para presentar el informe, la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, expresó sus preocupaciones.
“Estamos preocupados por el hecho de que esta nueva variante, ómicron, agrega incertidumbre al clima ya existente, lo que puede representar una amenaza para la recuperación” económica, afirmó la economista.
El organismo señaló la existencia de “realidades económicas muy diferentes” entre distintas regiones y estimó que “la recuperación seguirá siendo precaria” mientras no se distribuyan vacunas en todo el mundo.
El informe de este organismo con sede en París indicó que la recuperación global sigue en marcha, pero que ha perdido “impuso”.
La OCDE indicó que seguía siendo “cautelosamente optimista” sobre la recuperación. Sin embargo, advirtió que las desigualdades en los sistemas de salud, las políticas públicas, las dificultades de trabajadores de algunos sectores y un alza de los precios más duradera a lo anticipado son “preocupaciones clave”.
“La principal prioridad sigue siendo asegurar que las vacunas sean producidas y desplegadas lo más rápido posible por el mundo, incluyendo las dosis de refuerzo”, indicó la organización. “La recuperación sigue siendo precaria e incierta en todos los países hasta que esté asentada”.
En un escenario más auspicioso, los brotes podrían continuar generando restricciones de movimiento, lo que puede tener consecuencias duraderas en los mercados de trabajo, la capacidad de producción y los precios, señaló el organismo.
“En un escenario más rudo los focos de baja vacunación pueden terminar siendo el caldo de cultivo de cepas más letales del virus, lo que puede dañar las vidas y el sustento”, indicó en el informe Boone.
Con respecto a una de las preocupaciones claves que pesan sobre la economía mundial, la OCDE indicó que espera que la inflación alcance un pico a finales de este año, antes de ceder gradualmente en los 38 países que componen el organismo, que incluye a países ricos y a naciones en vías de desarrollo como México y Chile.
El alza de los precios ha provocado conmoción en los mercados ya que los inversores temen que los bancos centrales suban las tasas antes de lo previsto para anclar la inflación.
En este sentido, la OCDE urgió a los responsables de las políticas públicas a que “comuniquen de forma clara” sobre cuánta es su tolerancia a que la inflación exceda los objetivos.
En el informe, el organismo destacó que han surgido “desequilibrios marcados” en la recuperación entre los distintos países.
Para la zona euro, la OCDE proyectó un leve recorte de su previsión de crecimiento para 2021 a 5.2% y para Estados Unidos, la OCDE volvió a revisar sus pronósticos, estimando un crecimiento de 5.6% para este año y de 3.7% para el próximo.
Para China, la segunda economía mundial, el pronóstico fue recortado a una expansión de 8.1% este año y 5.1% en 2022.
Para Brasil, la OCDE recortó en 0.2 puntos sus previsiones para 2021, augurando un crecimiento de 5%, con un panorama también más sombrío que en su anterior informe para el próximo año, con una expansión proyectada de 1.4%, es decir 0.9 puntos menos.
Tras esta desaceleración, el organismo proyecta un crecimiento de 2.1% en 2023.
La OCDE indicó que la recuperación global y la fuerte demanda de materias primas y la débil tasa de cambio sostuvieron las exportaciones brasileñas, pero señaló que hay perturbaciones del suministro, una caída del poder de compra y un aumento de las tasas de interés.
Además señaló las incertidumbres sobre el comportamiento del sector público ralentizaron el ritmo de la recuperación.
Con información de AFP