El académico Mauricio Merino, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), aseguró que desde las instituciones educativas sí se denunció y se enfrentó la corrupción de todos los gobiernos desde los años 80, “aún desde antes y sin excepción”.
Merino calificó como “calumnias” los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador de que los investigadores “callaron como momias” frente a actos de corrupción de gobiernos pasados.
“Para ser momias, somos unas momias muy ruidosas. No es verdad lo que ha dicho el presidente López Obrador y hay que decirlo, porque como parte de la defensa de la democracia debemos enderezar la verdad y no tolerar de los poderes públicos, de ningún poder público, sea el que sea, incluso el más alto, como es el caso, la mentira y la calumnia”, sostuvo.
El también exconsejero del Instituto Federal Electoral (IFE, actualmente INE) hizo un llamado a no aceptar que el hombre más poderoso del país ni nadie abuse de su condición sin dar respuesta y sin resistencia.
“Eso no, eso nunca porque ese abuso sistemático es la causa original y eficiente de la corrupción”, dijo durante su participación en Seminario Internacional Corrupción y Política en América Latina, en la FIL de Guadalajara 2021.
Mauricio Merino acusó que hay una campaña de desprestigio y de linchamiento de parte de López Obrador contra instituciones educativas como el CIDE, así como contra el INE y el INAI, a quien consideró las “instituciones más estigmatizadas por la Presidencia de la República”.
Asimismo, mostró una serie de publicaciones e investigaciones que se han hecho desde el CIDE, los cuales exponen y denuncian corrupción, opacidad y abusos desde el poder político.
El académico señaló que fue la Red por la Rendición de Cuentas (RRC), un conjunto de organizaciones civiles del que es director, la que produjo el primer parlamento abierto de la historia moderna de México, desde donde se redactó la legislación general en materia de transparencia y se acentuó la necesidad de establecer el actual Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Reconoció que es difícil que el mandatario rectifique su postura, “nunca lo hace y tampoco se lo pediría porque de sobra sé que no escucharía”, dijo el politólogo.
“Cómo iba a escuchar (el presidente) a un profesor de la UdeG y del CIDE, que además trabajó en el IFE, todos esos estigmas juntos, imposible. Los abrazos del presidente son para otros”, ironizó.