Tres días después de que agentes de la Guardia Nacional tirotearan a un pick up que trasladaba migrantes en el Ejido Echegaray, Chiapas, todavía no está claro el número de víctimas mortales y heridos provocados por la acción policial. Después de que el martes por la tarde se extendiese la noticia de que un segundo migrante podría haber muerto en los sucesos del domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio por buena esta cifra. “Perdieron la vida dos migrantes, les dispararon”, dijo en la conferencia de prensa matutina. Esta versión fue desmentida posteriormente, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la secretaría de Salud del gobierno de Chiapas, que mantienen que solo un migrante perdió la vida.
El ataque tuvo lugar el domingo cuando un pick up con 14 migrantes trataba de avanzar por un camino de terracería a 150 kilómetros de Tapachula. Según el relato de la Guardia Nacional, la camioneta ignoró el alto dado por los oficiales y “trató de embestirlos”, por lo que estos hicieron uso de sus armas.
La cifra de víctimas sigue siendo confusa. Cuando ocurrieron los hechos, la Guardia Nacional reconoció un muerto, de nombre Cristóbal y de nacionalidad cubana, y cuatro heridos, que habrían sido trasladados a diversos centros médicos. El presidente López Obrador elevó el número de muertos a dos, pero esta cifra fue luego desmentida por el INM y de la secretaría de Salud del gobierno de Chiapas, que aseguraron haber cruzado los datos en los hospitales y no tener registro de un segundo muerto.
Animal Político pudo confirmar que dos de los lesionados se encuentran graves pero estables, una mujer cubana en el hospital general de Tapachula y otro en el de Pijijiapan, el municipio más cercano al lugar del ataque. Otro de los heridos ya habría sido dado de alta y estaría bajo custodia de las autoridades.
Además del número de víctimas, sigue siendo una incógnita qué ocurrió en la madrugada del domingo, cuando fue tiroteada la pick up con migrantes. En un primer momento la Fiscalía General del Estado (FGE) aseguró que en la camioneta apareció un arma larga y un cargador. Este hecho desapareció del comunicado de la Guardia Nacional, pero imágenes que circularon posteriormente se aprecia un arma justo bajo el cuerpo del migrante que murió tiroteado. No es habitual que migrantes porten armas, incluso en el caso de que fuesen trasladados por un pollero (como se conoce a los guías que los acompañan hasta la frontera de EU), por lo que activistas de Derechos Humanos como Luis Villagrán, que acompaña a la caravana, plantean la duda de si las autoridades quisieron “sembrarla”.
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El caso está ahora en manos de la Fiscalía General de la República (FGR), por ser una investigación que implica a agentes federales. Animal Político consultó a la institución sobre las diligencias que se han llevado a cabo pero no recibió respuesta. Fuentes oficiales que hablaron bajo condición de anonimato explicaron que hay cuatro agentes investigados a los que deberá practicarse la prueba de rodizonato de sodio para determinar quién disparó y cuáles fueron las circunstancias.
El presidente López Obrador fue crítico con la actuación de los soldados. “De unos migrantes que fueron baleados por la Guardia Nacional, ya di instrucciones para que se ponga a disposición a estos elementos de la Guardia Nacional del Ministerio Público, porque perdieron la vida dos migrantes, les dispararon”, dijo, tras reconocer que los migrantes no dispararon ni trataron de agredir a los oficiales.
“Esto no se debe de hacer, hay otras formas de detener a quienes están violando las leyes, esto se llevó a cabo en un camino rural de Pijijiapan, Chiapas. Pudieron haberlos detenidos más adelante, cerrarles el paso, sin tirarles. Son cosas que se están viendo y seguir al pendiente”, dijo.