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Pobladores aceptan activación de presa El Zapotillo sin inundar los pueblos; piden vertedero
Pobladores aceptan activación de presa El Zapotillo sin inundar los pueblos; piden vertedero
Siboney Flores
7 minutos de lectura

Pobladores aceptan activación de presa El Zapotillo sin inundar los pueblos; piden vertedero

10 de octubre, 2021
Por: Siboney Flores
@SiboneyFt 

“Temaca vive, la lucha sigue. Temaca vive, la lucha sigue”, era la frase que habitantes de Temacapulín, Palmarejo y Acasico coreaban mientras algunas lágrimas se hacían presentes.  Los pobladores tomaron una decisión sobre la presa El Zapotillo. En realidad, sostuvieron la misma que en los últimos 16 años: los pueblos no se inundan por la Presa el Zapotillo. 

La única diferencia es que aceptarán la activación de esta, siempre y cuando el nivel máximo de agua llegué a los 48 metros de altura. 

La decisión se hizo pública en la reunión de este domingo 10 de octubre de los pobladores con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Su decisión fue presentada como contraproyecto de lo propuesto por la Comisión Nacional de Agua (Conagua) el pasado mes de agosto. 

En ese mes, la idea planteada era que la presa funcionara a 80 metros de altura, pero los pobladores especifican que debe ser a una altura de 48 metros. 

Para lograr que se mantenga esa altura y evitar un desbordamiento, solicitan la construcción de un vertedero similar a la “U” que se forma en los lavaderos, explican los pobladores. Con esto, tendrían la oportunidad de que el agua salga de la presa y no se desborde. 

En caso de que la autoridad no esté de acuerdo, los pobladores proponen una opción “b” que sea un túnel, para que el agua pueda salir. 

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En su contrapropuesta,  también piden la reparación integral del daño que incluya la reconstrucción de los hogares de Palmarejo, la disculpa pública, el compromiso de la no repetición, la integración de programas para ayudar a los pobladores, la denominación de pueblo mágico y la auditoría técnico financiera al proyecto Presa El Zapotillo.

Gabriel Espinoza, uno de los representantes de Temacapulín reconoce “somos conscientes de que está decisión es un parteaguas” e insiste que aceptar el uso de la presa bajo ninguna situación implica la construcción de una altura de 105 metros para la presa. 

La señora Isaura Gómez, que también representa al pueblo de Temacapulin, aseguró que de ser necesario solicitarán las firmas de los presidentes municipales, el gobernador y el Congreso del Estado para asegurar se respeten los acuerdos. 

 Cristian Gómez, representante de Palmarejo, señala que los pobladores han sido despojados de sus tierras y necesitan de recursos para volver al sitio. “Quienes conocen Palmarejo saben que está en ruinas, no tenenemos a dónde llegar”, insiste Cristian. 

Por su parte, el dirigente de Conagua, Germán Martínez Santoyo aceptó la contrapropuesta y explico que se hará una revisión de detalles técnicos para hacerlo posible. 

Finalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador, agregó “ya existe la decisión de que no se inunde los tres pueblos, creo que eso es un avance… yo hago el compromiso con ustedes de que vamos a revisar la propuesta con ustedes y considero que sea importante que continúen los estudios técnicos sobre opciones alternativas, si se necesita presupuesto yo puedo garantizarlo“. 

El presidente también pidió respeto para el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, que asistió al evento y no fue bien recibido por los pobladores. 

Según los pobladores sí el gobernador y el presidente no hubieran llegado en la misma camioneta, no hubiera pasado Alfaro. Incluso se voltearon de espaldas al gobernador para mostrar la frase “Temaca vive”. 

La molestia de los pobladores se debe a que el gobernador les rechazó en reiteradas ocasiones la invitación que le hicieron para escuchar la problemática de Temacapulín. Además de sus constantes cambios de postura sobre la construcción, al pasar de negarla a impulsar su construcción.

16 años de lucha 

En 2005 el entonces presidente de México, Vicente Fox, anunció una mega obra, la construcción de la presa El Zapotillo. La cual pretendía llevar agua del Río Verde al Área Metropolitana de Guadalajara, la región de los Altos en Jalisco y al vecino estado de Guanajuato. 

Hacerlo implicaba desalojar a 3 poblados: Temacapulín y Palmarejo -ubicados en el municipio de Cañadas de Obregón, en Jalisco-, y  Acasico -ubicado en el municipio de Mexticacán, también en Jalisco-. Es decir, cerca de 400 familias serían las afectadas. 

Desde hace 16 años, los  pobladores dejaron en claro su postura: no están de acuerdo con el mega proyecto y dicen no a la inundación. 

La lucha emprendida en su mayoría está integrada por personas mayores y es apoyada por los jóvenes que han tenido que migrar en busca de oportunidades económicas, que sueñan con regresar a pasar su vejez y que se han denominado como el colectivo “Hijos ausentes”.  

Al principio, las autoridades federales y de los estados de Jalisco y Guanajuato les explicaron que la presa estaría ubicada entre Yahualica y Cañadas de Obregón, y tendría una altura de 80 metros, por lo que al solo colocar unos diques de contención podrían seguir habitando el sitio. 

Después, se enteraron por los medios de comunicación que la cortina sería de 105 metros. 

De quedarse con una altura de 80 metros y funcionar con toda su capacidad, los poblados de Palmarejo y Acasico -de los cuales sus habitantes ya fueron desalojados- serían inundados y los únicos que permanecerían en sus hogares son los pobladores de Temacapulín.

De construirse con una altura de 105 metros inundaría todos los pueblos. 

Incluso, la autoridad inicio la construcción de Talincoyuque, un nuevo predio donde se pretende mover a los pobladores de Temacapulin. Actualmente viven siete familias que denuncian no tienen servicios básicos. 

Por ello, a través de los años, los pobladores han promovido más de 15 amparos federales, pero la obra sigue en construcción y su funcionamiento está paralizado gracias a los distintos amparos promovidos.

Los habitantes insisten en que ese proyecto no les favorece porque además del desplazamiento, implicaría perder su cultura y sus formas de sustento: los balnearios de aguas termales, las hectáreas en las que producen chile y las hectáreas de cultivo que son para el autoconsumo. 

Mientras las autoridades estatales insisten que es un proyecto que beneficiará a 2.4 millones de personas y que se pueden hacer eventos deportivos o pesca comercial para generar ingresos, aunque no ha especificado un plan de economía para ello. 

El actual Gobernador de Jalisco, reconoció en agosto de 2021 que no había “Plan B” si los pobladores no aceptaban las cortinas a una altura de 105 metros. 

Lee más: Presa El Zapotillo pone en peligro a tres comunidades de los altos de Jalisco

Mueren por incertidumbre 

Jorge Gutiérrez, académico de la Universidad de Guadalajara, detalla que 26 pobladores de Temacapulín fallecieron entre 2005 y 2010 por el proceso de la presa El Zapotillo. 

El especialista, acompañado por un equipo de 50 expertos, documentaron que en los cinco años que habían pasado desde el inicio de la lucha, aumentó entre los pobladores el estrés crónico, la hipertensión y la depresión, además de ansiedad, preocupación y tristeza. 

El estudio se realizó gracias a qué el Juzgado Quinto en Materia Administrativa solicitó un dictamen psicosocial de los pobladores por el tema de desplazamiento forzado. 

Gutiérrez narra que la autoridad les dió mes y medio, un tiempo muy corto para hacer un dictamen de tal magnitud, por lo que tuvieron que participar 50 profesionales de psicología social para hacer equipos multidisciplinarios.

El académico agrega que el acompañamiento ha sido por más tiempo, pero que es el único estudio oficial que han presentado del caso. 

“Esta situación, sostenida desde hace muchos años, si generó alteraciones emocionales acompañándose de violencia, de sufrimiento, de angustia, de ansiedad, de desmoralización, de dificultades para enfrentar situaciones cotidianas y problemáticas, generando condiciones de vulnerabilidad emocional y física, tanto a personas como de manera colectiva. 

Esa situación, de ansiedad, de incertidumbre, también generó estrés de tiempo más prolongado que se asocia con enfermedades crónico degenerativas, incluso en algunos casos el deterioro sobre todo en adultos y adultos mayores llegó a ser tal que algunos murieron”, comenta Gutiérrez. 

Los resultados indican que el 80% de los pobladores en Temacapulín tenían estrés postraumático. 

Dentro de la sintomatología que presentaron fue alerta excesiva, sobresaltos en  lugares para dormir, irritabilidad, sensación de extrañeza, miedo a la pérdida de control, dolor de cabeza, taquicardia, aturdimiento y agotamiento. 

Pese a esto, agrega Gutiérrez, los pobladores no recibían atención psicológica, ni apoyo socioeconómico para su atención, a sabiendas de que se trataba de una afectación al proyecto de vida y que es una violación a un derecho documentado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.  

Gutiérrez indica que a 16 años de mantener la lucha, los pobladores seguramente tienen mayores afectaciones. 

El académico insiste que la lucha en la que han prevalecido “indica el cultivo de una congruencia y una fortaleza de la gente de Temacapulín en defensa de su territorio”.

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Imagen BBC