El pasado 15 de septiembre, médicos especialistas y generales, enfermeras, radiólogos, terapeutas, trabajadores sociales, afanadores, entre otros empleados, que tenían laborando desde dos años hasta más de diez como eventuales para los hospitales de los Servicios de Salud de Oaxaca se quedaron sin contratos y, por lo tanto, sin trabajo.
“Alrededor de 2 mil 600 trabajadores, de un total de 18 mil, nos quedamos sin empleo, más o menos 400 somos médicos, mil 500 son enfermeras y enfermeros y el resto es personal diverso, desde radiólogos hasta afanadores”, dice Luis Vázquez, quien trabajaba desde hace seis años como infectólogo pediatra en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña.
Su compañera, Abigail Pineda, denuncia que a ella a partir de este día 15 no le renovaron su contrato, después de cuatro años de estar laborando como eventual. “Yo estaba a cargo del área COVID en el turno matutino y el doctor Luis Vásquez estaba a cargo en el vespertino, los dos nos quedamos sin trabajo y el Hospital de la Niñez Oaxaqueña se quedó sin infectólogos pediatras, solo habíamos dos”.
Los especialistas aseguran que además se dejó sin contrato en este hospital, que tiene una plantilla de 570 trabajadores, a otros doce médicos, entre ellos una hematóloga que atiende a niños con cáncer, un neonatólogo, un cirujano pediatra, ocho pediatras generales; 32 enfermeras y otro personal de laboratorio, rayos x, camillería, terapia física, y tres administrativos, para un total de 57 personas.
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Los médicos narran que después de un día de protestas por los despidos, el viernes pasado se reunieron con el titular de los Servicios de Salud de Oaxaca, Juan Carlos Márquez Heine, y con el gobernador, Alejandro Murat.
En esa reunión en la Casa de Gobierno, aseguran que el gobernador les dijo que desde hace dos sexenios o más de donde se tomaba el dinero para el pago de sus salarios era de lo que el personal sindicalizado tenía que aportar para el ISSSTE o para el SAT y que eso había generado un boquete financiero que ya era insostenible.
La oficina de comunicación del gobierno del estado confirmó a Animal Politico que esto es verdad y señaló que durante las administraciones pasadas de Gabino Cué y Ulises Ruiz se generaron alrededor de 5 mil plazas para las que no había presupuesto y para cumplir con esos compromisos laborales, el gobierno hacía uso de los recursos que debían ir al SAT y al ISSSTE.
Este gobierno, señaló la oficina de prensa, tenía la voluntad de arreglar este problema casi desde el inicio de la administración, pero se atravesó el sismo y la pandemia y ahora se está buscando solución con el apoyo de la Federación para recontratar al personal, al menos a los de “bata blanca”.
De acuerdo con la oficina de prensa, de los 2 mil 600 trabajadores que se quedaron sin contrato, solo 400 o 500 son médicos y enfermeras y el resto son administrativos. “El compromiso es recontratar sólo a quienes necesita el sector salud y por eso se revisarán las listas una por una”.
El infectólogo pediatra Luis Vásquez dice que es falso que la mayoría sean administrativos. “Lo que sucede es que nos tenían registrados así , y a la mejor no saben, solo así se entiende que hayan despedido a tanto personal que es esencial en los hospitales, pero es la forma de tener mano de obra barata porque nos pagaban menos, un médico especialista sindicalizado gana 16 o 17 mil pesos a la quincena y los de contrato 13 mil”.
Abraham Stuart Gutiérrez Lindner, médico pediatra despedido del Hospital Comunitario de Ixtlán después de siete años y medio de laboral con contratos temporales, dice que de este lugar se dejó sin trabajo a 17 personas en total: 4 médicos generales, 2 pediatras, un médico cirujano, un radiólogo, un laboratorista y personal de enfermería.
Este hospital, dice, tiene una nómina de unos 100 o 120 personas, “pero por ejemplo había tres pediatras, uno no se presenta porque anda de comisión del sindicato, desde hace tiempo no se presenta al hospital y a los otros dos ya no nos renovaron el contrato, o sea que no hay pediatra ya en el hospital. No hay ningún médico certificado en reanimación neonatal, eso es un riesgo para cada parto y cada cesárea”.
La población que atiende este hospital, dice el especialista, es de todo el distrito de Ixtlán y la sierra norte del estado. “Para un millón de habitantes en la región sólo hay hospitales comunitarios, no hay hospital general y en el que yo estaba llega gente que vive hasta a ocho horas de distancia, por la orografía que es complicada, ahora van a llegar y les van a decir que no hay pediatra”, dice Abraham Stuart.
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Demetrio Santos, cirujano general, quien, hasta el 15 de septiembre pasado, fue trabajador eventual por 12 años en el Hospital General de San Pedro Pochutla, enumera que de ahí despidieron, de un total de unos 150 trabajadores de la institución, a 40 personas: 2 ginecólogos, 2 pediatras, un pediatra neonatólogo, un anestesiólogo, un cirujano, 18 personas de enfermería, un técnico de rayos x, un técnico de laboratorio, personal de cocina, camilleros.
“Este es el hospital más grande de la costa, tiene 60 camas, y es el más antiguo, tiene 25 años. Yo estuve ahí 12 años, he visto pasar cuatro procesos de formalización de personal y nunca me tocó, pese a que nunca he cometido una falta en mi trabajo, fui el único cirujano que se quedó en la pandemia para atender las cirugías de urgencia, porque los demás se fueron de resguardo”.
Los médicos señalan que así sucede: esperan varios años para poder regularizar su situación laboral, mientras ven obtener la base a personas que son familiares o conocidos de gente del sindicato, de la sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA). De hecho, también acusan que hay venta de esas plazas.
Por eso es que piden estar presentes en las reuniones que tendrán las autoridades federales y estatales para tratar de solucionar el problema, como la de este miércoles cuando se reunirán el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, el titular del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Ferrer, y el titular del IMSS, Zoé Robledo, por encomienda del presidente Andrés Manuel López Obrador, con quien dos de los trabajadores despedidos se reunieron brevemente el lunes en la visita del mandatario al estado.
Mientras la situación se arregla, y como una forma de tener una protesta activa y seguir atendiendo a la población, grupos de trabajadores que se quedaron sin contratos han colocado módulos en diferentes puntos del estado para ofrecer consultas y chequeos gratuitos y no dejar a la gente sin atención.