Elementos de la Policía Militar asignados a la Guardia Nacional asumirán en los próximos meses el control de la vigilancia y supervisión de las carreteras federales del país en relevo de los expolicías federales que habían permanecido en dichas funciones desde su transferencia a la nueva corporación.
Un oficio interno enviado a las doce brigadas de policía militar al que Animal Político tuvo acceso indica que de acuerdo con un “cronograma ya establecido” el relevo comenzará el próximo 6 de septiembre en las estaciones de la Dirección General de Carreteras e Instalaciones ubicadas en Jalisco y Guanajuato, y posteriormente continuará con el resto de los estados.
El documento no destaca que pasará con los exfederales y demás personal que serán relevados. Este medio buscó desde el viernes pasado a la vocería de la Guardia Nacional para conocer las razones de estos movimientos y qué funciones se asignarán a los efectivos relevados, pero hasta este momento no se ha recibido respuesta. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tampoco emitió algún posicionamiento.
Cabe recordar que la Guardia Nacional es una fuerza de seguridad compuesta actualmente con más de 100 mil efectivos. De ellos el 75% son en realidad policías militares (pertenecientes a la Secretaría de la Defensa Nacional), mientras que el resto (cerca de 25 mil) son civiles pertenecientes a la extinta Policía Federal transferidos a la nueva fuerza
Dichos expolicías federales fueron destinados mayoritariamente a la Dirección General de Carreteras e Instalaciones, que es una de las siete direcciones especializadas de la Guardia Nacional y que tiene a su cargo, entre otras cosas, preservar la seguridad pública y combatir los delitos y violaciones administrativas que se presenten en las carreteras y vías federales.
Lo anterior con la finalidad de aprovechar la experiencia que dichos agentes ya tenían cuando desempeñaban la misma función dentro de la desaparecida División de Seguridad Regional de la Policía Federal.
Lo que el referido oficio instruye textualmente ahora es que el personal adscrito a la referida Dirección será “relevado” por “el personal de Policía Militar que integra las Compañías y Secciones de Seguridad a Vías de Comunicación”.
Es decir, aunque la Guardia Nacional permanecerá a cargo de dichas funciones como lo marca su reglamento, quienes serán responsables de esta función serán los policías militares que, como ya se ha documentado por este medio, aunque están separados funcionalmente de la Defensa Nacional siguen subordinados a mandos castrenses. Lo anterior aun cuando se encuentran asignados a la GN.
De hecho, el documento que instruye el relevo de estos elementos de la Guardia Nacional (una policía civil por definición constitucional) es un oficio castrense emitido como respuesta al mensaje número C.E.I. No. GN/EO/3013 del 5 de mayo de 2021. De acuerdo con exmilitares consultados por este medio, C.E.I. son las siglas de “Correo Electrónico de Imagen”, que es un sistema usado en el Ejército.
De acuerdo con la abogada Adriana Herrera, especialista en Derecho Militar, resulta cuestionable el hecho que la Secretaría de la Defensa Nacional intervenga y ordene el relevo de agentes federales que pertenecen a una fuerza civil, como es la Guardia Nacional, y la cual se encuentra adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública.
“Todo acto de autoridad debe reunir el principio de legalidad, es decir estar fundado y motivado (…), esta forma de actuación de la Sedena deja mucho que desear al girar instrucciones que carecen de marco jurídico. ¿A quién haremos responsables los mexicanos por las consecuencias que generen en perjuicio de la sociedad está toma de decisiones? La seguridad del país no puede estar a la deriva de esta forma”, dijo.
De acuerdo con el oficio mencionado el relevo en las distintas estaciones responsables de la vigilancia de los puntos carreteros en el país será escalonado, conforme se van capacitando y preparando a los grupos de policías militares que asumirán dichas responsabilidades.
La fase inicial arranca con cuatro escalones (grupos) que desde el 21 de junio comenzaron un curso de 10 semanas sobre “Seguridad Vial y Atención Especializada a Autotransporte”, que se imparte tanto en la Academia Superior de Seguridad Pública en San Luis Potosí, así como en la Academia de Formación Policial de Ciudad Juárez, en Chihuahua.
El primer escalón de policías militares que se gradúe de dichos cursos es el que será destinado para relevar a los actuales agentes federales de la Dirección General de Carreteras.
Autoridades de la Guardia Nacional indicaron a este medio que son aproximadamente 800 los elementos del Ejército que están tomando los cursos en la academia de San Luis Potosí, de los cuales el 95% no sabía conducir ningún vehículo antes de tomar los cursos respectivos.
“Se trata de un curso exprés que están tomando estos elementos de tropa, pero la mayoría llega sin saber manejar. Además, también requiere de cierta habilidad manejar vehículos de emergencia, solo 2% del total está preparado para ello”, indicó un agente que pidió reserva con su identidad.
De acuerdo con el proyecto que se presentó en mayo en la Guardia Nacional para estos relevos, y al que este medio también tuvo acceso, las dos compañías de policías militares que serán asignadas a los dos estados ya mencionados estarán conformadas por 256 elementos cada una de ellas.
El referido proyecto tampoco explica cuál es el objetivo de llevar a cabo este relevo en las referidas estaciones ni los motivos por los cuales se iniciará en los estados de Jalisco y Guanajuato. Solo se menciona que la finalidad es cumplir con lo establecido en el “Plan General Integral 2021 – 2024 para consolidar a la Guardia Nacional”.
De acuerdo con datos oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la incidencia delictiva en carretera se ha mantenido estable en las condiciones actuales e incluso hay algunas disminuciones. Por ejemplo, el robo a autotransportes en carreteras registró una reducción en el primer semestre de 2021 de poco más del 10%, respecto al mismo periodo del año anterior.
En lo que va de la actual administración la presencia y participación de elementos de las Fuerzas Armadas en tareas de vigilancia y seguridad pública ha ido creciendo significativamente.
Como Animal Político ha documentado, la Guardia Nacional está compuesta en su mayoría por elementos del Ejército mexicano que, aunque están separados de sus funciones, no han dejado de estar subordinados operativamente a mandos castrenses.
Originalmente se había planteado que los policías militares y navales solo conformarían el pie veterano de dicha institución, sin embargo, la realidad ha sido distinta. Todos los nuevos elementos de la Guardia Nacional y también han sido reclutados y enlistados por el Ejército como policías militares, para luego ser asignados a la supuesta policía civil.
Se trata, además, de efectivos que no cuentan en su mayoría con el certificado único policial que avale que están preparados para realizar correctamente tareas de seguridad pública. Se había dado un plazo de dos años para ello, pero al menos hasta mayo pasado, más del 90% no contaban con dicha certificación.
En esas circunstancias los militares adscritos a la Guardia están facultados legalmente para realizar múltiples funciones de prevención e investigación de delitos. Por ejemplo, los que serán destinados a las carreteras tienen de acuerdo con el Reglamento de la Ley de Guardia Nacional hasta 36 distintas facultades, que incluyen detenciones e imposición de infracciones.
Pero además de la Guardia Nacional, la Sedena y la Marina mantienen un despliegue de más de 80 mil efectivos permanentes en labores de seguridad pública, situación que fue avalada por el Congreso en la reforma de la Guardia Nacional. Dicho despliegue se hizo efectivo a través de un acuerdo emitido por el presidente, y que ha sido impugnado ante la Corte por diversas organizaciones y gobiernos que lo acusan de ser inconstitucional.
Por otro lado, en el actual gobierno también se ha fortalecido la vigilancia de los puertos civiles a través de los militares adscritos a la Armada. El pasado 7 de junio se consumó, por ejemplo, el traspaso de la Coordinación General de la Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a la Secretaría de Marina.
Y ante denuncias de posible corrupción en las aduanas, el gobierno también le ha abierto la puerta a los militares para que asuman el control y vigilancia de algunas de ellas. El proceso inició a través de las aduanas ubicadas en la frontera del estado de Tamaulipas y se prevé que continúe hacia otras entidades.