El escritor Jorge F. Hernández difundió este martes un documento en el que se señala que fue “dado de baja” del servicio en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) por “término de comisión”, y no por tener comportamientos “poco dignos” o “misóginos”, como previamente indicó la dependencia.
A través de redes sociales, el exministro mostró el documento DSE-DG-03129/u/s, fechado el 9 de agosto, en el que la SRE indica que su comisión concluiría el 1 de octubre de 2021, y que previamente deberá disfrutar de 49 días naturales de vacaciones.
“Consta que no fui cesado por ‘misógino’ ni por ‘comportamientos poco dignos’. #Yomelibro”, escribió el exministro en su cuenta de Twitter.
Este martes, Hernández afirmó que se utilizó a la embajadora Carmen Oñate Muñoz para justificar su despido, pues él estaba con la funcionaria cuando el director ejecutivo de la Diplomacia Cultural en SRE publicó en redes que el cese había sido por “un asunto ético y de conducta institucional”.
Señaló que la embajadora no había sido consultada ni avisada de que iba a ser utilizada “como pretexto” para su despido, lo que consideró una “injusticia con ella que es una dama intachable que ha manejado maravillosamente la situación de las relaciones entre México y España”.
De acuerdo con el escritor, la SRE tuvo que justificar su cese argumentando misoginia porque el tema se descontextualizó, luego de que se opuso a las declaraciones ideologizadas de un funcionario.
El pasado 7 de agosto fue cesado el escritor Jorge F. Hernández como Ministro para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España, tras contradecir al actual director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Marx Arriaga, quien afirmó que ‘leer por placer es un acto de consumismo capitalista’.
“(…) Para dejar aclarado ya para siempre que en el fondo se lee por placer y diversos placeres se quedan en pura lectura así sigan babeando las recuas increíbles de advenedizos absolutamente ilegibles”, escribió Hernández en su columna Agua de Azar, publicada en el diario Milenio.
“Yo parto aquí una lanza en favor de quienes leemos por insomnio, para viajar sin maletas a cualquier paisaje y sin reloj a cualquier hora y época; hablo de los que leen en voz alta para compartir una trama y los que leen en silencio para hablar con dioses, ligarse a una musa o matar a un tirano…”