Dos años después de que el gobierno de López Obrador ofreciera una disculpa pública a los familiares de los dos alumnos de excelencia del Tecnológico de Monterrey, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arrendo, asesinados el 19 de marzo de 2010 a manos de militares, este 15 de julio las familias dieron a conocer que la Fiscalía General de la República (FGR) se desistirá de una de las acusaciones que le imputan a los soldados.
Por el asesinato de los estudiantes se abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio en contra de los soldados implicados, que fue judicializada y sigue vigente, aunque todavía sin una sentencia firme a 11 años del asesinato. Y otra carpeta por el delito de portación y acopio de armas de fuego. Esta es la acusación de la que se va a desistir la FGR por falta de pruebas.
Rosa Elvia Mercado, madre de Jorge Mercado y activista, explicó en entrevista con Animal Político que se enteró del desistimiento de la FGR por una llamada telefónica el sábado pasado. En esa llamada, la mujer cuenta que la Fiscalía le pidió a ella, como víctima, que aportara evidencias en contra de los soldados en un plazo de 10 días hábiles. De lo contrario, cerrarían la acusación.
“Yo les dije: ‘pero, oigan, si nosotros no somos licenciados, ni mucho menos investigadores’. Nosotros no podemos hacer su trabajo”, plantea Rosa Elvia, que asegura que la respuesta que le dieron fue que en ese caso buscara un asesor jurídico en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
“Apenas hasta hoy (jueves) se nombró al asesor. Pero, ¿qué podemos esperar? ¿Qué mañana se estudie en un solo día todo el expediente para ver qué se puede hacer con la investigación? Eso es imposible”, señala la activista, que a continuación denuncia tajante: “Todo está preparado con alevosía y ventaja para dejarnos sin tiempo ni margen de maniobra, y se cierre la carpeta”.
Aunque por ahora la otra carpeta, la del homicidio, sigue vigente, Rosa Elvia dice que los familiares de los jóvenes asesinados temen que este primer desistimiento de la FGR pueda ser un primer paso para darle “carpetazo” a todo el caso, tras más de una década de impunidad.
“Creemos que lo que están buscando es que el caso se quede en el olvido, o que nosotros nos muramos y ya se acabe este asunto. Parece que es a eso a lo que le están apostando”, asegura.
En la noche del 19 de marzo de 2010, Jorge y Javier fueron asesinados en las inmediaciones del Tec de Monterrey por elementos del Ejército, quienes enfrentaban a supuestos criminales y abatieron a los dos jóvenes argumentando que eran sicarios. Incluso, modificaron la escena del crimen y colocaron armas en los cuerpos de las víctimas para comprobar su supuesto vínculo delictivo.
Por el homicidio de los estudiantes y por el montaje de los militares, que trataron hacerlos pasar pos sicarios, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ofreció una disculpa pública en marzo de 2019 y se comprometió a una reparación integral a los familiares.
“A nombre del Estado mexicano, les ofrezco una disculpa pública por la violación de sus derechos humanos y del uso excesivo de la fuerza, razón por la cual elementos del Ejército mexicano privaron de la vida a Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo. Les ofrezco una disculpa por el daño a la imagen y el honor de Jorge y Javier, derivadas de las falsas acusaciones de las autoridades y por la alteración de la escena de los hechos”, expresó Sánchez Cordero a los padres de los estudiantes asesinados.
“El Estado reconoce que
“Quieren que el caso quede en el olvido”, denuncian familias de los estudiantes del TEC asesinados por militares en 2010
eran estudiantes del Tec de Monterrey, no sicarios”, agregó en ese entonces la secretaria, que también destacó la “lucha” de los padres y familiares contra “el dolor, sufrimiento, impunidad y el trato indigno que le dieron a sus hijos”.
Dos años después de esas palabras de la funcionaria federal, Rosa Elvia dice sentirse decepcionada porque, tras la disculpa del Estado, los familiares de los jóvenes esperaban que por fin se hiciera justicia.
“Cuando se produjo la disculpa, nosotros ya pensábamos que todo se iba a arreglar por fin, que se iba a llegar a la justicia completa. Porque así nos lo prometieron: que se iba a por la justicia integral, completa. Y que la disculpa solo era el primer paso. Pero, desgraciadamente, se hizo y luego se paró todo”.
“No sabemos el por qué -añade la madre de Jorge Mercado-, pero con todo esto nos están dando a entender que quieren proteger a los militares y que no están pensando en nosotros, las víctimas, ni en todo el sufrimiento que tenemos”.
Javier y Francisco eran estudiantes de posgrado que llegaron de Saltillo a Monterrey para continuar con sus estudios gracias a una beca de excelencia.
En el caso de Javier, llegó al TEC de Monterrey en 2007 con puntaje de excelencia y estudiaba un doctorado en Ciencias de la Ingeniería, mientras que Jorge Antonio llegó en 2008 gracias a un programa de becas de excelencia a la división de ingenierías, donde estudiaba una maestría en Sistemas de Manufactura.
El sábado 20 de marzo de 2010, los padres de los jóvenes viajaron a Monterrey y les informaron que los cuerpos de los jóvenes estaban en el Servicio Médico Forense.
“Nuestras vidas cambiaron. Tuvimos que enfrentar la pérdida y las preguntas que aún hacían más grande nuestro dolor sobre si nuestros hijos eran sicarios. Nos hemos tenido que acostumbrar a estar sin Jorge, hemos tenido que aprender a vivir sin él”, comentó Rosa.