Entre marzo y el pasado sábado 24 de julio, la Secretaría de Marina (SEMAR) lleva recolectadas 26 mil 558 toneladas de sargazo en aguas del caribe mexicano, 7 mil 504 toneladas más que las recogidas del mar el año pasado, casi un 40% al alza.
Así lo detalló en entrevista con Animal Político el contralmirante de la SEMAR Alejandro López Centeno, coordinador nacional de la estrategia de atención al sargazo, quien no obstante matizó que estas cifras actualizadas también indican que se está muy lejos aún de las más de 85 mil toneladas de sargazo que la SEMAR recolectó del mar en 2019, el primer año de la estrategia emprendida por el Gobierno Federal contra este fenómeno medioambiental.
“Ahora mismo vamos muy por debajo de las 85 mil toneladas de 2019. Esto no quiere decir que lo que se recolecte este año vaya a ser mucho menor, porque todavía estamos en plena temporada de sargazo, pero los números nos indican que la arribazón no será mayor a la de 2019”, puntualizó el contralmirante.
El sargazo es una alga marrón que proviene principalmente de la costa oeste de África y que llega a la Península de Yucatán y al Caribe arrastradas por las corrientes oceánicas. Entre las principales causas que la originan está la contaminación de las aguas marinas y el calentamiento global.
En México, en el estado de Quintana Roo, el primer arribazón de magnitud considerable de estas algas se produjo en 2012 y 2015. Mientras que en 2018 y en 2019 el arribo fue masivo, y en este 2021, tras una tregua el año pasado, ha comenzado a llegar de nuevo con intensidad; especialmente, en los meses de junio y julio, aunque se prevé que, por las altas temperaturas del mar caribe, también lo haga en agosto y septiembre, para ir reduciéndose paulatinamente en la temporada de otoño e invierno.
Para atender este fenómeno, el contralmirante de la SEMAR Alejandro López Centeno explicó que la estrategia antisargazo se divide en la actuación en tres grandes frentes.
En primer lugar, está el frente oceánico en aguas profundas, donde en este 2021 pusieron por primera vez en operación un buque sargacero, el Natans, para ir recolectando estas algas antes de que lleguen a la costa. Este buque tiene capacidad para acumular en sus bodegas hasta 250 toneladas diarias.
En segundo lugar, está el frente costero en aguas poco profundas, donde la SEMAR ha desplegado 11 barcos sargaceros y 9 mil metros de barrera antisargazo.
Y en tercer lugar, está el frente a pie de playa, donde en las zonas públicas y no concesionadas (responsabilidad de los hoteles) los municipios son los encargados de limpiarlas con su personal y recursos.
“Se está haciendo un gran esfuerzo, aunque a veces no se ve. Pero todos los días estamos con nuestra gente a pie de playa y en el mar para cumplir con la misión de mitigar el impacto del sargazo”, subrayó el contralmirante, quien también enfatizó la necesidad de una coordinación entre los tres niveles de gobierno y también con la sociedad civil, incluyendo a empresarios, restauranteros, y hoteleros, para hacer frente de manera integral a este problema en un estado que emplea a más de 400 mil personas solo en el sector turismo.
“El fenómeno del sargazo es algo que llegó y que va a seguir siendo recurrente en los próximos años -advirtió-. Por lo que es necesario que la coordinación sea estrecha para lograr una mejor mitigación en beneficio de un estado como Quintana Roo, que depende mucho del turismo nacional e internacional”.
A pesar de los esfuerzos y de la estrategia de mitigación, el pasado 19 de julio Animal Político publicó un reportaje sobre cómo esta nueva oleada de sargazo está impactando severamente en múltiples puntos como Playa del Carmen, Tulum, Cozumel, o Puerto Morelos, que son municipios donde se concentra una buena parte del turismo que viaja a Quintana Roo en busca de sol y playa.
Además, el 20 de julio este medio también publicó que más de 30 organizaciones civiles de Quintana Roo, además de ciudadanos, ambientalistas, y empresarios, publicaron una petición en change.org dirigida al gobierno federal para que “tome en serio” el problema del sargazo.
“Sabemos que se están haciendo esfuerzos por parte de las autoridades. Pero también vemos que cada año es como si se empezara de cero con este problema. No vemos acciones ni resultados concretos”, denunció Fabiola Sánchez, integrante del colectivo Voces Unidas de Puerto Morelos.
El hidrobiólogo Esteban Amaro, director de la Red de Monitoreo Sargazo de Quintana Roo, hace análisis diarios del avance del sargazo en las aguas del caribe. Y con imágenes satelitales en la mano, así como con las cientos de imágenes que les llegan a diario de playas que les envían turistas, empresarios y pescadores, considera que la ‘triple-acción’ para mantener a raya a estas algas es claramente insuficiente.
“No hay quien pueda controlar la gran cantidad de sargazo que llega. Ni la Marina ni nadie. Es algo que supera cualquier esfuerzo. Y lo poco que se haga, pues al día siguiente ya se ve cubierto de nuevo”, apuntó el hidrobiólogo, que plantea un dato a colación: mientras la Marina despliega en el mar 9 kilómetros de barrera antisargazo, la costa de Quintana Roo abarca más de 700 kilómetros de litoral.
“Se debería tratar de frenar el sargazo antes de que llegue a la costa, claro. Pero cómo lo haces si tienes un frente tan grande. Tendrías que tener una flota de barcos mucho más grande y unas barreras de más de 700 kilómetros que cubriera todos los frentes de playa, lo cual es técnica y financieramente imposible”, apuntó Amaro, quien consideró que debe elevarse el problema “a una escala superior”.
“En la escala que estamos ahora mismo el impacto es mínimo. Las sargaceras, las barreras y la limpieza en playa es insuficiente. Habría que escalar el proceso a un nivel más industrializado, con una flota de barcos mucho más grande. Tendría que ser casi una estrategia militar, porque ahora solo le estamos dando aspirinas al problema”, concluyó el hidrobiólogo.
Animal Político preguntó al contralmirante Alejandro López Centeno si el buque Natans, la flota de barcos sargaceros, y los 9 kilómetros de barrera, son suficientes para afrontar el problema. En respuesta, el marino explicó que este año es la primera vez que disponen de todos estos recursos, luego de que en 2019 se iniciara a nivel federal la estrategia, por lo que la efectividad del plan aún está en evaluación.
“Definitivamente, para poder evaluar si necesitamos más medios, tenemos primero que analizar cómo nos está yendo en esta temporada. Yo creo que esta pregunta la podremos responder a finales de este año, cuando se evalúe nuestro desempeño. Y ya entonces podremos pensar si requerimos de más medios o no”, precisó López Centeno.