El presidente Andrés Manuel López Obrador publicó hoy un decreto por el que la Administración General de Aduanas (AGA) se separará del SAT y se convertirá en un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda.
La nueva institución se llamará Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y dependerá directamente de la Oficina del titular de Hacienda, contando con autonomía financiera, administrativa y operativa para agilizar el plan gubernamental de “limpieza” de la corrupción en los puntos de acceso del país, como adelantó Animal Político el pasado 7 de julio.
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), señala que la ANAM conservará su perfil recaudador de las operaciones del comercio exterior, pero con una vocación por la seguridad nacional, para lo cual, se establece, la nueva institución priorizará la contratación de personal que pertenezca o haya pertenecido al Ejército o la Marina.
“Es conveniente realizar acciones que fortalezcan la seguridad nacional, principalmente en los puntos de acceso al país, considerando preferentemente la contratación de personal que se haya destacado por ser garante de la transparencia, honestidad y servicio al pueblo de México, como es el caso de quienes pertenecen o han pertenecido a las fuerzas armadas, para incorporarse como personal del nuevo órgano administrativo desconcentrado”, dice el decreto.
La ANAM también se coordinará con el Ejército y la Marina para preservar la seguridad en los puntos aduanales, y deberá mantener coordinación con el SAT para la correcta recaudación, administración y contabilidad de los ingresos recaudados.
Los transitorios del decreto señalan que el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, propondrá al actual Administrador de Aduanas, Horacio Duarte, como titular de la recién creada ANAM. El nombramiento de este cargo es facultad del titular del Ejecutivo federal.
Animal Político dio a conocer que la decisión de reestructurar la administración aduanal fue tomada por López Obrador luego de que, en una reunión a puerta cerrada en Palacio Nacional, se le informó que la contratación de militares en las aduanas del norte del país estaba atorada en la dirección de recursos humanos del SAT.
Los funcionarios federales reunidos le hicieron notar al mandatario que la adscripción de Aduanas al SAT significaba una burocracia que entorpecía la limpieza de la corrupción en los puntos de acceso del país.