Sobre la posible aprehensión que podría enfrentar el actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, por acusaciones de asesinato a un agente de la DEA, el presidente dijo que era evidente que había una campaña de descrédito mediático en su contra por ser el encargado de la industria eléctrica.
“Independientemente de la responsabilidad, o no, que pueda tener el licenciado Bartlett lo que es evidente, público y notorio es que se trata de campañas de descrédito de la revista Proceso y de la mayoría de los medios, porque el licenciado Bartlett ahora es el encargado de la industria eléctrica y está enfrentando a grupos de intereses creados”, acusó Andrés Manuel López Obrador.
Añadió que la ola de desprestigio contra Bartlett surge normalmente de dos temas: su posible participación en el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena; y por la su vinculación a la ‘caída del sistema’ en las elecciones presidenciales de 1988, cuando era Secretario de Gobernación.
López Obrador señaló que para ambos casos se debían presentar pruebas, y si se tuvieran, se podría proceder, pero mientras tanto “no se puede linchar políticamente”.
El presidente negó tener información sobre la investigación que esté llevando a cabo Estados Unidos contra Bartlett Díaz, ni que la Fiscalía General de Justicia (FGR) tuviera conocimiento al respecto.
“Entonces cada vez que lo consideran necesario sacan el expediente y no solo es para afectar al licenciado Bartlett, sino para afectarnos a nosotros, tiene que ver con el descrédito a nuestro proyecto”, afirmó.
Es parte de la campaña de desinformación, advirtió López Obrador, así como de ataques por el proceso de transformación que está llevando a cabo su gobierno.
En mayo de este año, la revista Proceso publicó una investigación propia en la cual funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos aseguraron que si Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE, ingresara a ese país “sería inmediatamente detenido para ser interrogado por el caso del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena”, ocurrido en 1985.
En varios testimoniales sobre el asesinato del agente, llevados a cabo a lo largo de más de 30 años, se ha mencionado repetidamente al funcionario mexicano, informaron los elementos del Departamento de Justicia.
Los documentos del caso mencionan que el titular de la CFE participó en “reuniones con narcos y funcionaros antes del secuestro y después del asesinato de Camarena”.
El agente de la DEA fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 en Guadalajara y dos días después fue asesinado por expolicías judiciales que seguían las órdenes de un grupo de narcotraficantes, encabezados por Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero, vinculados con autoridades federales y estatales, según señaló Proceso.