El proceso electoral que culminó el pasado 6 de junio con la jornada electoral más grande de la historia de México, dejó 102 políticos asesinados, de ellos, 36 eran aspirantes y candidatos a distintos cargos, de acuerdo con la consultora Etellekt.
Del total de los 102 políticos asesinados, 87 eran hombres (29 eran aspirantes y candidatos) y 15 mujeres (7 aspirantes y candidatas).
El proceso electoral de 2021, se convirtió en el segundo con más homicidios desde 2000, por debajo únicamente de la elección de 2018.
Según el análisis de la consultora −que monitoreado desde hace dos décadas la inseguridad, principalmente en procesos electorales −los homicidios contra políticos bajaron 32.8% en comparación con los 152 políticos asesinados durante el periodo electoral de 2017-2018; sin embargo, la agresiones escalaron.
Del 7 de septiembre de 2020, hasta el 6 de junio, se registraron un total de 1,066 agresiones en contra de políticos y candidatos, que van desde amenazas e intimidaciones, hasta ataques, golpes, secuestros y homicidios. Esta cifra es 38% mayor en comparación a las 774 agresiones o delitos contabilizados por Etellekt en el proceso del 2017-2018.
Las amenazas fueron en el delito de mayor incidencia registrada.
El séptimo informe de violencia política en México destacó que la mayoría de las agresiones fueron en contra de los candidatos opositores a los gobiernos estatales (75 %).
El 24% de los 1,066 delitos contra políticos y electores, los realizaron grupos de civiles armados (comandos armados). En 397 delitos o agresiones no pudo identificarse a los agresores (63% eran anónimas).
La violencia se extendió en los 32 estados de la República Mexicana y abarcó 576 municipios (29 ciudades capitales incluidas).
Con 152 y 19 delitos contra políticos, respectivamente, Veracruz y Campeche, registraron incrementos del 280 y 204% (los más altos a nivel nacional).
En el caso de la Ciudad de México, las 32 agresiones contabilizadas se reportaron en 11 de las 16 demarcaciones, entre ellas, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Benito Juárez, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc, Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa.
Tan solo un día antes de la jornada electoral, la violencia no cedió: mataron a un candidato en Veracruz, atentaron contra tres aspirantes y se reportó un secuestro.
En el informe, Etellekt señala que el gobierno federal desplegó una estrategia de protección a los candidatos pero nada más allá de lo que se había aplicado en elecciones anteriores, “sin realizar una estrategia de evaluación de riesgos que permitiera adoptar medidas preventivas”.
Respecto a las autoridades estatales, responsables de la protección de candidatos locales, su desempeño fue más bien de carácter reactivo más que preventivo, “por lo que fueron incapaces e para prevenir ataques que costaron vidas humanas”.
La firma también cuestiona el desempeño de las fiscalías estatales que a la fecha no han dado resultado en las investigaciones realizadas en torno a los ataques y homicidios de políticos.