Aunque aún no se sabe cuánto tiempo pasará la Línea 12 sin dar servicio tras el accidente de mayo, el Metro tendrá que pagar en los próximos 5 años más de 519 millones de dólares por el arrendamiento de los trenes, aunque éstos estén parados.
Se trata del contrato STC-CNCS-009/2010 que el Metro de la ciudad firmó con CAF México y Provetren por mil 588 millones de dólares, mismos que tendrían que liquidarse en 17 años.
El 17 de diciembre de 2009, el entonces secretario de Finanzas de la ciudad, Mario Delgado, firmó el oficio SFDF/0328/2009 en el que autorizó de forma excepcional el compromiso multianual para comprometer recursos de los ejercicios fiscales de 2010 a 2026 por un total de mil 588 millones 152 mil dólares para que con ello se concretara el arrendamiento de los 30 trenes de rodadura férrea que operarían en la Línea 12.
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“Cabe aclarar que el Sistema de Transporte Colectivo deberá realizar la previsión presupuestal correspondiente en su presupuesto de egresos para cada ejercicio fiscal de vigencia del compromiso multianual, misma que estará sujeta a la autorización de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (hoy Congreso de la CDMX)”, se lee en el documento del cual Animal Político tiene copia.
A lo largo de 17 años, el Metro adquirió el compromiso de pagar anualmente cantidades que van de los 16 y hasta los 126 millones de dólares por el arrendamiento y mantenimiento de los trenes, compromiso que, a pesar de las fallas de la línea, no se han suspendido.
Incluso, a decir del exdirector del Metro, Jorge Gaviño, es muy complicado rescindir el contrato y en caso de hacerlo, esto le costaría más al Metro que los poco más de 500 millones de dólares que le resta por saldar.
“Ese contrato no se puede rescindir unilateralmente sin que intervengan, inclusive, instancias internacionales. Es un contrato que lamentablemente tuvo muchas aristas que fueron discutidas en su momento (porque) es un contrato no común en realizar en el país”, dijo Gaviño a Animal Político.
El contrato de Prestación de Servicios a Largo Plazo (PPS) se hizo con dos objetivos primordiales: la contratación para la fabricación y puesta a disposición de 30 trenes nuevos y el mantenimiento de estos.
Además, se incluyen tres distintas contraprestaciones, lo que hace más difícil -de acuerdo con el exdirector del Metro- la cancelación del contrato.
Se trata de una contraprestación fija que corresponde al pago por el uso, o no, de los trenes, un tipo de anticipo, mismo que ya fue cubierto; una contraprestación base que implica el uso de los trenes; y una variable, que corresponde al mantenimiento de los convoyes.
“La (contraprestación) base no se puede suspender de ninguna manera, se tiene que seguir pagando hasta que se pague el contrato y la (contraprestación) variable si se dejan de usar los trenes baja el arrendamiento mensual”, detalló.
De acuerdo con la disposición prevista por la Secretaría de Finanzas de la ciudad, para 2020 el Metro ya habría pagado mil 167 millones 402 mil dólares, quedando pendiente el pago de 519 millones 750 mil dólares el cual tendría que saldar entre 2021 y 2026.
“Lamentablemente fue una mala contratación en ese sentido porque como se sabe han estado los trenes mucho tiempo suspendidos, sin usarse. Un año y fracción una primera etapa (entre 2014 y 2015) y luego una etapa de un mes (en 2017 tras el sismo del 19S), y ahora no sabemos cuánto tiempo van a estar si usar los trenes y vamos a tener que seguir pagando la contraprestación base porque fue un contrato que no previó en un momento determinado una contingencia como la que estamos viviendo y ese es el precio de hacer un contrato de estas características”, reprochó Gaviño.
Desde su puesta en operación en 1969, el Metro de la ciudad no había recurrido al esquema de arrendamiento de trenes para cualquiera de las 11 líneas inauguradas antes que la línea dorada.
Para poder llevar a cabo el pago de las obligaciones adquiridas en el contrato de arrendamiento de los trenes, el Metro de la ciudad suscribió el 18 de julio de 2011 el “Contrato de Fideicomiso Irrevocable de Administración y Fuente de Pago número F/1509”.
Cabe resaltar que la flotilla de 30 trenes que se solicitó para la puesta en operación de la Línea 12 se tuvo completa hasta el 12 de abril de 2013, seis meses después de su inauguración el 30 de octubre de 2012.
Se prevé que este martes las autoridades capitalinas den a conocer el peritaje sobre el accidente en la estación Olivos que cobró la vida de 26 personas y dejó a más de 70 lesionados.
Al respecto, Jorge Gaviño, exdirector del Metro y actual diputado local, dijo confiar en los resultados que se presenten dado que la firma noruega DNV cuenta con prestigio internacional.
“Yo sí tengo confianza porque no es la autoridad quien está haciendo el dictamen, lo está haciendo una empresa de reconocido prestigio nacional e internacional y es una empresa que tiene expertise en situaciones de desastres y de crisis (…) y yo pienso que no va a exponer su prestigio (por lo que) creo que no va a haber ninguna sorpresa en el sentido de dar un dictamen fuera de la realidad”, comentó.
Quien también se dijo listo y pendiente para responder en caso de que se le requiera, es el ex jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.
“En relación con la #Línea12 mi compromiso público fue esperar a los resultados de los peritajes oficiales, la información de lo realizado en mi gestión consta en diversos archivos institucionales. Reitero mi disposición de colaborar en todo lo que se requiera #mm”, escribió en la red social.