Las irregularidades y fallas en los registros forenses de las autoridades de Jalisco están dificultando la identificación de personas, y por tanto la búsqueda de familiares de desaparecidos en la entidad al carecer de orden en sus datos, de acuerdo con una investigación de Signa_Lab en colaboración con ZonaDocs.
El ejercicio halló inconsistencias en la información de inhumaciones y cuerpos almacenados en tráileres y morgues de Jalisco entre 2006 y 2019.
La principal, de acuerdo con la investigación, es la disparidad en el registro de los cuerpos, pues “hace que la identificación de patrones y tendencias, necesarios para comprender las causas estructurales de muertes en Jalisco y para construir políticas que ayuden a sistematizar dicha información en formatos mucho más accesibles para quien investiga los casos y para familiares de víctimas, sea imposible”.
Tras procesar los datos —obtenidos por ZonaDocs mediante solicitudes de información— Signa_Lab halló que hay hasta 160 categorías distintas para tipificar las muertes registradas en Jalisco, lo que “lejos de aclarar y dar pasos firmes hacia la comprensión del rompecabezas de la brutalidad en el estado, genera y amplía sesgos, brechas y ausencias”.
Este ejercicio también realizó interactivos que permiten cruzar información sobre la búsqueda de cuerpos por edad, género, causa de muerte, año y sitio de inhumación.
Gracias a esta agrupación, es posible identificar que del total de personas inhumadas de 2006 a julio de 2019 en Jalisco, 1,537 (51.56%) fallecieron por causas violentas, ý de las cuales 1,114 (72.47%) tenían entre 15 y 59 años.
Mientras que de los 322 cuerpos colocados dentro de dos contenedores frigoríficos, 169 (52%) corresponden a causas violentas, de las cuales 118 (69%) eran personas de 15 a 59 años.
Signa_Lab también filtró el número de muertes por cada una de las causas violentas (arma de fuego, estrangulación, herida con objeto punzocortante, decapitación, quemaduras, golpes) para mapear las descripciones de los registros forenses.
De acuerdo con la antropóloga Rossana Reguillo Cruz, el contexto de las causas violentas de muertes registradas muestran “una reducción paulatina pero brutal a una condición no humana que autoriza los más extremos ‘ejercicios’ de sometimiento, tortura y control sobre el cuerpo otro”.
Además, explica que las palabras que describen cada causa de muerte violenta (asfixia, sofocación, directa, penetrante, grado, severo y hemorragia) reflejan el nivel de brutalidad de la violencia que hay en el estado.
Reguillo Cruz habla también del término “narcomáquina” para explicar “la exhibición de un poder total e incuestionable que apela a las más brutales y al mismo tiempo sofisticadas formas de violencia sobre el cuerpo ya despojado de su humanidad (los decapitados, los colgados en los puentes, los cuerpos desmembrados y tirados en la calle)”.