La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) decretó este martes que los coágulos sanguíneos deben ser considerados como efectos secundarios “muy raros” de la vacuna contra COVID-19 del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson.
Sin embargo, el organismo regulador aclaró que los beneficios siguen siendo mayores a los riesgos.
El anuncio de la EMA se produce a unos días de que las autoridades sanitarias de Estados Unidos se pronuncien sobre el inmunizante de Johnson & Johnson, en un momento en que la vacunación se extiende a toda la población de EU.
La EMA, con sede en Ámsterdam, reconoció “un posible vínculo” entre la vacuna de este laboratorio estadounidense y casos registrados de coágulos sanguíneos, que deben ser incluidos como “efectos secundarios muy raros” del fármaco.
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El organismo concluyó “que una advertencia sobre los coágulos sanguíneos inhabituales con plaquetas sanguíneas bajas tendría que añadirse a las informaciones del producto”.
La conclusión de la EMA es relevante porque varios países europeos cuentan con esta vacuna para acelerar su campaña de inmunización.
Mientras que en Estados Unidos la vacuna de Johnson & Johnson debería recibir una nueva autorización, quizás acompañada de “restricciones”, según el consejero médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, quien señaló que este viernes se hará un anuncio al respecto.
Apenas la semana pasada, las autoridades sanitarias de EU recomendaron “una pausa” en el uso del fármaco de J&J tras la aparición de casos graves de coágulos sanguíneos en varias personas.
Aunado a esto, J&J tuvo un contratiempo en la producción de vacunas este lunes, luego de que las autoridades reguladoras de EU ordenaron frenar la producción en una fábrica, donde al parecer se dañaron 15 millones de dosis del medicamento.