Reunidos en la Glorieta del Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, diez integrantes del personal de salud de servicios privados protestaron una vez más por falta de un plan para vacunarlos.
Aunque su intención era marchar del Ángel de la Independencia al Zócalo, esto tuvo que modificarse ante la baja asistencia de manifestantes. Poco antes de las diez de la mañana, apenas había una decena de sanitarios, por lo que decidieron solo hacer un pase de lista con los nombres de sus compañeros fallecidos por COVID y reiterar su exigencia de que se les inmunice.
Los manifestantes adelantaron que en los próximos días acudirán a las instalaciones de la Secretaría de Salud para demandar que se les entreguen los lineamientos con los que se va a levantar el censo del personal de los servicios privados (que las autoridades han dicho que se requiere para poder hacer con orden la vacunación) y ahí mismo empezarán a levantarlo.
“Así sí los compañeros saben que ahí mismo se empezará a levantar el censo, sí van a acudir”, dijo Sol Patricia Rojo, médica general, en referencia a la poca asistencia de este día.
María José Díaz, médico cirujana, que tiene un consultorio privado en la alcaldía Benito Juárez, contó, en entrevista con Animal Político, que ella ha atendido a unos 50 pacientes sospechosos o confirmados de COVID.
Señaló que la gente cuando se siente mal, acude a los médicos de las colonias y los barrios. “Por eso es que a nosotros se nos debería considerar primera línea también, porque somos los primeros que recibimos a los enfermos”.
Díaz aseguró que hasta el momento no hay un plan para inmunizar a quienes como ellos tienen sus consultorios privados, por eso la inconformidad y las manifestaciones.
José Ángel Venegas Herrera, médico internista, explicó que en su caso da consulta en hospitales del sur de la CDMX, pero no está considerado personal de estas instituciones, solo le rentan el consultorio. “Estos hospitales funcionan como hoteles y nada más”, aseguró. Por lo que nadie responde por ellos y en casos como el de la vacunación, nadie los considera y nadie les da razón.