México inicia este domingo la campaña para una elección intermedia precedida por el asesinato de docenas de políticos, y clave en el proyecto del mandatario izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Este 6 de junio se realizarán las elecciones más grandes en la historia de México.
Más de 93 millones de mexicanas y mexicanos inscritos en la lista nominal del Instituto Nacional Electoral (INE) podrán acudir a las urnas a votar por 20,292 cargos de elección popular.
Además de cargos locales, se votará para renovar los 500 puestos de la Cámara de Diputados y a 15 de 32 gobernadores.
Este domingo inician las campañas electorales en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas. Estas entidades se suman a Colima, Campeche, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora que iniciaron campañas el pasado 5 de marzo.
De los estados en juego, 8 están actualmente gobernadas por el PRI, 4 por el PAN, uno por Morena, otro por el PRD y uno por un independiente.
El camino hacia la elección se ha teñido de sangre. Desde septiembre pasado, cuando arrancaron las primarias de los partidos, fueron asesinados 15 precandidatos y un candidato, según la consultora Etellekt.
En ese lapso también fueron asesinados otro medio centenar de políticos, de acuerdo con el gobierno, que atribuye estos hechos a narcotraficantes y demás grupos delincuenciales.
La elección de 2018 dejó 48 precandidatos y candidatos asesinados, según Etellekt.
En los comicios de junio estará en juego la actual mayoría absoluta (la mitad más uno) con la que cuenta Morena en la Cámara de Diputados, y que le permite aprobar leyes ordinarias.
Pero López Obrador requiere mayoría calificada (dos tercios) para pasar eventuales reformas constitucionales que ampliarían el rol del Estado en sectores estratégicos como energía e hidrocarburos.
Aunque con aliados logra mayoría calificada, el partido Verde rechaza algunos proyectos, debido a lo cual el mandatario busca reducir esa dependencia.
“De ellos (los aliados) depende que el proyecto de López Obrador continúe adecuadamente o quizá frustrarse”, dijo a la AFP el historiador y politólogo José Antonio Crespo.
Será la elección más grande en la historia de México, tras modificaciones para que converjan comicios federales y estatales.
El Senado mantendrá su composición actual hasta 2024, y aunque Morena también tiene mayoría absoluta, está obligado a negociar la oposición.
En esta elección se verá si la popularidad de López Obrador, que según la firma Oraculus tiene un 63% de aceptación ayuda a Morena a mantener su mayoría.
Morena mantendría el control de la Cámara de Diputados con 42% de los votos, por encima de Acción Nacional (PAN, 17%) y el PRI (16%), estima Oraculus.
Aunque se ha unido alrededor de varios candidatos, la oposición luce “desdibujada” y difícilmente podría dar la sorpresa, observa Crespo.
Sin embargo, “de aquí a (las presidenciales de) 2024 pueden pasar muchas cosas. Los últimos tres años de un presidente son los más complicados”, añade.
Además de la violencia, otro desafío será desarrollar la elección en plena pandemia de COVID-19. En México, de 126 millones de habitantes, se vota de forma presencial y en una única jornada, lo que podría acentuar el abstencionismo habitual en la intermedia.
México es el tercer país más castigado por el coronavirus en números absolutos, con poco más de 204 mil muertes.
Las autoridades recomiendan que los mitines sean con aforo controlado, pero algunos candidatos, especialmente de comunidades pequeñas, son exhibidos en redes sociales liderando reuniones multitudinarias.
Con información de AFP.