Para defender los derechos humanos de las personas presas en las cárceles de México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contrató a Álvaro Sánchez Valdez, el exjefe de granaderos de la policía capitalina; una unidad que, bajo su dirección en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, acumuló múltiples señalamientos y quejas por abuso de autoridad y violaciones a derechos humanos.
Además, fuentes oficiales de la actual policía capitalina dijeron a este medio que Sánchez Valdez, conocido como ‘Jefe Neptuno’, llegó a acumular cuatro investigaciones en asuntos internos por presuntos actos de abuso de autoridad, acoso sexual, y venta de plazas. Aunque dichas investigaciones no arrojaron ningún resultado, luego de que éstas fueran cerradas en 2019 por instrucción del exsecretario de Seguridad Ciudadana capitalina, Jesús Orta, quien está prófugo de la justicia desde el pasado 10 de agosto acusado de delincuencia organizada, entre otros presuntos delitos.
Álvaro Sánchez Valdez, la nueva incorporación de la CNDH, fue director general de la Policía Metropolitana entre junio de 2014 y noviembre de 2017; cargo en el que, de acuerdo con el organigrama de la entonces Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF), tuvo bajo su responsabilidad al Agrupamiento de Granaderos, entre otras unidades.
Tanto la hoy Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), como la propia CNDH, emitieron quejas y recomendaciones a la Secretaría de Seguridad Pública capitalina por los operativos policiacos y el actuar violento de los granaderos en múltiples marchas en la ciudad, especialmente entre 2014 y 2015, cuando tuvieron lugar protestas masivas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Un ejemplo de ello es la recomendación 17/2015, emitida por la CDHCM.
En esta recomendación, que fue aceptada por la SSPDF, el organismo capitalino de defensa de derechos humanos documentó que, al mando del ‘Jefe Neptuno’, policías del cuerpo de granaderos encapsularon, agredieron físicamente, y detuvieron arbitrariamente a manifestantes y a personas que nada tenían que ver con la protesta.
La CDHCM también documentó que los granaderos golpearon a su personal y al de la CNDH, y también a periodistas y a activistas de la Brigada de Paz ‘Marabunta’ que intentaban auxiliar a las personas manifestantes agredidas por los uniformados.
A partir de estos hechos violentos, hasta 61 organizaciones de derechos humanos exigieron al gobierno capitalino que abriera una investigación de oficio sobre lo ocurrido ese 1 de diciembre y que durante el transcurso de ésta se suspendiera de sus funciones al ‘Jefe Neptuno’, cosa que no sucedió.
Días antes, el 20 de noviembre de ese 2014, tuvo lugar otra de las manifestaciones más violentas que se recuerden en los últimos años en la capital, en la que, de nuevo, policías capitalinos y del cuerpo de granaderos hicieron uso excesivo de la fuerza y agredieron a manifestantes y a ciudadanos indefensos en otra marcha por los normalistas de Ayotzinapa.
Así lo expuso la CDHCM en otra recomendación, la 16/2015, y también lo expuso la propia CNDH en la recomendación 57/2017; en ambas, los organismos de derechos humanos recabaron decenas testimonios de personas que fueron agredidas brutalmente por policías y granaderos al mando del ‘Jefe Neptuno’, hoy defensor de derechos humanos en la CNDH.
Además, ese 20 de noviembre, las redes sociales y los portales de medios informativos digitales también publicaron crónicas y videos de las imágenes de las agresiones de los policías.
Por otra parte, organizaciones de la sociedad civil defensoras de la libertad de prensa y de expresión también hicieron señalamientos públicos hacia el ‘Jefe Neptuno’. El 2 de diciembre de 2015, la Brigada Humanitaria de Paz ‘Marabunta’ y Cauce Ciudadano exigieron su destitución luego de que dos de sus integrantes fueran agredidos por granaderos en otra marcha.
Por medio de una carta dirigida al entonces jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, ambas organizaciones civiles hicieron hincapié en que no era la primera agresión de los granaderos en contra de activistas y defensores de derechos humanos.
“Las agresiones del ‘Agrupamiento de Granaderos’, así como de su Director de Agrupamiento, Álvaro Sánchez Valdez, mejor conocido como ‘Neptuno’, han sido continuas y sistemáticas”, denunció ‘Marabunta’.
Además de los operativos violentos en las marchas por Ayotzinapa, en la capital tuvieron lugar muchas otras protestas en las que el cuerpo de granaderos fue objeto de quejas por agresiones a la ciudadanía.
Un ejemplo fue la manifestación del 25 de abril de 2017, en la que una decena de sobrecargos jubiliados de Mexicana de Aviación resultaron lesionados luego de un forcejeo con los granaderos, por lo que presentaron una queja ante la CNDH.
En este video, las personas adultas mayores que se manifestaban responsabilizaron al ‘Jefe Neptuno’ y a Miguel Ángel Mancera por las agresiones sufridas a manos de los granaderos capitalinos.
A pesar de los señalamientos, Álvaro Sánchez Valdez fue promovido en noviembre de 2017, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública capitalino, Hiram Almeida, lo designó como subsecretario de Operación Policial Zonal Sur, encargándole la seguridad, literal, de media Ciudad de México: desde la Benito Juárez hasta Xochimilco.
En el comunicado 1952/17, el titular de Seguridad Pública capitalino destacó la experiencia del ‘Jefe Neptuno’ al frente del Agrupamiento Fuerza de Tarea, “altamente especializado en el control de multitudes”.
Sin embargo, con la llegada de la nueva jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, esa reestructuración de la policía quedó sin efecto, y en enero de 2019 la mandataria anunció que, tras detectar “un sistema de cuotas ilegales por uniformes, gasolina, vacaciones, y la elección de mandos de sector a partir de amiguismos y venta de plazas”, había ordenado la remoción de varios mandos y hacer una ‘limpieza’ en la policía capitalina.
Aunque no fue señalado explícitamente, ni tampoco fue removido como tal, uno de los afectados por esta decisión del nuevo gobierno de la ciudad fue Álvaro Sánchez Valdez, el ‘Jefe Neptuno’, quien fue degradado a la Policía Montada sin ninguna tarea designada, según publicó el 4 de enero de 2019 La Jornada.
Poco antes, el 5 de diciembre de 2018, Sheinbaum también había anunciado durante su toma de protesta la desaparición del cuerpo de granaderos, argumentando que la policía está para servir “y no para reprimir al pueblo”.
La presidenta de la CDHCM, Nashieli Ramírez, informó en el contexto de la desaparición de este cuerpo policiaco que, en efecto, los granaderos eran uno de los que más quejas acumularon en toda la administración pública capitalina: 355 entre 2012 y 2018, siendo el periodo de tiempo 2013-2016 cuando mayor número de quejas se registraron. En buena parte de ese periodo, entre junio de 2014 y noviembre de 2017, el ‘Jefe Neptuno’ era quien estaba al mando de los granaderos.
A pesar de este historial de recomendaciones y quejas por agresiones y violaciones a derechos humanos cometidas por el cuerpo policiaco que tenía bajo su dirección, Álvaro Sánchez Valdez fue contratado por la CNDH que dirige Rosario Piedra Ibarra.
De acuerdo con el Portal Nacional de Transparencia (PNT), el ‘Jefe Neptuno’ fue dado de alta en la Comisión el 16 de diciembre del año pasado.
Su cargo es el de ‘homólogo de subdirector de área’ en la Tercera Visitaduría; despacho de la CNDH a la que le corresponde “analizar investigar las quejas e inconformidades sobre presuntas violaciones a Derechos Humanos” en el Sistema Penitenciario mexicano, “preponderantemente las cometidas por autoridades de carácter federal”.
Animal Político buscó desde el lunes pasado a la CNDH para solicitar una entrevista o postura de Álvaro Sánchez Valdez, y para preguntarle por qué motivo contrató al ‘Jefe Neptuno’ para la Tercera Visitaduría y cuáles son sus tareas específicas como homólogo de subdirección de área.
Pero al momento de publicar esta nota no había ofrecido respuesta.
Esta no es, desde luego, la primera contratación polémica de la CNDH de Rosario Piedra.
El pasado 5 de marzo, Animal Político publicó que la Comisión nombró como nuevo defensor de migrantes a Raúl Ramírez Ramírez, exombudsman de Sonora, que en 2011 dio carpetazo un caso grave de torturas, desaparición forzada y detención arbitraria a manos de policías estatales y ministeriales.
Raúl Ramírez llegó al cargo para sustituir a Elizabeth Lara, quien renunció un mes después de que Animal Político dio a conocer que la CNDH ocultó numerosos testimonios de violaciones graves a derechos humanos de personas migrantes a su paso por México.
Mientras que el 4 de enero de este año, este medio también publicó que Paolo Giuseppe Martínez fue contratado por la CNDH como director de la Primera Visitaduría para defender a víctimas de violaciones graves de derechos humanos, como casos de tortura, abusos policiacos, y desapariciones forzadas, a pesar de que experiencia laboral se reduce a ser capacitador electoral y a cargos administrativos de medio rango que nada tenían que ver con la defensa de los derechos humanos.
Días antes, la CNDH tuvo que aceptar la renuncia de Alexander Brewster Ramírez como director de la Sexta Visitaduría, luego de que el diario Milenio publicó que tampoco tenía experiencia en la defensa de los derechos humanos.
De hecho, previo a su llegada a la Comisión, Brewster Ramírez se había desempeñado como vendedor de bienes raíces de lujo en el sureste del país, en zonas como Tulum, en el caribe mexicano.