El embajador Christopher Landau afirmó que México no aceptó un donativo del gobierno estadounidense de aparatos de detección de armas no intrusivos, para frenar el tráfico hacia nuestro país.
En conferencia virtual con medios, Landau señaló que durante su gestión como embajador, autoridades estadounidenses tuvieron diálogos con sus homólogas en México, en las que expresaron su disposición a extraditar a traficantes de armas detenidos en Estados Unidos.
“Nunca recibimos una petición de extradición durante mi gestión, lo que me dio mucha pena, porque me hubiera gustado ver una. Nosotros también hemos ofrecido donar al gobierno de México equipos no intrusivos para controlar el tráfico de armas en las fronteras y no se han aceptado”, dijo.
El embajador, quien está a días de dejar el cargo, expresó que “para mucha gente en México este punto de las armas es solamente una cosa que se hace para regañar a Estados Unidos y yo sí creo que hay más que nosotros podemos hacer, pero también hay más que México puede hacer para controlar eso, tenemos que seguir colaborando”.
El funcionario estadounidense reconoció que el tema es relevante para ambos países, por ello, recordó que en el año y medio de su gestión se hicieron operaciones espejo en ambos lados de la frontera y que se comunicó con todos los gobernadores para plantear la cooperación en el registro de los números de serie de las armas para investigar de donde vienen.
Cuestionado acerca de la detención de Salvador Cienfuegos, el embajador aseguró que el exfuncionario mexicano fue devuelto a México sin ninguna condición.
Landau señaló a la burocracia estadounidense de no haber informado a México sobre el proceso contra el exsecretario de Seguridad con Enrique Peña Nieto.
“Cuando el general Cienfuegos fue detenido, obviamente causó un gran impacto en México, y el Fiscal General de Estados Unidos mismo, que ya había visitado México en varias ocasiones y estaba muy comprometido con la colaboración de México. Él investigó cómo esto llegó a pasar y él fue quien tomó la decisión de devolver al general Cienfuegos”, detalló el embajador, quien está a pocos días de dejar el cargo.
Landau destacó que Estados Unidos devolvió al exsecretario “sin condiciones, porque el fiscal revisó todo el caso y él decidió que en este caso le correspondía a México en primer lugar investigar”.
Explicó que en agosto de 2019, dos días antes de que llegara a México como embajador, tuvo comunicación con la Procuraduría de Brooklyn sobre la acusación contra Cienfuegos, sin embargo, dijo, “estábamos en una posición donde ya era demasiado tarde para compartir esto”.
“Ambos países somos países grandes, y tenemos gobiernos grandes, burocracias grandes, con muchos componentes distintos, que a veces no se comunican como lo debieran de hacer entre sí, y francamente ese fue el caso, con el caso del General Cienfuegos, de nuestro lado”, indicó.
En octubre pasado, el embajador dijo que pese a que sabía sobre la investigación desde 2019 no podía contarle al respecto ni a su agregado militar, debido al hermetismo del Gran Jurado.
También agregó que es “muy difícil” que los mexicanos confíen en las autoridades estadounidenses, y viceversa, pues “no sabemos en qué grado podemos compartir esta información con nuestros colegas mexicanos”.
Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard, señaló que México expresó su molestia con Estados Unidos por no compartir la información.
Posteriormente, la justicia estadounidense desechó los cargos contra el exsecretario, quien arribó a México el 18 de noviembre.
La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) declararon como reservada por un periodo de cinco años toda la información relacionada con la detención en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos y su posterior retorno a México después de que las autoridades del país vecino se desistiesen en su causa por narcotráfico.