Con 31 puntos, México ocupa el lugar 124 de 180 naciones evaluadas en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2020, y se mantiene en el último lugar (37) entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para su edición 2020, el IPC se centró en lo ocurrido en materia de corrupción a partir de la emergencia sanitaria por COVID-19.
El estudio, realizado por Transparencia Internacional, señala que la corrupción afecta negativamente
al acceso de la población a servicios sanitarios de calidad. Además de que “un alto nivel de corrupción suele estar asociado a un bajo nivel de cobertura sanitaria universal, mayor mortalidad infantil y
materna y más muertes de cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias y cardiovasculares”.
En otra parte, el texto indica que “los países con mayor grado de corrupción, independientemente de su desarrollo económico, suelen invertir menos en sanidad”. Esto se debe a que “la corrupción desvía los fondos destinados a servicios públicos”.
Los países calificados por debajo de los 36 puntos presentan una mayor vulneración de la democracia durante su respuesta al COVID.
En el caso de México, la calificación fue de 31 puntos y aunque nuestro país mejoró dos puntos y seis lugares respecto al índice de 2019, se mantiene en el último lugar de los países integrantes de la OCDE, y en el lugar 18 de 19 de las naciones que conforman el G20.
A nivel mundial, con sus 31 puntos, México comparte el lugar 124 con Bolivia, Kenia, Kirguistán y Pakistán.
Algunos países de América que tienen una mejor calificación que México son: Panamá (35 puntos), El Salvador (36), Perú (38), Brasil (38), Ecuador (39), Colombia (39) y Trinidad y Tobago (40).
Las naciones mejor calificadas son Dinamarca y Nueva Zelanda con 88 puntos, seguidas de Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza, todas con 85 puntos.
Noruega tiene 84 puntos, Países Bajos 82, Alemania 80 y Luxemburgo 80.
Por su calificación, se considera que en todas estas naciones la corrupción es inexistente.
En contraparte, los países peor calificados son: Sudan del Sur y Somalia (12 puntos cada uno), Siria (14), Yemen (15) y Venezuela (15).
Transparencia Mexicana señaló que si bien nuestro país mejoró con relación a 2019, aún debe recuperar su mejor evaluación que fue de 35 puntos en 2014.
La organización señala que algunas de las razones por las que México tiene esta calificación son: la falta de sanciones a los casos y las redes de descubiertas gracias al periodismo de investigación.
Agrega que de 2016 a 2019 ninguno de los casos de corrupción transnacional que involucran empresas y funcionarios mexicanos fue sancionado.
“El riesgo de impunidad, tras conocerse estos casos y no haber identificado sanciones firmes por parte de las autoridades, sigue latente”, se lee.
Ante este contexto, las recomendaciones hechas a las autoridades mexicanas para mejorar la situación son: