Rafael Caraveo Opengo, quien era secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado confesó ante la FGR que acudió siete veces a recoger 15 maletas llenas de dinero a una oficina alterna de Pemex en Lomas de Chapultepec, justo cuando Emilio Lozoya era titular de la petrolera.
Caraveo rindió su declaración el pasaso 4 de septiembre ante la FGR, informó el diario Reforma, el cual tuvo acceso al documento.
El panista dijo que el dinero lo recibió en efectivo por órdenes del entonces senador panista Jorge Luis Lavalle Maury y que estaba destinado a campañas electorales del pan. Este dinero eran sobornos del gobierno de Peña Nieto a legisladores por la aprovación de la reforma energética.
Caraveo y Lavalle acudían a una oficina de Montes Urales donde Francisco Olascoaga, quien era jefe de departamento Administrativo en la Dirección General de Pemex y hombre de confianza de Lozoya, entregaba el dinero y ya tenía los recibos en que se especificaba la cantidad entregada.
Caraveo señala que recibió la primera entrega de dinero en 2013. Según su declaración, reproducida por Reforma, el entonces senador Lavalle le pidió a Caraveo que fuera a revisar unos expedientes y que una persona llamada José lo llamaría.
Lo buscó fue José Velasco Herrera, jefe de ayudantes de Lozoya, quien le pidió que se encontraran en Paseo de la Reforma, en el edificio de Sedesol. Ahí lo esperaba una camioneta Subrban negra, a la que subió. Ahí Velasco le mostró una maleta deportiva negra llena de fajos de billetes de 500 pesos.
Lavalle le pidió a Caraveo que le llevara la maleta al Senado y le aseguró que no era nada ilegal, que estuviera tranquilo. Esa no sería la última vez que el senador panista le pediría que fuera a recoger dinero.
En una segunda ocasión, en la camioneta negra le entregaron otra maleta. En la tercera ocasión un auto del Senado lo llevó a la oficina de Montes Urales donde recibió una maleta grande con ruedas que contenía 13 millones de pesos.
En la cuarta ocasion Caraveo fue acompañado de Guillermo Gutiérrez Badillo, secretario del entonces senador panista Francisco Domínguez a la oficina de Lomas de Chapultepec por 12 millones de pesos.
Una quinta vez, se repitió la operación en compañía de Gutiérrez Badillo. Caraveo asegura que nunca obtuvo beneficios por estas entregas.
El exsenador Jorge Luis Lavalle afirmó que las acusaciones de su excolaborador pudieron ser inducidas.
Lavalle dijo en un mensaje que desconoce las motivaciones e intenciones de las imputaciones, “pero son tan falsas como inverosímiles, orientadas y probablemente premiadas”.
De acuerdo con Lavalle, el exsenador ha pedido comparecer en diversas ocasiones ante la autoridad, y acusó que se le ha negado el derecho de conocer el expediente de las imputaciones que solo ha podido tener a través de la prensa.
Con información de Reforma (suscripción necesaria)