Un total de 4 mil 690 personas solicitó asilo en México en octubre, según las cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar). Se trata del cuarto mes consecutivo en el que se incrementa el número de extranjeros que pidió protección en el país y ya casi alcanza las cifras previas a la pandemia de Covid19. A pesar del coronavirus, en 2020 se registraron 32 mil 272 peticiones de refugio, por lo que se superan las 29 mil 630 de 2018, convirtiéndose en el segundo año con mayor número de aplicaciones a la Comar.
A pesar de que los casos de contagio están en auge en al menos siete estados, el flujo de personas que llegan de otros países para pedir asilo se ha incrementado. Esto puede explicarse, en parte, por la relajación de las medidas de confinamiento en otras zonas y la reapertura de las fronteras centroamericanas, que tuvo lugar en septiembre. “Sigue la tendencia al alza. Octubre estuvo al 82% del promedio del primer trimestre y suponemos que llegaremos, al menos, a los 40 mil a final de año”, explica Andrés Ramírez, coordinador general de la Comar.
A principios de año, cuando la Covid19 todavía no se veía como la pandemia que iba a asolar el mundo, el número de personas que solicitaba asilo en México estaba en ascenso. En enero se tramitaron 5 mil 986 peticiones, en febrero 5 mil 910 y en marzo 5 mil 286. En ese momento, la Comar esperaba que 2020 volviese a batir récords en número de solicitudes de asilo. El incremento de las restricciones para alcanzar Estados Unidos y pedir protección convirtieron al país en una segunda opción para personas llegadas de Honduras, Haití, Cuba, El Salvador o Venezuela, por mencionar los cinco países con mayor número de solicitantes este año.
En marzo se decretó la pandemia y los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) decretaron confinamientos y toques de queda, así como cerraron las fronteras. Esto dificultó la llegada de nuevos solicitantes de asilo, tanto de los países centroamericanos como de otras partes del mundo que debían atravesar Centroamérica para alcanzar México. En realidad, todo el flujo hacia Estados Unidos quedó paralizado. La frontera norte cerró y Washington implementó el Título 42, que le permite expulsar a cualquier persona que cruce irregularmente sin darle opción a pedir asilo. Además, en México los albergues estaban cerrados, ya que sus responsables tenían miedo de no poder gestionar la pandemia y que las personas beneficiarias pudiesen contagiarse.
En abril se registraron apenas 977 solicitudes de asilo y en mayo 943. En junio, sin embargo, la cifra comenzó tímidamente a remontar, con 1 mil 260 aplicaciones para protección.
A partir de entonces, la curva fue en ascenso: 1 mil 806 en julio, 2 mil 015 en agosto, 3 mil 399 en septiembre y 4 mil 690 en octubre.
Esta tendencia no es exclusiva de México. El Programa de Protección de Migrantes, por el que los solicitantes de asilo en Estados Unidos son devueltos a México para seguir su caso después de un acuerdo entre los gobiernos de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, también experimentó un descenso notable y una recuperación progresiva.
Según datos de la Universidad de Siracusa, que actualiza mensualmente las cifras mediante solicitudes de acceso a la información en Estados Unidos, en septiembre un total de 1 mil 133 personas fueron devueltas a México siguiendo estos protocolos, lo que todavía está lejos de los 2 mil 282 expulsados en marzo pero que mantiene una tendencia al alza. En abril fueron 204, en mayo, 136; en junio, 215; en julio, 379 y en agosto 817. Esto implica que estas personas lograron pedir refugio en Estados Unidos pero que fueron expulsadas para seguir su corte al sur del Río Bravo. A día de hoy los procesos de asilo están paralizados, por lo que deberán esperar un tiempo que puede extenderse por más de un año ya que hay cientos de audiencias pendientes.
En todo este tiempo al menos 197 mil personas fueron devueltas desde Estados Unidos por el Título 42, sin opción a pedir asilo. La mayoría de ellas eran mexicanos. El resto tenía opción a solicitar refugio en México, aunque muchos de ellos o no quieren y prefieren ser deportados a sus países o no son informados de este derecho. Comar todavía no tiene oficinas en las ciudades del norte, por lo que estos trámites deben pasar a través del Instituto Nacional de Migración (INM) y no siempre sus funcionarios explican a los extranjeros todas las opciones que les ofrece la ley.
México es cada vez más un país de destino para personas que huyen de la violencia y no solo un lugar de tránsito para llegar a Estados Unidos. Desde 2013, un total de 42 mil 555 personas recibieron refugio o algún tipo de protección complementaria, mientras que 16 mil 290 fueron rechazados.
A pesar de las dificultades provocadas por la Covid19, en lo que llevamos de año la Comar tramitó 11 mil 936 casos, de los que 9 mil 046 fueron positivos, es decir, recibieron refugio o alguna protección complementaria. Esto implica que el 76% de los solicitantes podrá quedarse en México bajo algún tipo de protección.
Honduras (con un 84% de positivos), Venezuela (98%), Cuba (30%), El Salvador (81%) y Guatemala (50%) son los países con mayor numero de resoluciones tramitadas este año.