El confinamiento puede ser evitado si todos siguen las medidas de precaución necesarias y la suspensión de clases presenciales afecta la salud mental de los estudiantes, señaló Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa, durante una comparecencia digital en Copenhague, sede de la oficina regional.
El médico belga habló sobre tres temas clave: la prevención del confinamiento, el avance de tecnologías y desarrollos farmacológicos, y la seguridad del aprendizaje para los niños, informó la OMS en un comunicado.
La afirmación surge en un escenario donde se ha alcanzado una cifra de 55.6 millones de casos confirmados de COVID-19 a nivel mundial y un total de 1.34 millones de muertes.
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Solamente en noviembre, Europa registró 4 millones de casos más a la lista de contagios, representando un 28% de incidencias a nivel mundial. Asimismo, los países de la región han registrado un aumento de casos en los últimos 14 días. La semana pasada, el porcentaje de muertes en el continente aumentó un 18%, con 29 mil muertes adicionales, lo cual equivale a una muerte cada 17 segundos.
Con tales datos a la mano, Hans Kluge urgió a la comunidad a seguir esforzándose para causar un impacto y se mostró positivo con el futuro venidero: “Creo firmemente que hay más esperanza delante de nosotros que desesperanza a nuestras espaldas”.
El director regional reafirmó su postura sobre los confinamientos: son evitables. Señaló que son la última opción en cuanto a medidas preventivas, ya que, si bien el uso de cubrebocas no es una panacea, en caso de que su empleo llegara a un 95%, el confinamiento podría eliminarse. Sin embargo, recalcó que para lograr tal meta también se deben de hacer una combinación de medidas de prevención.
“Hemos aprendido que hay un importante daño colateral asociado al confinamiento”, destacó que hay un listado de consecuencias, como lo son daños a la salud mental, abuso de sustancias, violencia de género, disrupción en trabajos esenciales y la necesidad de un apoyo económico para las personas afectadas.
Hans Kluge afirmó que está consciente de la dificultad política que implica evitar el confinamiento, ya que sabe los problemas que hay cuando un gobierno se “calma demasiado rápido”; sin embargo, hizo un llamado al empleo de un sistema sólido donde se tome el contagio con la seriedad pertinente.
Por otro lado, dijo que los desarrollos tecnológicos y farmacológicos están abriendo un nuevo horizonte. El médico reconoce que las vacunas no son la solución completa al problema, pero se muestra positivo con los avances más recientes de dos casos de vacunas, las cuales parecen ser prometedoras.
También, en el marco del Día Mundial del Niño, hizo un recordatorio al cuidado de los derechos de los infantes. Destacó que la OMS mantiene su apoyo a todas las escuelas europeas que mantienen sus puertas y aulas abiertas.
“Los niños no son considerados transmisores principales del virus (…) la clausura de las escuelas no es considerada una medida eficaz para el control de COVID-19”, comentó. Y aprovechó para pedir a los países que han suspendido las clases presenciales que consideren los efectos que tal acción ocasiona en los niños en términos de desarrollo educativo y bienestar tanto social, como mental.
“Si todos actuamos, y los más privilegiados hacen un esfuerzo adicional, podemos lograr un impacto”, afirmó continuando con su llamamiento a una cooperación mundial para aliviar la crisis sanitaria. “Tu país, comunidad, familia y amigos te necesitan más que nunca”, recalcó.