El Banco de México (Banxico) pronosticó una contracción de la economía de 9.3% para 2020 en su peor escenario. En el mejor la caída del PIB sería de 8.7%.
Aunque la cifra sigue siendo negativa es mejor a la previsión previa que era de 12.8%.
En su reporte trimestral, el banco central señala que para 2021 ya habría un escenario de crecimiento de entre 0.6 y 5.3%; mientras que que para 2022 estima un crecimiento de entre 2.6 y 3.8%.
En su escenario central, Banxico “supone una recuperación gradual, a un ritmo moderado” hasta llegar a un crecimiento inercial hacia 2022.
En México, después de una fuerte contracción del PIB en el 2do trimestre, la economía mostró una recuperación en el 3ro, impulsada por la reapertura de actividades y por el repunte de la demanda externa; aún permanece por debajo de los niveles previos a la emergencia sanitaria. pic.twitter.com/5bwyMxjhup
— Banco de México (@Banxico) November 25, 2020
Esto llegaría luego de la contracción a la actividad económica de abril y mayo, debido a la pandemia de COVID, y a las medidas para evitar la propagación del virus.
“Desde junio se ha recuperado como resultado de la reanudación de la actividad productiva en diversos sectores y de una reactivación de la demanda, especialmente la externa. No obstante, permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia y persiste una marcada incertidumbre respecto de la evolución futura de la economía, toda vez que la pandemia sigue en curso, persisten restricciones sobre la operación de varias actividades, aún se desconocen las afectaciones más duraderas”, expuso el banco central.
Pero también ve riesgos a futuro que pueden afectar la economía nacional. Uno es que se prolonguen las medidas de distanciamiento social o se retomen medidas más estrictas, tanto a nivel global, como nacional.
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También que haya volatilidad en los mercados financieros internacionales e incertidumbre interna que afecte la inversión en el país. Así como que las medidas de apoyo a nivel nacional o internacional sean insuficientes para evitar mayores afectaciones y que las secuelas de las afectaciones a la economía sean más permanentes.
La reducción de la calificación de la deuda soberana y la de Pemex también es motivo de preocupación, pues esto afectaría el acceso a los mercados financieros.
Sobre la inflación, el Banco de México espera que se mantenga alrededor de 3%, pues ajustó su pronóstico a la baja.