El presidente Andrés Manuel López Obrador encomendó a la doctora Beatriz Gutiérrez Müller la “misión casi imposible” de que consiga que el Penacho de Moctezuma vuelva a México desde Austria.
“Le recomendé que insistiera en el Penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo”, informó el presidente a través de redes sociales.
La escritora Beatriz Gutiérrez se reunió con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, con el objetivo obtener piezas históricas y arqueológicas de México para ser exhibidas durante la conmemoración del Bicentenario de la Independencia.
Le recomendé que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) October 12, 2020
Durante su gira por Europa, la esposa del presidente se ha reunido también con el papa Francisco; con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y con la primera dama de Francia, Brigitte Macron.
El Penacho del México Antiguo, conocido como Penacho de Moctezuma, es una pieza mexicana única que se encuentra en la colección permanente del Museo de Etnología en Viena.
El espectacular objeto de plumas de quetzal y de otras aves, adornado con numerosos ornamentos de oro, en un primer momento fue registrado como un “sombrero morisco” en el inventario de 1596 de la famosa colección de Ambras, una de las mayores cámaras de arte y maravillas de su tiempo, propiedad del archiduque Fernando II de Tirol.
En el México posrevolucionario, lo que se consideró que fue el “penacho de Moctezuma”, de adoptó como un símbolo indigenista de la identidad del nuevo México con el imperio azteca.
Después de una restauración realizada por expertos del INAH entre 2010 y 2012, en el marco de un proyecto de cooperación entre México y Austria, especialistas de ambos países coincidieron en que el frágil estado del penacho no permite que sea trasladado, hasta que exista una tecnología que pueda impedir cualquier vibración.
El Penacho del México Antiguo se exhibe como pieza central de la Sala de Mesoamérica en este museo de Europa, en donde también se pueden admirar varios ejemplos de arte plumario originario de México, incluyendo el Escudo de Ahuízotl, que consiste en un escudo de plumas, así como piezas prehispánicas, cuadros de las castas coloniales y algunos ejemplos de la colección de huipiles de la región.
En abril de 2017, el gobierno mexicano informó que se dio el primer paso para que Austria prestara temporalmente a México el penacho, con un convenio de intercambio cultural para permitir su exhibición en el país.
Luego de eso, Austria y México debían suscribir un acuerdo marco en el que se detallaran cuestiones de respeto a la propiedad y garantías internacionales.
Sin embargo, esto no ocurrió. Austria denegó el envío de la pieza, junto con otras que habían sido solicitadas, argumentando que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no garantizó “la inmunidad de embargo”.