En México han muerto 173 mil 578 personas más que en el año pasado, de los que solo 68 mil son oficialmente por COVID-19 reportados hasta el 31 de agosto, y aunque del resto no se conoce públicamente la causa, se encuentran quienes no fueron oficialmente diagnosticados con el virus, los que no recibieron atención médica oportuna por otros padecimientos o que fallecieron en casa por miedo a ir a un hospital.
Esto significa que por cada persona fallecida confirmada de COVID en México, hay 2.5 muertos, directa o indirectamente, por la pandemia.
Al comparar con otros países, el número es poco alentador, según el reporte de The Economist. De acuerdo con su análisis de exceso de mortalidad en el mundo, México se ubica por debajo de países como Perú, que tiene 211 fallecimientos en exceso por cada 100 mil habitantes y Ecuador, que registra 183.
Hasta el cierre de agosto, la tasa de exceso de mortalidad en México era de 136 por cada 100 mil habitantes.
Al revisar los datos por entidad, nueve estados registran el mayor número de fallecidos en agosto, mientras que las entidades que reportaron más fallecidos en mayo y junio no han tenido un repunte de defunciones en los meses siguientes.
Si bien no puede atribuirse todas las muertes al contagio del virus, Animal Político publicó en septiembre que 1.5 millones de personas dejaron de ser atendidas en hospitales públicos debido a que el sistema de salud estuvo enfocado en atender pacientes COVID, lo cual, según expertos, pudo influir en los decesos de personas con otros padecimientos.
Para esta investigación se comparó el número de fallecimientos ocurrido en cada entidad de abril a agosto de 2019, con el mismo periodo de 2020. La diferencia es lo que se conoce como exceso de mortalidad, es decir, las muertes adicionales a las esperadas según la tendencia.
El mayor exceso en todo el país se registró en junio y julio, con 47 mil 520 y 50 mil 513 muertes respectivamente. Mientras que en agosto finalmente ocurre un descenso en los registros con 35 mil 950 fallecimientos en exceso.
Ésta es la actualización de la investigación sobre el exceso de mortalidad en México realizada por Animal Político y Proyecto Li y cuyo primer reporte reveló que el impacto de la pandemia había dejado 130 mil fallecimientos hasta el 31 de julio.
Baja California Sur, Coahuila, Colima, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas son los estados que registraron el mayor número de exceso de muertes en agosto.
Se trata también de los estados en los que la pandemia llegó después de los primeros casos ocurridos en la Ciudad de México y el Estado de México donde comenzó la propagación desde marzo.
Colima, que para el 7 de septiembre era la única entidad de todo el país en permanecer en rojo en el semáforo epidemiológico, registró 599 fallecimientos en exceso entre el 1 de abril y el 31 de agosto de 2020, lo cual significa un aumento de 23% con respecto a ese periodo de 2019.
Nuevo León, que en la primera quincena de octubre se ubicaba en semáforo naranja, lo que permitía abrir más actividades económicas, tiene un exceso de mortalidad de 5 mil 427 fallecimientos en los cinco meses de la pandemia, lo que representa 39% más que el año anterior.
Entre estos nueve estados Tamaulipas es la entidad con el mayor exceso de mortalidad, al registrar 4 mil 880 muertes en exceso entre abril y agosto; es decir, 50% más que en 2019.
Con esta investigaciones buscamos dimensionar el impacto que la pandemia de coronavirus ha dejado en el país, aunque es quizá el indicador más dolorosos pues se trata de miles de familias que perdieron a sus seres queridos en este periodo.
A través de 250 solicitudes de transparencia realizadas desde mayo a los registros civiles de cada entidad y a la Secretaría de Gobernación que concentra la información, obtuvimos el número de actas de defunción registradas desde el 1 de abril tomando en cuenta que el primer fallecido por covid ocurrió el 18 de marzo, hasta el 31 de agosto de este año y también el número de actas de los últimos cinco años.
Si bien no conocemos las causas de defunción de cada acta, se trata de un número de muertes que no se esperaba que ocurrieran. Es decir, en cada población de acuerdo a sus características suceden casi el mismo número de muertes cada año, a menos que ocurra un fenómeno externo, como un desastre natural, una guerra, o, cómo en este caso, una pandemia.
Aunque la Secretaría de Salud federal ha informado en dos ocasiones sus cálculos sobre exceso de mortalidad, tomando como fuente la Base de Datos Nacional del Registro Civil administrada por RENAPO, no incluye a todos los estados del país.
El análisis más reciente, que incluye el periodo del 15 de marzo al 15 de agosto de 2020, calcula 137 mil 343 fallecimientos adicionales que en el mismo periodo de 2019.
Sin embargo, la dependencia federal sólo incluyó a 25 entidades en su análisis y dejó fuera a Chiapas, Durango, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán debido a inconsistencias en el reporte semanal de defunciones.
En esta investigación, además de los datos del RENAPO, también se analizan los datos proporcionados por cada registro civil. En el caso de Chiapas y Yucatán, que no han entregado el número de defunciones de agosto vía transparencia, se hizo un cálculo del número esperado para ese mes con base en la tendencia de los meses previos.