Rolando ha trabajado 12 años en la Jefatura de Servicios de Sistemas de Salud del ISSSTE, pero este miércoles 9 de septiembre fue sacado por guardias de seguridad de su lugar de trabajo por haberse negado a firmar su renuncia. Los guardias lo acompañaron a su auto, le quitaron sus credenciales de acceso y lo echaron, sin haber terminado formalmente su relación laboral con la institución.
El trabajador, cuyo nombre fue cambiado por seguridad, conoció así a los nuevos jefes que llegaron con el general de división Jens Pedro Lohmann Iturburu a la Dirección de Administración y Finanzas del ISSSTE. El militar tomó el cargo desde el 1 de septiembre en sustitución de Pedro Zenteno Santaella, quien, a su vez, fue designado titular de la empresa estatal de distribución de medicamentos, Birmex.
Rolando relató que el nuevo jefe de Servicios de Sistemas de Salud, Luis Fernando Hernández Rodríguez, requirió que él y otros seis compañeros de trabajo firmaran su renuncia con fecha del 31 de agosto, lo que implicaría no pagarles liquidación ni los días extra que ya laboraron en lo que va de septiembre.
“Luis Fernando Hernández Rodríguez nos dijo que le hicieron la encomienda de que él limpiara el ISSSTE desde arriba hasta abajo. Con esa excusa él me requirió mi renuncia, pero yo le comenté que no, porque mi contrato acaba hasta el 31 de diciembre”, explicó el trabajador.
Lo que vino después, conforme a su relato, fue quitarle sus credenciales de acceso al inmueble de San Fernando 547 para que no pueda presentarse a laborar y despedirlo, ahora sí “justificadamente”, por abandono del trabajo.
“Hoy me puse a hacer unos oficios que tenía pendientes, y en ese momento llegan los de seguridad y me dicen: ‘Necesitamos que nos entregue su credencial, lo vamos a acompañar a su auto para que nos entregue el tarjetón’, y les dije: ‘¿yo por qué me tengo que retirar, si estoy trabajando?’, y dicen: ‘Porque el licenciado Luis Fernando nos comentó que usted ya no tiene ningún lazo laboral aquí en el ISSSTE, necesitamos que se retire de la oficina’; acompañé a los de seguridad a mi vehículo y entregué mi tarjetón”, contó Rolando.
Su caso se replica en otras áreas de la Dirección de Administración en las que también han forzado las renuncias de trabajadores contratados por honorarios, de acuerdo con denuncias documentadas por Animal Político.
Consultada al respecto, el área de comunicación social del ISSSTE minimizó los señalamientos con el argumento de que normalmente los trabajadores de confianza son reemplazados cuando cambian las cabezas de las áreas.
“En toda la administración pública de todo el país, federal, estatal o municipal, hay cambios; todos entramos (a trabajar) de esa forma. La administración pública así funciona en todos los niveles”, señaló personal de comunicación.
Otras dos trabajadoras señalaron al nuevo titular de la Jefatura de Servicios del Sistema de Control y Regulación de Abasto (Sicora), Mario Alberto Morales Ruiz.
Este último fue quien le dijo a Carmen, subjefa de departamento en Sicora desde hace casi tres años, que por “órdenes del general” debía renunciar a su puesto de trabajo, también con fecha del 31 de agosto.
“El licenciado Mario Alberto nos dijo que, por el cambio de administración, la Jefetura de Servicios (del Sicora) prescindía de nuestro trabajo”, relató.
“Es la mecánica de cada cambio de administración, que, a costillas de la demás gente, te corren y, como eres de confianza, agarran tu plaza nada más así. (…) Y quieren que tú presentes tu renuncia, voluntariamente a fuerzas, y al momento que tú renuncias, pierdes todos tus derechos”.
Carmen, a quien también se le cambió el nombre, dijo que el pasado miércoles la citaron para insistirle en la firma de su renuncia, pero ella no aceptó, lo que la introdujo en una dinámica de hostigamiento laboral.
“Yo les ofrecí que me bajen el sueldo, pero que me dieran la oportunidad de no perder mi trabajo, a lo cual ellos se negaron y no dieron pauta a nada. No solo en mi piso se ha estado despidiendo a la gente, también en otros pisos. Ellos dijeron que, si yo no les firmaba, iban a proceder de otra forma, ya sabemos cuáles son sus ‘formas’: cancelar mi plaza y yo quedarme sin trabajo; para mí sí es muy importante que se sepa qué está pasando, porque se había dado la instrucción de que, por la pandemia, no podían correr a nadie, y es lo que están haciendo”, criticó.
Carmen dijo que perder su fuente de ingresos en medio de la pandemia es un golpe duro porque su esposo no tiene empleo, por lo que ella debe mantener a sus hijos.
“Yo les dije que no iba a firmar mi renuncia y que, sinceramente, yo no me podía quedar sin trabajo. Tú sabes en qué situación estamos. Mi esposo es comerciante y no los están dejando ponerse (para vender), así que dependen de mí tres niños”, comentó.
Una compañera suya, que es jefa de departamento en Sicora, reveló que Morales Ruiz también le solicitó renunciar con el mismo argumento de que eran órdenes del nuevo titular de la Dirección de Administración.
“Nos dijo a tres personas: ‘Lamentablemente, por órdenes de más arriba, necesito que ustedes me den su lugar, porque me están pidiendo sus plazas y necesito que me firmen su renuncia con fecha del 31 de agosto”, aseguró.
“Me empezaron a atosigar de una manera muy insistente y grosera para pedirme que firmara; yo insistí en que no iba a firmar, porque yo no estaba renunciando y porque yo tengo un contrato que termina en diciembre”.
A pesar de que no ha aceptado renunciar, a esta trabajadora del ISSSTE, que solicitó el anonimato, la han obligado a capacitar a la persona que, según le indicaron, ocupará su cargo cuando ella se vaya.
“No nos quieren liquidar, yo entiendo que es porque en la pandemia está prohibido despedir a las personas, y por eso nos quieren obligar a firmar nuestra renuncia”, comentó.
“Me pesa mucho, porque yo tengo a una persona enferma que depende completamente de mí, esto me está pegando de una manera muy brusca”, dijo.