Las mujeres familiares de víctimas que acudieron a la reunión en Segob le pidieron a Rosario Piedra Ibarra que renuncie a la presidencia de la CNDH y una disculpa pública por el trato que les ha dado, ante lo cual ella guardó silencio y casi no habló en la reunión, según contaron varias de las asistentes al salir.
En total fueron casi tres horas las que las mujeres pasaron dentro de la dependencia federal, primero en diálogo una comisión de 13, y luego la secretaria escuchó durante unos minutos uno por uno alrededor de 60 casos que le presentaron, entre víctimas de desaparición forzada, feminicidios, trata de personas, y violencia sexual, provenientes de Guerrero, Veracruz, Michoacán, Baja California, Jalisco y el Valle de México, principalmente.
Las mujeres dijeron estar inconformes con la actitud de Piedra Ibarra, a quien reclaman que ya no recuerda que ella misma es víctima por la desaparición de su hermano en los 70. En contraste, se dijeron satisfechas con el compromiso de la secretaria Olga Sánchez Cordero de atender todos los casos, con acompañamiento directo en los estados para revisar que avancen las investigaciones en las Fiscalías locales. A las familias de Guerrero, por ejemplo, les dieron una nueva cita para el próximo miércoles 23 de septiembre.
“Ella se compromete a que a través de este momento pone a trabajar a la gente de cada área que tiene que ver en los asuntos para que se les dé celeridad, en cuanto a desaparición y feminicidios y el tema de violencia sexual. Entonces esperemos que esta vez sí sea cumplida, porque venimos de un plantón de un mes en el que nunca fuimos escuchadas y nada más nos daban minutas y minutas que nunca se cumplieron”, señaló Karla Guerrero, esposa de un hombre desaparecido hace 6 años en Xalapa, Veracruz.
Karla García Tello, que tiene cinco denuncias contra su expareja, incluyendo una por intento de feminicidio, comentó que por fin le dieron medidas cautelares para ella y para su hijo y el compromiso de seguimiento a sus carpetas de investigación y de investigar posible corrupción en su caso, pero reclamó que ocurra hasta ahora por la movilización que se ha realizado.
“Rosario Piedra solo se justificaba y no aceptó las cosas, que pidiera una disculpa pública. Pero la señora Sánchez Cordero muy amable, se comprometió, yo creo que todas las instancias que estaban presentes se comprometieron a apoyarnos. Yo lo único que espero es que no quede esto en palabras, que se vean los resultados inmediatos”, comentó al salir.
Las asistentes a la reunión no quisieron ahondar en por qué se dejó fuera a Erika Martínez, dijeron que la lista de quiénes entraban la hizo Segob, quizá hubo un error de comunicación, pero que después habrá más reuniones en las que también la atenderán.
Respecto al anuncio hecho la víspera por Yesenia Zamudio de que se retiraría de la toma, varias integrantes de Ni Una Menos dijeron que nadie se va, que no hay una ruptura sino solo diferencias que están solucionando al interior.
El encuentro fue pactado desde el martes pasado, cuando ambas partes se reunieron para que las manifestantes entregaran un pliego petitorio.
En la reunión participaron familiares de mujeres víctimas de violencia, encabezadas por Yesenia Zamudio, y por parte del gobierno federal estuvo la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra; la presidenta de Inmujeres, Nadine Gasman, y la titular de la Conavim, María Fabiola Alanís Sámano.
Se trata de la segunda reunión que se realiza tras la toma de instalaciones de la CNDH en CDMX por parte de familiares de víctimas y diversas colectivas.
Sin embargo, en esta ocasión las representantes del gobierno solo recibieron a una parte de las mujeres que tomaron dicho inmueble. Erika Martínez y Bloque Negro regresaron a la sede de la CNDH donde van a tener una asamblea.
Esta semana el Frente Ni Una Menos y el resto de las colectivas encabezadas por Bloque Negro anunciaron su separación.
Este miércoles, en su cuenta de Facebook, Yesenia Zamudio, que lidera la colectiva Ni Una Menos, primero anunció que su grupo se retiraba de la ocupación por diferencias con la colectiva feminista Bloque Negro, que también encabezó la toma, pero después borró esa publicación y en otra dijo que se presentaría a la reunión con Segob de este jueves.
Por su parte, la colectiva Bloque Negro contestó que se deslindaban “de cualquier acción y discurso de Yesenia Zamudio”. Más tarde, Erika Martínez confirmó que ella y el resto de las colectivas continuarían con la toma de instalaciones.
Antes esto, el grupo recibido este jueves en la Segob fue el del Frente Ni Una Menos, de Yesenia Zamudio, mientras que las integrantes de Bloque Negro y otras activistas y madres de víctimas como Erika Martínez se quedaron afuera del recinto.
A la reunión entraron menos de 15 mujeres.
“Acaba de salir la licenciada Rosalinda Pimentel (abogada de Zamudio) y dijo que esta reunión solo era para Ni Una Menos”, declaró Erika Martínez a los medios de comunicación.
Erika señaló que ellas habían confirmado su cita a las 12:30 con la subprocuradora Nelly Montealegre, pero después les dijeron “que no están en la lista de las que serían recibidas”.
La también activista dijo desconocer quién armó esas listas, y añadió que permanecerán en espera de que les resuelvan si las atienden o no, o si no, no tienen prisa, porque ya tienen la casa ocupada.
Martínez acotó que aunque ella llegó a hacer la toma porque tiene una hija que sufrió violencia sexual, se asume no como madre de víctima sino como defensora de derechos de las mujeres y las niñas, y parte de las colectivas feministas integradas sobre todo por jóvenes.
Refirió que ellas son las que vieron la necesidad de tener un espacio para refugiar a víctimas, por lo que van a seguir trabajando para ellas, para realizar talleres y actividades de apoyo, y darles albergue. Por ello, aseguró, que respetarán la decisión de las madres de víctimas que apoyan a Zamudio ya sea que opten por quedarse o retirarse del edificio de la CNDH.
Mientras todo esto sucedía, al edificio de Segob también llegó (por su lado) Marcela Alemán, madre de una niña de San Luis Potosí que también fue víctima de violencia sexual, y que fue quien originalmente desató la toma de la CNDH al amarrarse a una silla después de una reunión con la titular, Rosario Piedra, a la que llegó invitada por familiares de desaparecidos que tienen tomada la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Marcela se amaró simbólicamente con una agujeta a la reja de Segob, pero de inmediato salieron dos funcionarios que la invitaron a pasar, con la promesa de conseguirle un encuentro con la secretaria Olga Sánchez Cordero.
El pasado viernes 4 de septiembre las colectivas tomaron el edificio de la CNDH en protesta a la falta de acción por parte del organismo ante la violencia contra la mujer.
Apenas el pasado lunes, madres de víctimas de feminicidios, familiares de personas desaparecidas y las colectivas convocaron a una “Antigrita” en las oficinas tomadas.