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Descalificaciones, represión, violencia: así fue la jornada por la despenalización del aborto en la CDMX
Descalificaciones, represión, violencia: así fue la jornada por la despenalización del aborto en la CDMX
Itxaro Arteta
7 minutos de lectura

Descalificaciones, represión, violencia: así fue la jornada por la despenalización del aborto en la CDMX

29 de septiembre, 2020
Por: Itxaro Arteta
@iartetam 

Habían pasado solo 10 minutos y 700 metros del camino que pretendía seguir una de las marchas por el aborto legal y seguro en la Ciudad de México, cuando la policía la rodeó, montó un encapsulamiento que duró cuatro horas, y dio comienzo a un operativo de represión que provocó la respuesta violenta de las manifestantes.

El fuerte operativo policial ocurrió minutos después de que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, descalificara la marcha de este lunes y hablara de un presunto vínculo entre un empresario ligado a la gestión de Enrique Peña Nieto y el movimiento feminista.

Las policías vaciaron decenas de extintores para frenar las agresiones, pero también cualquier intento de acercamiento o avance, aún cuando no hubiera fuego por apagar.

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Según datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, se movilizaron mil 700 policías mujeres del Grupo Atenea, equipadas con 165 extintores.

También según cifras oficiales, hubo 600 manifestantes, es decir, casi tres agentes por participante.

Cierran el paso con extintores

A las 2 de la tarde fue la cita en el Monumento a la Revolución, donde llegaron a congregarse unas 300 chicas con pañuelos verdes, la mayoría vestidas de negro y con la cara tapada, que se identifican como Bloque Negro. A las 2:40 empezaron a caminar, causando destrozos a su paso, ante los que policías formaron vallas para proteger edificios o mobiliario. Al llegar al Caballito, ya habían sido agredidas dos agentes con golpes y patadas.

Entonces las uniformadas se colocaron antes del cruce con Balderas para cerrar el paso de Avenida Juárez. En filas, montaron sus escudos para no dejar ningún hueco, mientras otros cientos de elementos cubrían ambos lados de la calle, y otro grupo cerraba también el paso por detrás, en la calle de Humboldt. Dentro de ese ‘encapsulamiento’  quedaron manifestantes, encapuchadas, periodistas y observadoras de Derechos Humanos que formaron escuetas vallas de paz.

Las manifestantes llevaban palos y martillos, tiraron algunos petardos y alrededor de cinco bombas molotov que provocaron quemaduras a algunas de las policías. Según el gobierno capitalino, hubo 43 agentes heridas. Las policías empezaron a responder entonces activando los extintores, que además de apagar el fuego, causan irritación en los ojos y garganta. Aunque solo se reportaron 13 ciudadanas lastimadas y atendidas ahí mismo.

Fue tal la cantidad de extintores activados, que a pesar de ser un espacio abierto y que no estaba saturado por manifestantes, hubo momentos en que la mitad del área se veía completamente blanca, era imposible respirar o siquiera abrir los ojos, y eso afectó a las propias policías. En un momento, las chicas corrieron hacia un extremo y quienes traían agua auxiliaban a las que habían sido afectadas con el gas; mientras que en el otro extremo, sin poder romper filas, decenas de policías tosían sin parar y trataban de hacer pasar el efecto bebiendo o mojándose la cara con botellas de agua que les proporcionaban los elementos que venían de apoyo detrás de ellas.

El encapsulamiento en ese punto duró dos horas con veinte minutos, hasta las 5:10, por lo que en ese tiempo las manifestantes pasaron de las agresiones a solo gritar consignas o pintarlas en el suelo, después interpretaron la “Canción Sin Miedo” de Vivir Quintana, que se ha vuelto una especie de himno feminista, volvían las agresiones o tan solo gritos contra las policías. Hubo un momento en que formaron una línea que a lo largo de varios minutos se iba acercando poco a poco a la línea de escudos, y cuando estaban ya a unos dos metros, sin que mediara ninguna agresión ni fuego, las agentes volvieron a disparar varios extintores para obligar a las chicas a retroceder.

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A lo largo de la jornada fue posible ver que no solo había Ateneas, sino también agentes de Tránsito, otras con escudos de la Policía Bancaria e Industrial, y efectivos hombres, de los que la Secretaría negó su presencia hasta que Animal Político mostró fotos, y entonces reconoció que había 50, pero detrás de las vallas metálicas que protegían Bellas Artes y los accesos a las calles que conducen al Zócalo.

Llegan a marcha entre descalificaciones al movimiento feminista

Al llegar a la protesta, el ambiente ya estaba crispado entre las feministas por las descalificaciones que el gobierno, tanto local como federal, ha hecho de los recientes movimientos de mujeres.

Apenas unas horas antes, en la conferencia mensual en la que la Secretaría de Gobernación (Segob) informa de las acciones para combatir la violencia de género, una funcionaria federal acusó que hay grupos feministas cobrando a las víctimas por ayudarlas a tener una atención que es gratuita.

Más temprano, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acusó a la empresa GINGroup, señalada como “facturera”, de estar financiando a quienes tomaron la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), porque en una de sus audiencias públicas alguien le contó que una empleada de esa empresa fue a donar víveres a la toma.

Apenas el viernes, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador dijo tener información de que hay gente infiltrada en contra de su gobierno que está utilizando el feminismo para atacarlo.

Y durante el fin de semana ya había sido encapsulada otra manifestación, organizada por el Bloque Negro, que pretendía ir de la CNDH al Congreso. Esto como acción previa al Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, que se realiza cada año en 28 de septiembre en ciudades de todo el mundo.

Al final de la jornada de este lunes, hubo una nueva descalificación por parte del gobierno capitalino, que envió un comunicado que iniciaba anunciando que fueron 32 mujeres encapuchadas quienes “boicotearon” la marcha con actos violentos, por lo cual se aplicó el protocolo de actuación policial durante manifestaciones, por el que se encapsuló a todas las manifestantes.

Otras dos horas encapsuladas hasta la Antimonumenta

Después de las más de dos horas sin avanzar en Avenida Juárez y Balderas, en las que algunas chicas se quejaban de que eso era un secuestro e iba en contra del libre tránsito y el derecho a la protesta, llegaron elementos de la Brigada Marabunta, una organización civil que evita confrontaciones en marchas de este tipo.

Esta Brigada sí formó una valla de paz entre manifestantes y policía, y entonces se acordó que se permitiría al contingente avanzar hasta la Antimonumenta por los feminicidios instalada frente al Palacio de Bellas Artes. Ahí esperaba la otra mitad del total de manifestantes que se congregaron para pedir aborto legal y seguro para las mujeres en todo el país, ya que hasta ahora, solo está despenalizado sin restricciones en la Ciudad de México y en el estado de Oaxaca.

Pero esos 500 metros más que avanzó la marcha, los avanzó totalmente encapsulada. Fueron más de 45 minutos los que se tardó en llegar, ya que primero, las policías del frente caminaban de espaldas –lo que provocó que más de una tropezara y cayera–, luego avanzaban las de los lados al paso de las manifestantes, y las del fondo seguían cerrando la retaguardia, de modo que nadie podía salir.

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Entre las 6 y las 7 de la tarde, continuó la violencia intermitente, ya que la policía seguía rodeando por un lado al contingente que venía del Monumento a la Revolución y por otro a quienes estaban en un templete instalado en Eje Central, entre quienes había integrantes de la Coordinación 8 de Marzo, del colectivo Pan y Rosas, organizaciones como Asamblea de Barrios y sindicatos como el de Luz y Fuerza, además de otras manifestantes independientes.

Aunque el Palacio de Bellas Artes estaba protegido por vallas metálicas, se apostó frente a ellas una línea de policías, por lo que algunas manifestantes lanzaban botellas, latas de spray vacías, pintura, pedazos de cristales rotos y gritos en su contra. En algunos momentos, de detrás de los escudos eran devueltas las botellas y latas a las manifestantes, por lo que nuevamente hubo intercambios de golpes, y otra vez las policías activaban los extintores uno tras otro, incluso cuando las chicas ya se habían replegado y eran los integrantes de Brigada Marabunta quienes recibían todo el polvo irritante, y ya sin fuego que apagar, a pesar de que las autoridades aseguraron en sus comunicados que solo se utilizan para ese fin.

Finalmente, pasadas las 7 de la tarde y sin mayor explicación, se hicieron a un lado las policías, solo a tapar las calles que llevan al Zócalo, donde está instalado el campamento del Frente Nacional AntiAMLO (FRENA), y acompañando la marcha por las orillas, como en otras manifestaciones.

Entonces las mujeres pudieron marchar coreando consignas feministas, bailando batucada y con pancartas que piden la no criminalización del aborto.

“Las ricas abortan, las pobres mueren”, decía una manta. “El aborto clandestino asesina la libertad”, “Si aborta, la culpa; si eyacula, la disculpa”, “Embarazo no deseado, aborto acompañado”  y “Nuestras abuelas nos dieron el voto, nuestras madres el divorcio y nosotras daremos el derecho a decidir”, eran otras.

Con las horas que habían pasado, las mujeres caminaron lo más deprisa que pudieron por Eje Central hasta el metro Garibaldi, en donde doblaron por Reforma hasta llegar a Metro Hidalgo, donde personal les indicó que la estación estaba abierta. Tras comentar un momento, con la noche ya sobre sus cabezas y el contingente mermado, la manifestación se dispersó ya sin ningún incidente, mientras cientos de policías que superaban por mucho la cantidad de mujeres para ese momento siguieron todo el movimiento, hasta que ya no quedó nadie.

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Etiquetas:
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Imagen BBC