La pandemia de COVID-19 será probablemente “muy larga”, advirtió este sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Seis meses después de declarar la emergencia internacional, la OMS señaló que se “continúa evaluando en muy elevado el nivel de peligro global por COVID-19”.
“La pandemia es una crisis de salud que se da una vez en un siglo y cuyos efectos se sentirán en las próximas décadas”, dijo el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Muchos países que creían que habían pasado lo peor ahora están lidiando con nuevos brotes. Algunos que fueron menos afectados en las primeras semanas ahora están viendo un número creciente de casos y muertes”, fue el diagnóstico al que llegó el jefe la OMS.
América Latina y el Caribe es la región que registra el mayor número de casos de COVID-19 en el planeta, con 4.8 millones de contagios y más de 197,000 muertos.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia con más de 153,000 fallecidos y 4.5 millones de casos.
Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro recién se curó de COVID-19, registra ya casi 92,500 muertos y más de 2.6 millones de casos, el segundo más afectado en el mundo.
Y México es ya el tercero con 46,688 muertos (424,637 casos), superando a Reino Unido (46,100 muertos y 303,181 casos).
Además de la entidad de salud, diferentes organismos internacionales como el Banco Mundial o la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe advirtieron sobre las consecuencias a largo plazo que dejará el coronavirus, sobre todo en lo social y las economías de los estados.
Mientras América Latina, Estados Unidos, Europa y otras regiones del mundo se hallan en recesiones económicas históricas, la OMS advirtió sobre “el peligro de que se afloje la respuesta en un contexto de presiones socioeconómicas”.
La frontera de Estados Unidos ha estado cerrada a viajes no esenciales desde el 21 de marzo y permanecerá así hasta el 20 de agosto.
Medidas que también se aplican en otros países como Canadá, que anunció una nueva prórroga en el cierre de sus fronteras, excepto para los estadounidenses, hasta el 31 de agosto.
En un intento por frenar la propagación de la enfermedad, Bolivia decidió extender una cuarentena flexible hasta el 31 de agosto, lo que implica que sus fronteras terrestres y aéreas permanecerán cerradas.
Argentina también frenó la flexibilización de las medidas de confinamiento al menos por dos semanas, ante el aumento de contagios.
En momentos en que Guatemala está inmersa en la reapertura progresiva de las actividades restringidas desde hace cuatro meses, el país superó este sábado los 50.000 contagios de coronavirus y suma casi 2.000 muertos.
Y es el que virus no se ha detenido en ninguna parte. Al menos 36 miembros de la tripulación confinados en un barco de la compañía noruega Hurtigruten, especialista en cruceros, dieron positivo al coronavirus, anunciaron el sábado las autoridades de Tromsø, la localidad noruega donde amarró la embarcación.
En el este de Asia, países que habían controlado la epidemia también atraviesan nuevos brotes preocupantes. La región japonesa de Okinawa declaró el estado de emergencia tras constatar una “propagación explosiva” del nuevo coronavirus, y Hong Kong abrió un hospital provisional pues desde julio están aumentando los casos en la excolonia británica.
Pero mientras algunos gobiernos están reinstaurando restricciones ante el temor a una segunda oleada epidémica, muchos se resisten y protestan, algunos por el golpe económico y otros por considerar que se les coartan sus libertades.
“Somos la segunda ola”, “Resistencia”, gritaban algunas de las cerca de 20.000 personas que se manifestaron este sábado en Berlín para protestar contra las medidas de prevención. Para ellos el coronavirus es “una gran teoría de la conspiración”.
Con información de AFP