En 2014, el gobierno de México, encabezado en ese entonces por el expresidente Enrique Peña Nieto, habría pagado sobornos por más de 52 millones de pesos a legisladores panistas para que apoyaran las reformas estructurales del llamado Pacto por México.
Esta información, de acuerdo con el diario Reforma, fue brindada a las autoridades mexicanas por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien está acusado de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho.
Según Reforma, Lozoya señaló que en total se habrían pagado 52 millones 380 mil pesos en diversos sobornos, a importantes personajes panistas como Ricardo Anaya.
Los presuntos pagos fueron hechos a través de terceros a los legisladores panistas, entre diciembre de 2013 y abril de 2014.
La presunta red de sobornos habría sido orquestada por el expresidente Peña Nieto y quien era su secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
De acuerdo con esta información, Videgaray pidió a Lozoya enviar 6.8 millones de pesos a Ricardo Anaya, antes de que se discutiera la reforma energética entre finales de 2013 y marzo 2014.
En ese periodo, Anaya era el presidente de la Cámara de Diputados y posteriormente fue nombrado secretario general del PAN. De 2015 a 2017 se desempeñó como presidente nacional del PAN.
Según Reforma, Lozoya dijo a las autoridades que los 6.8 mdp para Anaya fueron entregados el 8 de agosto de 2014 a una persona no identificada y que existen dos números telefónicos con los que se tuvo contacto para la entrega del dinero.
Además de Anaya, otros personajes panistas que habrían recibido sobornos, según lo dicho por Lozoya, son los exsenadores Ernesto Cordero y Salvador Vega. Así como Fracisco Dominguez y Francisco García Cabeza de Vaca, actuales gobernadores de Querétaro y Tamaulipas, respectivamente.
El exdirector de Pemex también mencionó a José Luis Lavalle Maury que se desempeñó como presidente de la Comisión de Administración del Senado.
Algunas de las entregas de sobornos para legisladores panistas, según Lozoya, se hacían en una oficina ubicada en la calle Montes Urales, colonia Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
Luego de darse a conocer las supuestas declaraciones de Lozoya, el mismo Ricardo Anaya envió un comunicado a Reforma negando las acusaciones en su contra.
El excandidato presidencial aseguró que la información que lo implica en el caso es “absolutamente falsa”, y agregó que él jamás ha cometido un acto indebido.
En una carta dirigida al medio, califica las acusaciones en su contra como absurdas pues tanto él como el PAN llevan años impulsando la reforma energética.
Por otro lado, el Partido Acción Nacional también emitió un comunicado para fijar su postura en contra de la corrupción.
En una serie puntos, el PAN señala que no tolerará ninguna ilegalidad cometida por ninguna persona, como tampoco “que se use la justicia como instrumento de propaganda para dañar al partido”.
Refieren que quien acusa, en este caso Emilio Lozoya, está obligado a probar.
“Hasta el momento solo son dichos de un presunto criminal que podría acusar a los adversarios del gobierno federal, con tal de salvar su situación jurídica como indiciado”.
En el texto, el PAN exige a las autoridades encargadas del caso que se conduzcan con legalidad y que hagan justicia de manera pronta y expedita, para deslindar responsabilidades.
Acusan que en este caso no se está respetando la presunción de inocencia, ni se está cuidando el debido proceso.
Además de que las supuestas declaraciones del exdirector de Pemex pretender ser usadas como ‘una cortina de humo’ ante “el fracaso del gobierno de López Obrador en la economía, con el creciente desempleo, la pésima gestión ante el COVID-19 y las muertes que pudieron evitarse”.
Al igual que Anaya, refieren que los legisladores de Acción Nacional “no tenían que ser convencidos de la Reforma Energética, ni de su legislación secundaria”, ya que el partido siempre ha estado a favor impulsar la competitividad del sector energético.
Para finalizar aclaran que el partido está a favor de acabar con la corrupción del pasado, pero también piden los asuntos actuales “de presunta corrupción por parte de miembros del equipo cercano al presidente y en todos los casos el gobierno se ha hecho ‘de la vista gorda'”.
En @AccionNacional reiteramos nuestro llamado a combatir la corrupción, pero no toleraremos, como se ha hecho en el pasado, que se use la justicia como instrumento de propaganda para dañar al partido, ni el buen prestigio de nuestros liderazgos.https://t.co/chXOc0F3tk
— Acción Nacional (@AccionNacional) July 24, 2020
Reforma también tuvo acceso a un documento hecho por Lozoya antes de ser extraditado de España donde asegura que en 2012 la empresa Odebrecht dio 4 millones de dólares para financiar la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Con ese monto, el coordinador de campaña, Luis Videgaray, habría contratado a consultores extranjeros que asesoraron al candidato priista.
El exdirector de Pemex detalló que, por órdenes de Videgaray, una entrega de ese monto la recibió él en una panadería ubicada en la colonia Lomas de Chapultepec, de manos del exdirector de Odebrecht en México, Luis Alberto Meneses.
En el texto, Lozoya señala que pasadas las elecciones, Odebrecht depositó otros 6 millones de dólares al gobierno de Peña Nieto para garantizar contratos, así como el pago de sobornos que permitieran la aprobación de la reforma energética.
Gracias a ese pago Odebrecht obtuvo un contrato de 3 mil millones de pesos para hacer trabajos en la refinería de Tula, Hidalgo, a través de una asociación con una empresa constructora mexicana.
Sobre este tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que todos las personas que resulten involucradas en la red de corrupción descrita por Lozoya tendrán que presentarse ante las autoridades.
En su conferencia matutina de este viernes, el mandatario aseguró que prevalecerá la justicia.
“Todos los mexicanos deben saber qué sucedió en este asunto y que se llame a declarar a todos los implicados (…) no solo que se castigue a los responsables, que se denuncie públicamente a los involucrados para seguir estigmatizando a la corrupción”, refirió.
El pasado viernes Emilio Lozoya arribó a la Ciudad de México y quedó en manos de las autoridades mexicanas, sin embargo fue internado en un hospital de la capital del país (donde está en calidad de detenido) para atender una anemia que le impide presentarse a la audiencia inicial de su caso.
Con información de Reforma (suscripción necesaria).